El tratado clave para la seguridad de los pescadores y los buques pesqueros aún ha de entrar en vigor

El tratado clave para la seguridad de los pescadores y los buques pesqueros aún ha de entrar en vigor.

El Secretario General de la OMI insta a ratificar el Acuerdo de Ciudad del Cabo de 2012.

El 11 de octubre de 2022 se cumplió el décimo aniversario de la adopción del Acuerdo de Ciudad del Cabo de 2012, el principal tratado internacional aplicable a los grandes buques pesqueros del sector cuyo objetivo es establecer normas de seguridad, al igual que el Convenio SOLAS hace con los buques mercantes. 

A pesar de los amplios esfuerzos realizados por los Estados Miembros de la OMI, otros organismos de la Naciones Unidas, los observadores y la Secretaría de la OMI, el Acuerdo aún no ha entrado en vigor. En consecuencia, todavía no existen prescripciones obligatorias aplicables a nivel mundial sobre el proyecto, la construcción y el equipo de los buques pesqueros, incluidos los equipos de salvamento, prevención de incendios y radiocomunicaciones que deben llevarse a bordo.

El Secretario General de la OMI, Kitack Lim, volvió a instar a los Estados que aún no lo han hecho a que se adhieran al tratado lo antes posible.

«No podemos permitirnos bajar la guardia a la hora de abordar la seguridad de los pescadores y los buques pesqueros. Para llevar a buen puerto este viaje que comenzó hace más de 45 años, se alienta encarecidamente a los Estados Miembros de la OMI a que consideren la posibilidad de ratificar el Acuerdo lo antes posible. De este modo, entraría por fin en vigor un régimen de seguridad internacionalmente vinculante para los buques pesqueros, que también contribuirá a reducir considerablemente la explotación tanto de los océanos como de las personas que dependen de ellos», señaló en Sr. Lim.

Se espera que la entrada en vigor de un régimen internacional de seguridad vinculante contribuya a mejorar las normas de seguridad y a reducir la pérdida de vidas de pescadores y observadores a bordo.

El camino para poner en vigor un marco regulatorio obligatorio para los buques pesqueros comenzó hace 45 años, con la adopción del Convenio Internacional de Torremolinos para la Seguridad de los Buques Pesqueros en 1977. Debido principalmente a la complejidad de su implantación, el Convenio no logró atraer el número de ratificaciones necesarias para su entrada en vigor. En 1993 se adoptó el Protocolo de Torremolinos relativo al Convenio para mejorar sus disposiciones, pero se enfrentó a los mismos problemas.

El Acuerdo de Ciudad del Cabo de 2012, preparado y adoptado bajo los auspicios de la OMI, tras intensos debates a lo largo de un período de cinco años, sustituye tanto al Convenio de Torremolinos de 1977 como al Protocolo de 1993 con disposiciones actualizadas que abordan las dificultades técnicas y jurídicas encontradas anteriormente, y allana el camino para facilitar la entrada en vigor.

Para que entre en vigor, el Acuerdo debe ser ratificado por 22 Estados con un número total de 3.600 buques pesqueros que operen en alta mar. El número actual de ratificaciones es de 17 Estados, con un total de unos 1.925 buques pesqueros elegibles. En los últimos años se ha acelerado la tendencia a la ratificación, lo que hace esperar que entre en vigor en un futuro no muy lejano.

Este cambio de tendencia fue impulsado por los esfuerzos de la OMI para promover activamente el Acuerdo. Como parte de estos esfuerzos, en octubre de 2019 se celebró la Conferencia ministerial de Torremolinos sobre la seguridad de los buques pesqueros y la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, la mayor conferencia sobre buques pesqueros celebrada en la historia de la OMI, a la que asistieron unos 125 Estados, 70 representantes de nivel ministerial, 30 organizaciones internacionales y más de 500 delegados.

Durante la Conferencia, la Declaración de Torremolinos fue firmada por 48 Estados (que ahora son 51), indicando públicamente su determinación de ratificar el Acuerdo antes del 11 de octubre de 2022, el décimo aniversario de su adopción, para permitir su entrada en vigor un año después. Desde la Conferencia de 2019, otros cuatro Estados han ratificado el Acuerdo y varios otros están actualmente en proceso de completar el proceso de ratificación.

La OMI, en cooperación con otras organizaciones de las Naciones Unidas, en particular la FAO y la OIT, y con organizaciones no gubernamentales, en particular Pew Charitable Trusts, ha organizado recientemente una para seguir promoviendo la ratificación e implantación del Acuerdo. Estas actividades reúnen a múltiples partes interesadas, con el fin de establecer una mejor coordinación entre las organizaciones públicas y privadas para la ratificación del Acuerdo.

Además, la OMI ha lanzado una nueva guía fácil del Acuerdo de Ciudad del Cabo de 2012 sobre la seguridad de los buques pesqueros, que proporciona una plétora de valiosos recursos informativos, incluidos vídeos informativos. 

Entre otros beneficios, el Acuerdo, cuando entre en vigor, permitirá el establecimiento de un mecanismo del Estado rector del puerto para vigilar las actividades de pesca ilegal y las formas contemporáneas de esclavitud mediante la detección de los buques que no cumplen las normas. Esto, a su vez, protegerá a los mercados de ser inundados con pescado capturado ilegalmente, aumentará la transparencia de las actividades pesqueras, contribuirá a la conservación del medio y los recursos marinos, evitará el agotamiento de las poblaciones mundiales de peces y protegerá a los pescadores de los abusos de los derechos humanos. 

El Acuerdo también protegería a los servicios de búsqueda y salvamento de ser llamados para rescatar a los pescadores (ya que los sucesos deberían disminuir), contribuiría a mejorar las condiciones de empleo y trabajo a bordo de los buques pesqueros tanto para hombres como para mujeres, aumentaría la competitividad de la flota pesquera de un país en los mercados al mejorar las normas de seguridad, contribuiría a la construcción de buques y al sector de fabricación de equipos, en particular para los buques de nueva construcción, y fundamentaría las medidas para hacer frente a los problemas de los artes de pesca abandonados, perdidos o descartados.

Fuente: www.imo.org