Aprueba este martes el nuevo Plan de Salvamento Marítimo que incluye prevención de contaminación en los parques eólicos marinos.

Una patera en aguas de Baleares.

El Gobierno destinará más de 111 millones para comprar varios tipos de embarcaciones de las que participan en operaciones de rescate de personas en el mar y para adquirir un nuevo helicóptero de apoyo y a construir un nuevo centro de coordinación de Salvamento Marítimo en Palma, que sustituirá al actual edificio, de alquiler. Estos dos elementos forman parte del nuevo Plan Nacional de Salvamento Marítimo para los años 2025-2027 que aprobará este martes el Consejo de Ministros, en medio de reclamaciones del gobierno de Baleares para que se reconozca como «consolidada» la ruta migratoria entre Argelia y el archipiélago.

A pesar de esta exigencia por parte del gobierno regional de Marga Prohens, fuentes gubernamentales puntualizan que es Canarias donde se registra el 80% de la llegada de migrantes en pateras, mientras que Baleares no representa más que el 10% aproximadamente, aunque también con una innegable exposición. En todo caso, el nuevo centro de coordinación de Salvamento Marítimo —de los que hay dos decenas repartidos por todo el país— que se construirá en Palma sustituirá al existente, provisional y que se aloja en un edificio en alquiler.

Este es uno de los elementos del documento llamado «Plan Nacional de Servicios Especiales de Salvamento de la Vida Humana en la Mar y de la Contaminación del Medio Marino» que el ministro de Transportes, Óscar Puente, someterá a aprobación del Consejo de Ministros. En total, prevé destinar 163 millones de euros, de los que la mayoría, 111,6 millones, se destinarán a la compra y renovación de nuevos medios marinos y también aéreo para avistar y rescatar personas en el mar. Supone un incremento de fondos con respecto al plan vigente, 2021-2024, dotado con 173,6 millones para tres años.

El primer eje de actuaciones tiene que ver con salvamento y contempla licitar la construcción de dos nuevas patrulleras de Salvamento, otros dos nuevos remolcadores -y la consiguiente dada de baja de los más antiguos de la flota actual a los que sustituirán-, la renovación de al menos seis embarcaciones de acción rápida que tengan más de 25 años, que se reemplazarán por otras construidas más recientemente y a las que se sumarán dos unidades itinerantes.

En el aire, se sustituirá un helicóptero mediano por otro de nueva construcción de gran porte, con un coste de 27 millones, así como la incorporación de drones a estas tareas. Los medios marinos supondrán un desembolso de 84,6 millones. También se renovarán equipos de comunicación y navegación y se mejorarán estaciones remotas.

Evitar la contaminación de la eólica marina

La segunda pata del nuevo plan tiene que ver con medidas para supervisar que el transporte marítimo cumple obligaciones en materia de descarbonización como exige la inclusión del transporte marítimo en el régimen de comercio de emisiones de CO2, y de vigilancia y protección frente a vertidos marinos.

Uno de los elementos en los que se detiene es en prevenir la contaminación que pueda originarse en los futuros parques de eólica marina, en un sector que todavía está esperando a que el Gobierno organice la primera subasta de electricidad para empezar a invertir y construir. El nuevo plan contempla que «la instalación marítima de nuevos parques requiere trabajar con el sector para que los nuevos desarrollos energéticos sean seguros y sostenibles».

Fuente:20minutos.es