En el sumario del juez de Corcubión, asegura que Smit negoció con Sasemar la utilización del «Ría de Vigo» -La declaración abre dudas sobre las acusaciones de desobediencia contra el capitán.
La Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo (Sasemar) negoció durante cuatro horas con Smit, la firma encargada de salvar el Prestige , hasta autorizar a la empresa holandesa a utilizar el remolcador Ría de Vigo (que tiene un contrato en exclusiva con el Estado), que ya estaba en la zona del accidente. Así lo afirma el director de operaciones de Remolcanosa, Gonzalo Vidal Castro, en una declaración jurada remitida al juez de Corcubión. Según su relato, el 13 de noviembre, día en el que se produjo el accidente del barco, Smit se puso en contacto con Remolcanosa para informarle de que estaba a punto de cerrar un acuerdo con el dueño del buque. Vidal Castro le comunicó que el Ría de Vigo tenía un contrato en exclusiva con Sasemar, que depende de Fomento. Por ello, la utilización del remolcador por parte de la compañía holandesa debía ser autorizada por la sociedad pública de salvamento. «Adicionalmente, le informo de que se me ha solicitado el Charuca Silveira , de Madrid, pero que como este buque no es de Sasemar puede disponer de él si en Madrid no lo necesitan», explica. Una hora más tarde, hacia las seis, Smit se puso de nuevo en contacto con la compañía viguesa para confirmarle que ya había cerrado el contrato con la armadora del Prestige pero «aún no tiene los medios», es decir, que todavía no había acordado la utilización de ningún remolcador con las autoridades españolas. De hecho, no es hasta las nueve de la noche que Smit comunica por fax a Remolcanosa, y unos cinco minutos más tarde por teléfono, que Sasemar ha autorizado a la empresa holandesa a utilizar el Ría de Vigo y el Charuca Silveira . «Inmediatamente, llamo telefónicamente a Madrid y me pongo en contacto con el señor Uribe (Sasemar), el cual me confirma que ha ordenado que tomen el remolque inmediatamente», añade Vidal. El accidente del Prestige había tenido lugar a las tres de la tarde. Esta declaración jurada fue remitida por el director de operaciones de Remolcanosa al juez de Corcubión, sin que hubiera sido solicitada, aunque acompañaba a otros documentos que el juzgado había reclamado. Las afirmaciones abren interrogantes sobre lo ocurrido el 13-N. En primer lugar, las autoridades marítimas españolas siempre han acusado al capitán de desobedecer y de negarse a iniciar el remolque mientras su armadora negociaba, pero las afirmaciones de Remolcanosa apuntan que el Estado fue testigo y partícipe de esas conversaciones. También siembra dudas sobre las acusaciones del ministro de Fomento, Álvarez Cascos, en el sentido de que Remolcanosa negoció con Smit un contrato a espaldas del Estado.
Fuente:lavozdegalicia.es
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