
Se hizo el silencio
Bueno, como de costumbre.
No hay morbo, no hay noticias.
Han transcurrido doce días desde el incendio y posterior naufragio del pesquero.
Se dijo, así se público, que los supervivientes llegarían a tierra en ese plazo de días.
Nada se sabe.
Lo preocupante, es que, tras la monumental chapuza del salvamento provocada por el patrón, nadie haya tomado medidas para el estudio de rigurosas sanciones sino también para el estudio de medidas correctoras y medidas correctivas en el uso y gestión de la Llamada Selectiva Digital y las obligadas escuchas de los buques en la mar.
La CIAIM, que se sepa, jamás recomendó la activación de la preceptiva Alerta Rápida a la OMI y DGMM para emitir y alertar a los buques en la mar de la buena praxis del GMDSS.
Jamás.
En su Informe Preliminar sobre el Villa de Pitanxo, dejó muy claro que los buques en la zona tenían les escuchas DSC cerradas a pesar de que el patrón activo el Distress Alert.
Se ralentizó el salvamento y hubo denegación de auxilio.
Por el contrario el Pico Tresmares, no activo la DSC y tampoco la Epirb.
Un caos.
Hay expectación ante el, dicen, inminente Informe Técnico del Villa de Pitanxo.
Se infiere, por lo recogido en los medios, que lo «mollar», es el «estudio matemático y científico» de los investigadores y la «brutal maniobra» del patrón para recuperar el copo.
Lo importante es culpar al patrón dejando para el próximo naufragio la negligencia en la gestión del GMDSS.
Volvemos a repetirlo.
Desde el año 2001, distintos Congresos y Seminarios, además de los informes CIAIM, demuestran que el sector pesquero desprecia la cultura de la seguridad.
Habrá que escuchar a los mandos del Pico Tresmares para que, como siempre ocurre, los medios vuelvan a incurrir en sus recurrentes errores con las versiones de unos y otros.
Al tiempo
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