La memoria negra · Un golpe de mar se tragó al palangrero de Pasaia con toda su tripulación mientras faenaba frente a la costa de Arcachon antes de la Navidad de 1998.

«Al ‘Marero’ se lo tragó una gran ola y le arrojó a las profundidades». Pocos días después de que el palangrero vasco desapareciera sin dejar rastro frente a la costa francesa antes de la Navidad de 1998, el presidente de la Cofradía de Pescadores de Pasaia, Jaime Tejedor, se mostraba convencido de había sufrido un naufragio, aunque aún no había ningún rastro del barco. De 22 metros de eslora y 5,20 de manga, había sido construido 40 años atrás en los astilleros de Lekeitio. Sus ocho tripulantes, «los mejores pescadores de Pasaia», según los armadores, capitaneados por Víctor Gago Chouza, de 35 años, encontraron su tumba en el buque cuando pescaban lubina y otras especies de calidad a 30 millas del puerto de Arcachon.
La última comunicación del patrón a través de la radio se produjo el sábado, 19 de diciembre, y anunció que volvería a hablar con tierra el lunes. La falta de noticias y el temporal desatado sin previo aviso activó todas las alarmas.
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