José Antonio Santamaría, vecino de Polanco de 36 años, salió a pescar el sábado por la mañana | La embarcación ha aparecido a la deriva con el motor en marcha.

En la labores de rescate participan Salvamento Marítimo, Guardia Civil, Cruz Roja y el Servicio de Emergencias del Gobierno de Cantabria.

Salvamento Marítimo, la Guardia Civil y el 112 Cantabria han terminado este lunes sin resultado las labores de búsqueda del pescador que desapareció el pasado sábado a 5 millas al norte de Suances. Los medios se han desplegado este lunes entre la costa de Liencres (Piélagos) y la zona norte de Santander. Este martes continuarán las tareas de rastreo por mar y por aire.

Eran las ocho menos veinte de la tarde cuando un pesquero encontró su barco de recreo navegando a seis millas de la costa de Suances, con el motor en piloto automático, avante, a seis nudos de velocidad y sin nadie a los mandos. «Inmediatamente se activó el protocolo de hombre al agua y se dio el aviso al 112», informan los testigos. La embarcación, cuyo nombre figura en el casco: ‘Rocket’, tiene atraque en el puerto santanderino de Marina del Cantábrico y pertenece a Santamaría, que se encuentra en paradero desconocido.

«El dispositivo de búsqueda se activó a última hora de la tarde del sábado y continúa desde entonces con efectivos de la Guardia Civil (con dos embarcaciones y el helicóptero), de Salvamento Marítimo y también de Emergecias del Gobierno de Cantabria», explican fuentes de la Benemérita, que también ha activado a sus buzos especializados para que contribuyan al rastreo de la costa en un círculo que cada vez se agranda más porque la marea este fin de semana ha sido fuerte. Los efectivos buscan en toda la zona comprendida entre la costa de Suances y la de Santander, hasta ocho millas de distancia desde los acantilados.

Los últimos que lo vieron fueron los tripulantes del ‘Vima V’, otro barco de recreo que tiene base el puerto de la Pozona de Cuchía (Miengo). Juan Alba iba al timón: «Pasamos junto a él un par de veces porque pasa muchas veces en el mundo de la pesca que cuando ves a un barco en un sitio, pasas al lado a ver si también coges un poco de lo que está cogiendo él», cuenta este pescador aficionado.

El barco de Juan Antonio de Juan Antonio Santamaría, incautado por la Guardia Civil en el Barrio Pesquero.

«Le vimos a unos cien metros, pero no le distinguimos bien; aunque sí que nos llamó la atención que parecía ir solo y que estaba cargando agua con un balde grande de estos de goma de color rojo. Nos llamó la atención que fuera rojo porque suelen ser negros». Es habitual en el mundo de la pesca que se utilice el propio agua de mar para limpiar la cubierta de los restos de sangre y otros restos de pescado; lo que no es habitual es cogerla a mano del mar. Muchos barcos, incluso los más pequeños, cuentan con una bomba que ha mecanizado esa labor.

Los que lo vieron

Cuentan estos testigos que vieron a José Antonio agacharse a por el agua, cuando lo más habitual es echar un cabo al cubo para evitar peligros, porque una pequeña ola, un golpe de viento o incluso la sacudida de un pez, puede llevarte al agua. «Nos llamó la atención que lo estuviera haciendo con la mano, la verdad». Familiares del desaparecido señalaron a la Guardia Civil que José Antonio no sabe nadar.

Durante la jornada de este domingo no hubo novedad sobre el paradero de este vecino de la localidad de Mar (Polanco), que tiene familia en Los Corrales de Buelna. «Lo que está previsto según el protocolo es continuar con la búsqueda durante este próximo lunes y luego se irá evaluando conforme a las novedades que puedan ir surgiendo», explican fuentes de la investigación. Por el momento el barco ha sido confiscado por la Guardia Civil y atracado en la base que el Cuerpo tiene frente al Barrio Pesquero de Santander.

Ayer allí se hablaba sobre lo extraño del caso. «Nadie o muy poca gente sale sola a bonitos porque no es lo más recomendable; aunque vayas con una embarcación de recreo», murmuraban los más veteranos de la zona. Sobre todo porque cualquier pequeño accidente puede resultar fatal dado que el barco avanza con una velocidad constante para efectuar la pesca de arrastre.

Cuando hallaron la embarcación, encontraron las cañas lanzadas al agua y dos bonitos en el interior. Después de que los agentes comprobasen la documentación, dieron con el propietario y automáticamente se avisó a la familia y se puso la denuncia por la desaparición de José Antonio.

Fuente:eldiariomontanes.es