En 2004, un terremoto de una magnitud de 9,3 golpeó la costa oeste de Sumatra, creando un tsunami masivo que afectó a 14 países
Este jueves se conmemoran 20 años del devastador terremoto de magnitud 9,2 en el océano Índico de 2004 que provocó el mayor tsunami del siglo XXI. Este cataclismo es recordado por ser uno de los desastres naturales más destructivos y mortíferos de la historia de la humanidad, dejando a su paso casi 228.000 muertos, 14 países afectados y el desplazamiento de más de medio millón de supervivientes.
A las 07:58:53 hora local de Indonesia del 26 de diciembre de 2004, un poderoso terremoto sacudió el lecho marino a una profundidad de 30 kilómetros y con epicentro unos 120 kilómetros al oeste de la isla de Sumatra, según los datos revisados por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, siglas en inglés).
La fotografía aérea muestra la zona de Lam Dingin, Banda Aceh (Indonesia) tras el paso del tsunami de 2004 (arriba) y la misma zona reconstruida después de 20 años (abajo).
El poderoso temblor, solo superado por los sismos en Chile de 1960 (9,5) y Alaska en 1963 (9,2), provocó olas de hasta 30 metros que golpearon primero la costa indonesia y que viajaron a una velocidad de entre 500 y 1.000 kilómetros por hora, según el Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico.
El movimiento telúrico liberó una energía equivalente a 23.000 bombas nucleares como la arrojada sobre la ciudad japonesa de Nagasaki en 1945, según un informe del USGS, que precisa que en los tres meses posteriores al sismo se registraron más de 500 réplicas con magnitudes de entre 5 y más de 8.
Muertes
Cuantificado en vidas perdidas, el terremoto de Sumatra-Andamán se sitúa como uno de los 10 peores terremotos de la historia. En la catástrofe murieron un total de 227.898 personas, una cifra que refleja la magnitud del desastre y su devastador impacto en la región del Océano Índico.
Indonesia fue el lugar con más muertos, un total de 167.000. Entre ellos unos 61.000 en la ciudad de Banda Aceh (norte de Sumatra), el 25% de sus habitantes según las cifras oficiales. En Sri Lanka, las autoridades estimaron que unas 35.000 murieron o desaparecieron; mientras que en India fallecieron más de 16.000 personas.
En las seis provincias de Tailandia que se vieron afectadas unas 8.200 personas perdieron la vida, entre ellas casi 2.000 extranjeros, sobre todo de nacionalidad sueca y alemana.
n
otros lugares de Asia también hubo víctimas mortales: Birmania registró
unas 60 muertes, según la junta militar que gobernaba entonces el país y
que la oposición estimó en hasta diez veces más. Le siguieron Maldivas
(108), Malasia (75) y Bangladés (2).
Daños
Se calculó que los daños materiales fueron de 14.000 millones de dólares (13.230 millones de euros), según un informe del Banco Mundial (BM).
Indonesia, de nuevo, fue el país más impactado, donde más de 655.000 personas perdieron sus hogares en las más de 700 poblaciones que se vieron afectadas. Los daños económicos ascendieron a 4.500 millones de dólares (más de 4.260 millones de euros).
Tailandia, el segundo país más afectado en términos económicos, los estimó en 2.000 millones de dólares (1.895 millones de euros), que implicaron una reducción del PIB en un 0,4 %. Aunque en términos porcentuales Maldivas fue la que sufrió un mayor impacto con daños por 460 millones de dólares (cerca de 436 millones de euros), que supusieron el 62% de su PIB, todo según el BM.
Las
olas mortales además afectaron la costa oriental de África, donde se
cobraron vidas en Somalia (289), Tanzania (13), Seychelles (3), Kenia
(1), Yemen (2) y Sudáfrica (2), el punto del planeta en el que se
registró la muerte más lejana al epicentro del sismo, a unos 8.000
kilómetros. Incluso en la Antártida se detectaron subidas de las ola
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