Arrels Marines denuncia la pasividad de las administraciones competentes, que no retiraron la embarcación cuando todavía flotaba: «Es un despropósito»

El velero, poco después de encallar en Bonaire. En la imagen se aprecian numerosos residuos de la embarcación alrededor.
Un velero que se hundió el pasado mes de diciembre en la zona de Bonaire, entre el club náutico del Cocodrilo y sa Ferradura, en el municipio de Alcúdia, sigue desde entonces en el fondo del mar y, lo que es más grave, como consecuencia del oleaje ha empezado a romperse en pedazos y a esparcir residuos de todo tipo en todo el entorno marino en el que está situada la embarcación.
Así lo ha denunciado estos días la entidad Arrels Marines, que ya había alertado en diciembre de la presencia del velero varado en Bonaire sin que ninguna institución decidiera actuar para retirar la embarcación con el objetivo de evitar precisamente lo que ha acabado ocurriendo. Entonces, se enviaron cartas tanto al Ayuntamiento de Alcúdia como a la conselleria del Mar y del Ciclo del Agua, sin ninguna respuesta.
Arrels Marinesexplica que “cuando el barco todavía estaba en la superficie se hubiese podido retirar y ni los propietarios ni las administraciones competentes lo hicieron”. En diciembre, poco después de encallar en Bonaire, el velero acabó hundiéndose como consecuencia de los fuertes vientos que soplaron durante algunos días. La citada entidad lo denunció también en su día, pero las administraciones siguieron sin responder. “Ahora, el barco está destrozado y sus restos se han esparcido por todo el fondo marino de la zona”, lamenta Arrels Marines, que califica de “despropósito” esta situación que “podría haberse evitado”.
El velero, de unos doce metros de eslora, encalló a principios de diciembre cerca de la caleta des Frares, en la Badia de Pollença. Después de que Arrels Marines alertase de la situación, sin respuesta por parte de las administraciones competentes, el barco se hundió y se constataron vertidos de elementos contaminantes como baterías, combustible y piezas del motor, además de fragmentos de plástico, fibra de vidrio, metales y otros materiales de la propia embarcación.
Tal y como denunció en su día esta entidad que trabaja por la conservación del medio marino, “estos hechos suponen un impacto importante y un riesgo de contaminación para los fondos marinos de una zona que está ubicada en el área protegida del LIC de las bahías de Pollença y Alcúdia y que forma parte de la Red Natura 2000”. También supone un peligro para las embarcaciones que circulan por la zona, bañistas y otras actividades náuticas. En enero, un mes después del hundimiento del velero, Arrels Marines solicitó, sin éxito, la retirada de la embarcación y de los residuos esparcidos por el fondo marino del entorno, así como un protocolo de actuación ante casos como este para que se active una actuación rápida por parte de las administraciones con competencias con el objetivo de reducir el peligro de contaminación y riesgos para las personas.
El pasado mes de diciembre, coincidiendo con el hundimiento de este velero en Alcúdia, Arrels Marines detectó hasta seis embarcaciones que estaban en la misma situación en distintos enclaves de la Badia de Pollença. Una de ellas, ubicada en la Gola del Port de Pollença, todavía sigue varada sin que se haya identificado a los propietarios.
Fuente:diariodemallorca.es
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