El TSXG apunta que la colisión con el Baltic Breeze es achacable al error del marinero, que manejaba el buque.

El barco ‘Mar de Marín’.

Una década después del peor accidente marítimo ocurrido en las Rías Baixas, el del buque Mar de Marín, en el que perdieron la vida cinco marineros tras colisionar contra el mercante Baltic Breeze en la entrada de la ría de Vigo el 1 de abril de 2014, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) acaba de estimar un recurso de suplicación interpuesto por la armadora del pesquero, Pesca Loira. De esta forma, el TSXG revoca la decisión de un juzgado de lo Social de que la armadora indemnizase a la viuda y a los dos hijos del segundo patrón del barco, que era quien estaba al mando cuando se produjo el naufragio.

El Juzgado de lo Social 1 de Pontevedra condenó a la armadora a compensar a la viuda y a los dos hijos en cantidades que suman casi 23.000 euros, en base a una deficiente evaluación de riesgos o deficiente planificación preventiva.

Tras la sentencia, la armadora interpuso un recurso de suplicación y el alto tribunal gallego le da ahora la razón, recordando que fue el segundo patrón del Mar de Marín, que se encontraba pilotando el pesquero en el momento del siniestro, el que incurrió en un error que le llevó a invadir el canal de navegación del Baltic Breeze a pesar de las numerosas advertencias que recibió por parte del Centro de Coordinación de Salvamento-Vigo Tráfico.

De esta forma, el TSXG incide en que la decisión última de virar la trayectoria del barco es únicamente «achacable al segundo patrón». Así, señala que el patrón tenía los conocimientos necesarios para actuar y podría haber hecho uso de los radares con los que contaba el pesquero, «por lo que no se tornaba necesaria la evaluación adicional del riesgo de no contar con la visualización del sistema de navegación electrónico, ni era necesaria la planificación de la forma de utilización alternativa de otros medios».

Cuatro fallecidos y un desaparecido

El naufragio del Mar de Marín, de 34 metros de eslora y propiedad de la armadora Pesca Loira con base en el Puerto de Marín, se produjo pasadas las dos de la madrugada del 1 de abril de 2014 entre las Illas Cíes y Monteferro tras colisionar el pesquero marinense contra el Baltic Breeze, con bandera de Singapur. El accidente, el peor ocurrido en la ría de Vigo en la última década, se saldó con cuatro fallecidos y un desaparecido hasta la fecha de los diez tripulantes que iban a bordo.

En julio de 2016, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), en su informe sobre el naufragio, concluyó que el accidente se produjo por la invasión en sentido contrario del carril de entrada a la ría de Vigo, por el que navegaba el mercante con el que el buque marinense colisionó y se acabó hundiendo a unos 57 metros de profundidad.

En el informe, la comisión investigadora, dependiente del Ministerio de Transportes, ya atribuía el naufragio a un «error humano» del segundo patrón del Mar de Marín, encargado de la guardia de navegación en el momento de la colisión, al «evaluar incorrectamente la situación».

Fuente:diariodepontevedra.es