Un juzgado de Gran Canaria investiga a cuatro personas por una presunta omisión del deber de socorro a raíz de una denuncia presentada por la Fiscalía en julio de 2023. Se trata del mediático rescate de una embarcación precaria que España delegó en Marruecos y se saldó con la muerte de al menos 36 personas.
La imagen original tomada por el avión Sasemar 101 en la que se observa a un migrante en el agua junto a la neumática que zozobró.
Martes, 20 de junio de 2023. Un avión de Salvamento Marítimo se dirige a localizar una neumática negra con sesenta migrantes a bordo que trata de llegar a Canarias. A las 18.55 de la tarde, la tripulación detecta la embarcación y contacta con el Centro de Coordinación de Salvamento de Las Palmas. “No hay nadie en el agua, ni se están hundiendo, ni nada. ¿Correcto?”, preguntan a la tripulación desde Gran Canaria, desvelaron audios de la Cadena SER.
Desde el aire, un miembro de la aeronave responde que los ocupantes están en buen estado de salud y que la zodiac no tiene problemas de flotabilidad. Sin embargo, sí había una persona en el agua. En una fotografía tomada desde el propio avión, puede verse a un hombre en el océano con dos cámaras de neumático alrededor del cuerpo junto a una embarcación sobrecargada. La imagen, incorporada al informe de la misión al que ha tenido acceso Canarias Ahora, aparece recortada y no se ve a nadie en el mar.
Se trata del mediático rescate que España delegó en Marruecos y que se saldó con la muerte de al menos 36 personas. Tras un intercambio de pareceres entre la tripulación y el Centro Coordinador de Las Palmas sobre qué país tenía la responsabilidad de rescatar en esa zona, la coordinadora ordenó al avión que volviera a la base, sin conocer que había una persona en el agua. Rabat se hizo cargo de la misión al localizarse la zodiac más cerca de la costa africana, a 74 kilómetros, que de Gran Canaria, a casi el doble de distancia. La misión de Salvamento es velar por la vida en el mar. Sus aviones cuentan con balsas salvavidas para auxiliar a náufragos avistados, que ya han sido utilizadas en otras ocasiones para rescatar migrantes en peligro en la ruta canaria.
A las 19.30 horas, la aeronave de Salvamento aterrizó en Gando. La patrullera alauí llegó a la lancha doce horas más tarde. La neumática naufragó dejando 24 supervivientes, dos cadáveres y al menos 34 desaparecidos. Las autoridades marroquíes trasladaron hasta Cabo Bojador, en el Sáhara Occidental, a las personas con vida y a un fallecido. Salvamento Marítimo sí participó en la operación tras la catástrofe, y el helicóptero Helimer 201 trasladó a Gran Canaria el cuerpo de un niño de cuatro años.
El colectivo Caminando Fronteras llevó el caso a la Fiscalía al observar indicios de un posible delito de omisión de socorro. La Fiscalía Provincial de Las Palmas hizo suya la denuncia de la ONG y la presentó el 11 de julio de 2023. En ella, el Ministerio Público pedía que se tomara declaración como investigada a la persona que pilotaba la aeronave, denominada Sasemar 101, entre los días 20 y 21 de junio y a quien dirigía las operaciones de rescate desde Gran Canaria y mantuvo el contacto con el avión. Asimismo, la Fiscalía solicitaba que se intervinieran todas las comunicaciones que tuvieron lugar entre el Centro de Coordinación, el avión, la Guardamar Calíope, la patrullera Al Manar SAR marroquí, el buque Navíos Azure y el helicóptero Helimer 101.
Ahora, según ha informado la Oficina de Comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), el Juzgado de Instrucción número 5 de Las Palmas de Gran Canaria investiga a cuatro personas por una presunta omisión del deber de socorro. El procedimiento está en diligencias previas y los datos sobre si hay alguna empresa como responsable civil y acerca de quiénes están personados en el mismo son reservados hasta que se dicte auto de apertura de juicio oral o el sobreseimiento, añaden desde el TSJC.
El Defensor del Pueblo también inició una actuación de oficio con la Dirección General de la Guardia Civil y con la Sociedad de Salvamento Marítimo y Seguridad Marítima. Según consta en el informe anual de 2023 del Defensor del Pueblo, la actuación fue suspendida tras tener conocimiento de que la Fiscalía había incoado una denuncia por un posible delito de omisión del deber de socorro.
Una foto recortada
El avión de Salvamento Marítimo despegó a las 15.55 desde Gran Canaria el 20 de junio de 2023 con el objetivo de buscar varias embarcaciones precarias al este de Lanzarote y Fuerteventura para su posterior rescate. A las 16.35 encontró la primera, una neumática gris que presentaba “buena flotabilidad” con unas sesenta personas migrantes a bordo. Informó de ello al Centro Coordinador de Las Palmas.
A las 17.45 halló otra zodiac, esta vez “vacía y parcialmente hundida” en alta mar. Y a las 18.55 encontró una tercera neumática, la que finalmente naufragó doce horas más tarde. Los audios revelados por la Cadena SER indican que la tripulación informó que la embarcación no tenía problemas de flotabilidad y que sus ocupantes estaban en aparente buen estado de salud. Desde que lo hizo hasta que aterrizó en el aeropuerto grancanario pasaron poco más de treinta minutos.
El informe de la misión no contradice lo relatado por la tripulación, pero muestra una palmaria diferencia entre las fotos de las dos zodiacs ocupadas por personas que fueron avistadas ese día. Mientras que en la primera fotografía aparecen datos de la misma, como las coordenadas en donde fue hallada la barcaza, la hora en la que fue tomada la instantánea o la fecha, en la segunda no pone nada, está recortada y ni siquiera figura el logo de Salvamento Marítimo. Las imágenes originales (porque hay varias) muestran a una persona en el agua junto a la mencionada embarcación. La modificada, no. Los metadatos de las fotos detallan que fueron tomadas con una cámara Nikon, modelo D2X, la empleada habitualmente en estas aeronaves.
Fotografía de la neumática gris avistada ese día y que fue incorporada al informe de misiones.
La fotografía recortada de la neumática negra avistada ese mismo día y que se incorporó al informe de la misión.
La principal misión de Salvamento Marítimo es el rescate de la vida humana en el mar. Así lo recoge en su propia página web. A bordo de sus aviones, un total de tres, ubicados en Las Palmas de Gran Canaria, Santiago de Compostela y Valencia, trabajan cinco profesionales especializados: el capitán, el copiloto, dos operadores de medios tecnológicos y un técnico de apoyo al vuelo. Deben estar alerta las 24 horas del día durante todo el año por si surge una emergencia.
Todos los aviones de Salvamento cuentan con una balsa salvavidas para auxiliar a náufragos avistados. A principios de noviembre de este año, por ejemplo, una aeronave de la institución pública lanzó una balsa después de que una neumática se hundiera a unos 90 kilómetros al este de Lanzarote. Un total de 17 migrantes pudieron subirse a ella y salvar sus vidas. La Salvamar Al Nair rescató a ese grupo de personas y los llevó posteriormente a tierra.
La “dirección y gestión” de las misiones de los aviones de Salvamento recae en la figura del operador de medios tecnológicos, según el documento de procedimientos operativos estándar (SOP, en sus siglas en inglés), fechado en julio de 2023, de la empresa Avincis, la anterior adjudicataria del servicio de aviones de la institución pública. Ellos son los encargados de efectuar la búsqueda radar, el seguimiento de barcos en navegación y mantener el contacto con el centro de coordinación oportuno informando a tiempo real de lo que ven, entre otras cosas.
Pero el manual de operaciones de Avincis en 2020, cuando aún pertenecía a la compañía Babcock, no precisa qué miembro de la tripulación es el principal responsable de lo que sucede en la aeronave en pleno vuelo. Apunta que el piloto “establecerá (…) el tipo de búsqueda a efectuar”, que el copiloto “mantendrá contacto permanente con toda la tripulación” y que el operador de consola “tomará nota de todos los tiempos que afecten a la misión”, pero poco más. Una fuente consultada sugiere que existe cierta ambigüedad al respecto y que eso ha generado algún que otro conflicto en el servicio.
La documentación obtenida por este periódico no especifica por qué la tripulación del avión de Salvamento acordó recortar la fotografía donde aparece una persona en el agua. Preguntado por esta redacción, Salvamento Marítimo se ha limitado a responder que las preguntas planteadas “se refieren a un procedimiento judicial en curso, el cual respetamos plenamente”, pero que “en lo que se refiere al servicio aéreo, es importante subrayar que tomó medidas de forma inmediata”. Sin embargo, no han detallado en qué han consistido estas medidas.
Avincis, contratista del servicio aéreo cuando sucedieron los hechos, tan solo ha dicho que “no puede comentar sobre una investigación en curso”. La empresa sí despidió a los miembros de la tripulación, apuntan varias fuentes.
Esta mercantil es actualmente la operadora del servicio de helicópteros de Salvamento Marítimo después de adjudicarse un contrato de cinco años valorado en 305 millones de euros. Durante las últimas tres décadas, también se había encargado de la operatividad de los aviones hasta que este verano comenzó a hacerlo la UTE World Aviation & Eliteavia. Cuando dos de los tres aviones fueron transferidos este verano de una adjudicataria a otra, estuvieron al menos veinte días inoperativos, reveló Canarias Ahora en una colaboración con la Fundación PorCausa.
El avión ‘ Sasemar 101’, de Salvamento Marítimo
Una zona SAR solapada
El día de la catástrofe, el Centro Coordinador de Las Palmas pidió al avión Sasemar 101 que comprobara la localización transmitida por las ONG sin entrar en zona de rescate marroquí. “La posición esa está dentro de la zona SAR nuestra”, respondió la tripulación. La zona en la que fue hallada la neumática, frente a la costa del Sáhara Occidental, es una zona SAR (zona de responsabilidad de búsqueda y salvamento) solapada. España y Marruecos asumieron responsabilidades de búsqueda y rescate en las aguas saharauis, tal y como consta en los mapas de la Organización Marítima Internacional recogidos en los documentos de este organismo de Naciones Unidas.
A 40 millas de la posición de la neumática se encontraba la Guardamar Calíope. Sin embargo, tampoco fue activada. Salvamento Marítimo justificó entonces en un comunicado que la nave acababa de hacer un rescate de 63 personas, “varias de las cuales necesitaban atención debido al estado en que se encontraban”, por lo que se desplazó a tierra.
Dos días después del naufragio, Salvamento lanzó un comunicado oficial justificando que había actuado “de conformidad con los procedimientos de coordinación internacionales” establecidos en materia de búsqueda y salvamento marítimos. El texto, que no hace referencia en ninguna de sus líneas a la fotografía recortada, se centra en explicar por qué Marruecos se encargó del rescate de la neumática. Al tratarse de una zona SAR solapada, Salvamento explica que Rabat asumió la coordinación y movilizó los medios para proceder al rescate “al haberse localizado la neumática en un punto más cercano a la costa africana, 40 millas frente a Blaya frente a las 88 millas de distancia de Gran Canaria”.
Localización en la que se encontraba la neumática.
El comunicado insiste en que esta decisión se tomó teniendo en cuenta que, “según había confirmado el avión Sasemar 101 tras su avistamiento”, la embarcación se encontraba a flote y “no había personas en el agua”. De acuerdo con Salvamento, el buque Navíos Azure, que permaneció durante la noche cerca de la lancha, confirmó esa información.
El registro de la catástrofe que publicó entonces la ONG Alarm Phone recoge que fue a las 21.19 horas cuando el mercante abandonó su rumbo y se dirigió hacia la neumática. El buque llegó a la posición GPS que manejaban las entidades en torno a las 23.00 horas, cuatro horas después de que el avión español abandonara la zona. Esta redacción no ha podido confirmar si la persona que aparece en el agua en la fotografía fue una de las víctimas del naufragio o si sobrevivió.
La letalidad de la ruta canaria
El informe de la misión justifica que la neumática presentaba “buena flotabilidad”. Este tipo de embarcaciones de plástico comenzaron a ser más frecuentes en el Atlántico a partir de 2021. Se trata del tipo de embarcación más utilizado en la ruta que conecta Marruecos y el Sáhara con Lanzarote y Fuerteventura. El Monitoreo de Derecho a la Vida publicado por Caminando Fronteras en 2023 recoge que estas “infraembarcaciones en el Atlántico ya significan un alto riesgo para la vida”.
El documento advierte que su flotabilidad es limitada y son mucho más endebles en el océano que en el mar Mediterráneo. Además, suelen viajar sobreocupadas, tal y como se aprecia en la fotografía tomada por Salvamento. En ella, se observa a los migrantes sentados sin apenas espacio entre ellos. Incluso algunos llevan sus piernas por fuera de la lancha para hacer más hueco.
“Cuando a esto se une que hay varias [neumáticas] en el mar al mismo tiempo, es necesario un refuerzo de medios, buena coordinación entre los Estados, y un procesamiento adecuado de la información de las alertas de personas en peligro con el objetivo de no dejar a nadie atrás”, recomienda el informe.
Imagen de archivo de una neumática con personas migrantes a bordo.
Las últimas cifras que maneja Caminando Fronteras revelan que al menos 4.808 personas perdieron la vida entre enero y junio de este año intentando llegar a Europa a través del Archipiélago, una media de 26,5 muertes al día en el primer semestre del año. La imposibilidad de recuperar los cuerpos y las embarcaciones que desaparecen sin dejar rastro y con todos sus ocupantes a bordo impiden conocer la letalidad real del Atlántico. En 2021, la ruta hacia Canarias fue la más mortal del mundo. Una de cada cinco muertes de migrantes tuvieron lugar rumbo a las islas, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Fuente:eldiario.es
Deja una respuesta