Justicia «a la carta».
Eso es lo que se infiere de este «comunicado».
Se «aglutinan» en un chat de WhatsApp a los medios de comunicación y…objetivo conseguido.
La información siempre irá dirigida contra el Patrón.
Pocos medios se han saltado está «disciplina de grupo».
Ahora entendemos las causas del «bloqueo» que hemos sufrido.
Nuestros informes contradictorios, siempre sujetos a los registros electrónicos y legislación vigente, han sido silenciados.
No hubo fisuras.
Los «audios» dirigidos a los medios así lo demuestran.
Un solo interlocutor ha conseguido sus fines.
La justicia la busca un juez y el veredicto se dictará con pruebas.
Nuestros máximo respeto a Samuel y los afectados, pero, cuidado, las evidencias están muy claras.
Un procedimiento judicial de esta magnitud, está sujeto a una estricta confidencialidad de igual forma que la CIAIM la contempla en su Estatuto Jurídico.
Se han vulnerado todas las «estructuras jurídicas» y en consecuencia la debida presunción de inocencia.
El conflicto de valoraciones entre los peritos judiciales y el Pleno de la CIAIM, otra filtración, demuestra una vez más, la irresponsabilidad de quien utiliza los medios de comunicación de forma interesada y lo que es peor, de quien lo publica unilateralmente sin valorar sus graves consecuencias.
Todo está está escrito y todo legislado.
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