La Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas subasta el ‘Whatever’, un narco velero en el que se intentó introducir 96 kilos de cocaína en Gran Canaria.

La Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas subasta estos días el Whatever, un narco velero que fue incautado a principios de 2015 con 96 kilos de cocaína que una red de narcotráfico pretendía introducir en Gran Canaria y está atracado en el Puerto de Las Palmas.

La embarcación, que forma parte del fondo de bienes decomisados por tráfico ilícito de drogas y otros delitos de relacionados, ha salido a subasta electrónica con un precio inicial de 150 euros y las personas interesadas pueden presentar sus pujas hasta el 19 de diciembre en la página www.escrapalia.com.

El barco, que permanece atracado en la Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria, fue construido en 1999 en los astilleros Bavaria Yachts y la última bandera con la que navegó fue la holandesa.

Para seis personas

El Whatever tiene el casco de fibra de vidrio, una eslora de 11,10 metros, una manga de 3,65 y una altura de 1,85 metros. Según su diseño y ficha técnica, está preparado para llevar a bordo a seis personas. La embarcación cuenta con dos camarotes con capacidad para dos personas cada uno, uno en la banda de estribor en popa y otra en la proa, ambos equipados con armarios.

Asimismo, en la banda a babor se sitúa la cocina con fogones, horno y nevera, y compartimentos para el menaje. A estribor, por su parte, hay una mesa y un sofá que se convierte en cama, también para dos personas, así como la derrota de navegación del capitán, con mapas y libros.

Según la descripción de la subasta, «el interior de la cabina es espacioso y cómodo» y en la banda de babor en popa hay un baño, aunque «no se ha comprobado la bomba de evacuación de aguas grises». Los muebles, la tapicería y algunos elementos como las manivelas de las puertas y compartimentos presentan un estado de deterioro.

La estructura

Por su parte, la estructura del casco «parece sólida, sin fisuras ni abolladuras significativas», pero no se garantiza que haya filtraciones, por lo que será necesario realizar una revisión y «repintar para mejorar la protección contra la corrosión».

Además de las velas mayor y la génova (de 26 y 23,40 metros cuadrados de superficie), en uno de los compartimentos interiores del barco hay otras dos velas guardadas en sus respectivas bolsas que se corresponden con una génova de respeto y un tormentín. También hay almacenados en el barco otros materiales y equipos como un motor fuera borda, cabuyería, mangueras, remos, una balsa salvavidas o un kit de reparación, entre otros.

La información sobre este velero en la subasta incluye, entre otros datos, que el motor es un intraborda de la marca Volvo Penta que funciona con diesel y tiene una potencia de 29 caballos. También cuenta con dos tanques, uno en la proa para 220 litros de agua dulce y otro en la popa para 150 litros de combustible.

Condiciones de la venta

El barco se vende sin la documentación habitual que acredita su matrícula, certificado de navegabilidad o registro previo. El comprador tendrá que tramitar su regularización y asumir los costes tributarios correspondientes. Además, la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas recomienda «encarecidamente» a las personas interesadas que inspeccionen físicamente la embarcación porque «la venta se realizará bajo la condición de ‘tal cual’ y no se aceptarán reclamaciones posteriores al cierre de la subasta».

Para ello será necesario reservar una visita a través de la página web de la subasta. Una vez en el barco, «se podrá revisar cada uno de los bienes de manera detallada, pudiendo acudir asistidos por los peritos o técnicos que crean oportunos».

Más de tres millones de euros en el mercado negro

El Whatever fue intervenido en medio del Océano Atlántico el 9 de diciembre cuando transportaba 96 kilos de cocaína desde la isla caribeña de Curazao ocultos en el interior de unas bombonas de gas y de una batería. De ellos, 95 kilos tenían una riqueza media del 68,93% y el otro, del 68,51%, y se calcula que habrían alcanzado un valor de 3.283.872 euros en el mercado negro. En esta operación fueron detenidas siete empresarios de locales de restauración de moda de Las Palmas de Gran Canaria. Cuatro de ellos llegaron a un acuerdo de conformidad en febrero y aceptaron penas de dos años de prisión y un millón de euros (para tres) y de un año y 10 meses y 900.000 euros.

Fuente:laprovincia.es