Salvados los cuatro tripulantes de un volantero de Cedeira que naufragó: «Estábamos casi al lado y en cinco minutos desapareció, solo se veía un bulto»

Una vía de agua deja proa al sol a El Cañavera, cuya dotación ha sido rescatada por el Brisas de Cedeira.

Sanos y a salvo, los cuatro tripulantes del pesquero El Cañavera intentaban reponerse en sus casas del naufragio que vivieron por la tarde. El volantero con base en Cedeira quedaba proa al sol, a unas 1,3 millas al este de Punta Candieira, en el momento de elaborar esta información. Los cuatro marineros que iban a bordo se vieron obligados a abandonarlo ahí, cuando comprobaron que no podían controlar una vía de agua que anegó rápidamente el pesquero. Casi al mismo tiempo que a las 15.29 horas alertaban al Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de A Coruña, saltaban a una de las dos balsas salvavidas. A las 15.49, 20 minutos después, desde el puente de mando del Brisas de Cedeira, otro volantero con base en ese puerto coruñés, comunicaban a Salvamento que habían rescatado a los náufragos.

«Recogimos a los cuatro en la balsa. Estaban todos bien, en buenas condiciones, secos», relataba por teléfono Ángel González, patrón del Brisas de Cedeira. Acababa de atracar en el muelle cedeirés. Todo comenzó pasadas las tres y media de la tarde, cuando escucharon la llamada de socorro a través de la radio costera. «Estaban pidiendo auxilio y nosotros los teníamos prácticamente a la vista, estábamos a diez minutos de ellos. Miré en el GPS la situación y vi el barco. Pero a los cinco minutos desapareció, solo quedaba un bulto», detalla el mando del Brisas de Cedeira.

No dudaron en levantar los aparejos y poner proa al lugar del naufragio. Cuando llegaron, el barco no se había hundido por completo, sobresalía la proa. «El resto del casco, el puente y todo, estaba sumergido. Ellos habían logrado salir ya en una de las dos balsas que llevaban», recordaba Ángel González. Tras rescatar a sus colegas marineros, el Brisas de Cedeira navegó con ellos hasta el puerto. Desde el muelle de Cedeira se trasladaron a sus respectivos domicilios.

Salvamento coordinó el rescate

No es el primer auxilio en el que participa Ángel González: «En el mar estamos acostumbrados. Cuando oímos un aviso de algún compañero procuramos colaborar con Salvamento en todo lo que podemos».

Fuentes de Salvamento Marítimo explicaron que desde el puente de mando de El Cañavera les comunicaron que no podían controlar la vía del agua y que el barco se hundía. Inmediatamente movilizaron al helicóptero Helimer 401, de Salvamento y con base en el aeropuerto coruñés de Alvedro, a la Salvamar Shaula, también de Salvamento que opera desde Cariño, y a la Condesa Pardo de Bazán, lancha de rescate de Cruz Roja con base en Cedeira.

Como el casco de El Cañavera quedaba semihundido, Salvamento lanzó avisos a la navegación. A la hora de elaborar esta información, la Shaula permanecía en el lugar del naufragio, recogiendo restos del volantero accidentado que salían a flote.

Públicamente no han trascendido las posibles causas de la vía de agua ni las circunstancias en la que se produjo. Dependiendo de si El Cañavera acaba finalmente en el fondo del mar o no, durante este martes se adoptarán las decisiones correspondientes.

Con casco de poliéster y 17,50 metros de eslora (largo), El Cañavera estaba operativo desde principios del 2005. Cuenta con un motor principal de 125 kilovatios de potencia y su arqueo bruto supera ligeramente las 33 toneladas, según el Registro General de la Flota Pesquera.

De acuerdo con esa base oficial, el Brisas de Cedeira mide 18,55 metros de eslora, equipa un propulsor de casi 162 kilovatios de potencia y su arqueo bruto son 45,62 toneladas. Operativo desde principios del 2001, su casco también es de poliéster.

Fuente;lavozdegalicia.com