Junto a Cutfield también partió Tim Parker Eaton, oficial de máquinas del barco imputado de los mismos cargos que el capitán
El capitán del Bayesan, principal investigado por el naufragio del yate, dejó Italia para volver a España, donde reside, tras estar varios días a disposición de la Justicia italiana, que sigue las pesquisas por la tragedia que causó el 19 de agosto la muerte de siete personas, entre ellas el magnate británico Mike Lynch.
El neozelandés James Cutfield, sospechoso de homicidio culposo múltiple y naufragio culposo, se fue este jueves hacia Mallorca, isla española en la que es residente junto a su familia, mientras el proceso judicial por el trágico accidente prosigue en Italia para examinar sus responsabilidades como capitán del velero naufragado.
Según prensa, junto a Cutfield también partió Tim Parker Eaton, oficial de máquinas del barco imputado de los mismos cargos que el capitán. El tercer sospechoso en la investigación, el marinero francés Matthew Griffiths -quién estaba de guardia durante la noche de la tormenta en que hubo el naufragio- también llegó a Francia.
Desde la tragedia -en que murieron siete personas y otras 15 lograron sobrevivir-, no hubo restricciones por parte de la Justicia que prohibiera a la tripulación del Bayesan irse del país, pero la Justicia instó a los empleados del barco a permanecer en Italia para estar a disposición de sus peticiones al inicio de las pesquisas.
Dos de las azafatas del yate -las cuales no han sido consideradas sospechosas de ningún delito– se fueron este jueves a Turquía, mientras que otros dos trabajadores se fueron el miércoles del país, según la agencia oficial de noticias italiana Ansa.
El caso del naufragio del Bayesan, que se hundió en plena tormenta frente al puerto de Porticello -en la isla de Sicilia- causó revuelo tanto en Italia como a nivel internacional, y ha derivado en todo tipo de hipótesis sobre las causas del hundimiento.
Según la Justicia italiana, pudo haber habido errores humanos que llevaron al naufragio y que lo hubieran podido evitar, como el hecho de que no se dieran señales de alarma cuando el barco se hundía hasta media hora después del incidente, mientras que tampoco se activaron medidas de precaución necesarias antes de la tempestad, pese a que la tripulación estaba al caso de que esta se avecinaba.
Con todo, los organismos judiciales italianos no han excluido la inclusión de nuevos sospechosos a medida que avancen en la pesquisa sobre un caso sobre el que aún tienen más preguntas que respuestas.
Ante un primer interrogatorio con los fiscales esta semana, el capitán rompió a llorar y se acogió a su derecho a no responder, según informó prensa local.
El hundimiento del Bayesan causó la muerte de siete personas, entre ellas Mike Lynch y su hija Hannah Lynch, de 18 años, después de que el magnate británico hubiera organizado este viaje en Sicilia para celebrar que había sido absuelto en un largo proceso judicial, junto a familiares y varios amigos.
Otros de los fallecidos fueron su abogado, Chris Morvillo, y el presidente del banco Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer.
Fuente:diariodemallorca.es
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