Evitan el hundimiento de un pesquero de O Grove con una vía de agua, frente a Corrubedo.
El barco pesquero “Ariño”, con puerto base en O Grove, de casi 15 metros de eslora y más de 27 toneladas de arqueo bruto, fue el protagonista de la mañana en las Rías Baixas, a causa de la vía de agua que sufrió de madrugada, mientras faenaba frente a la costa de Corrubedo y la isla de Sálvora, como ya informaba FARO DE VIGO pasadas las diez.
“Finalmente todo se quedó en solo un susto y los tres tripulantes que estábamos a bordo nos encontramos en perfectas condiciones”, indicaba el patrón del barco, Paco Padín, mientras estaba siendo trasladado al puerto ribeirense de Aguiño por la lancha de rescate “Salvamar Régulus”.
Fue enviada en su ayuda desde el Centro Zonal de Salvamento Marítimo, con base en Monte Enxa (Porto do Son), muy cerca del lugar en el que se registró el accidente marítimo que provocó la rotura del casco de madera de esta nave, construida en el año 1985 y que entró en servicio en mayo de 1986.
Desde la aeronave
Al igual que se alertó al helicóptero Pesca 1, adscrito al servicio de Gardacostas de Galicia y desplazado al lugar de los hechos desde su base en el aeropuerto de Vigo.
Fue la tripulación de la aeronave la que deslizó hasta el barco la bomba de achique necesaria para evitar su hundimiento y mantenerlo a flote durante su traslado a puerto ribeirense de Aguiño.
El propio armador confirmó al decano de la prensa nacional que “fue una vía de agua que nos hizo temer por la embarcación y que se produjo después de sentir un fuerte golpe en el casco”, quizás a causa de alguno de los muchos objetos que se encuentran a la deriva tanto dentro como fuera de las rías gallegas.
Un duro invierno
Unos peligrosos restos que, como advirtió FARO en repetidas ocasiones durante las últimas semanas, son consecuencia directa de la sucesión de temporales padecida en la costa gallega durante el pasado invierno.
Aunque el patrón del “Ariño” desconoce con qué colisionó exactamente, podría tratarse de alguna viga o cualquier otro trozo de las bateas que el intenso oleaje y el viento han destrozado, o quizás de algún tronco arrastrado por las corrientes o cualquier otro elemento similar que flotan entre aguas y apenas se ven desde los barcos.
Una tripulación conocida
En este caso fue el “Ariño” el protagonista del percance. Una embarcación y una tripulación muy conocidas en el puerto de O Grove, donde en 2020 fueron premiadas en el transcurso de las jornadas de exaltación del centollo.
Fue con motivo del concurso de ejemplares vivos celebrado entonces en la lonja, donde el “Ariño” logró el premio al mejor macho.
Más concretamente, por un individuo de 4,550 kilos de peso que había sido recogido con las tradicionales redes conocidas como “miños”.
Las mismas que empleaba esta mañana cuando sufrió el accidente marítimo y que este barco está autorizado a manejar junto con trasmallos, vetas y nasas de pulpo.
La captura de ese gran centollo no fue, ni mucho menos, el único motivo por el que se conoció al “Ariño” en los últimos años.
El rape gigante
En agosto de 2019 capturó un rape (Lophius piscatorius), también conocido como pez sapo o pejesapo, de 38 kilos de peso y 1,5 metros de longitud.
Y lo hizo empleando vetas en la boca de la ría de Arousa, a la altura de la isla de Sálvora y el cabo de Corrubedo, que es, como se decía antes, la zona en la que también se encontraba esta mañana.
“La verdad es que ya habíamos capturado con anterioridad otros buenos ejemplares, alguno de más de veinte kilos de peso, pero un rape tan grande como éste no lo habíamos visto nunca”, confesaba entonces Paco Padín mientras posaba con orgullo al lado del majestuoso pez en el momento de ser subastado en la lonja grovense.
Fuente:farodevigo.es
«Nuestra Web»
«Emulando a la Revista Satírica La Codorniz, somos la Web más audaz para el lector más inteligente»
Perdonando…
Deja una respuesta