(Marzo 2014)
Un diminuto pesquero, dotado de los obligados subsistemas y métodos del Sistema Mundial de Socorro, ha vuelto a demostrar que la evolución, la eficacia del GMDSS, es nula.
La elegante e infalible Revista Marina Civil, pinta a los ciudadanos un panorama irreal, utópico.
Nuestros funcionarios marítimos, en sus distintos niveles, lucen sus trabajos, casi siempre de propiedad intelectual ajena, desconociendo las materias sobre las que versan sus exposiciones.
Por otra parte la Comisión de Investigación de Siniestros Marítimos ( Ciaim ) con sus acostumbrados errores y aciertos, continua con sus recurrentes recomendaciones a la Dirección General de la Marina Mercante y otros, para corregir situaciones que han provocado no pocas muertes y desapariciones en la mar como consecuencia de la falta de pericia, imprudencias, desprecio de los chalecos salvavidas, ya sean de abandono o supervivencia, ralentización de los medios de salvamento por la pérdida de confianza en las Alertas de Socorro, etc, etc, etc …
El Grupo de Expertos no Gubernamentales del Sistema Mundial de Socorro, presentaba su valoración y conclusiones durante el período 1.999-2.003.
Ha transcurrido un largo período pero, poco o nada ha cambiado.
Una » iluminada » directora de Sasemar denunciaba en su » voz amiga » que los Oficiales Radioelectrónicos de la Marina Mercante ¡ confundían ! los protocolos caso de siniestro marítimo.
Aquella calamidad con responsabilidades marítimas, se desconoce su paradero, pasó a la historia como una anécdota más del amiguismo político y la sistemática conculcación del Convenio Internacional de Titulación, Formación y Guardias para Gente de Mar ( STCW ) vital para ocupar puestos clave en la administración marítima.
Años más tarde, se hacía oficial la » entrega de despacho » en el Área de Gestión Administrativa de la Dirección General de la Marina Mercante a un Ingeniero de Montes.
Así va el mundo marítimo.
Cursos inservibles, despilfarro de dinero público en metodología de salvamento absolutamente ineficaz, gestores y administradores marítimos faltos de cualificación y experiencia y sin la titulación de obligado cumplimiento exigida por normativa internacional, es decir, más de lo mismo.
Una prueba mas que fehaciente ha sido el vergonzoso comportamiento de los políticos gallegos en el naufragio del diminuto pesquero Nuevo Sara, hundido en La Coruña muy recientemente.
Calificaban el naufragio y la pérdida de un tripulante como » una auténtica desgracia » cuando la Comisión de Investigación ( Ciaim ) en sus sinópsis y conclusiones en siniestros similares, los identificaba como » imprudencias » inaplicación de los protocolos de radiocomunicaciones y falta de uso de chalecos salvavidas.
No hay nada que hacer, pero al menos, a algunos, les/nos queda la satisfacción del deber cumplido.
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