Los diez tripulantes, tres gallegos un vasco y ocho indonesios, se encuentran en perfecto estado.

El Ray Primero, el pesquero francés que sufrió una vía de agua en la madrugada del domingo cuando navegaba a 10 millas de la costa de A Coruña y que tuvo que ser remolcado por la Salvamar Betelgeuse y el buque de salvamento María de Maeztu hasta la ciudad herculina, continúa atracado en el muelle del Este, donde está siendo objeto de «pequeñas reparaciones» que permitan garantizar su navegabilidad, mientras espera una revisión a fondo por parte de los peritos, como explicaba el armador, el ribeirense Juan Sampedro.

Aunque desde la Agencia Marítima Finisterre indicaron que el estado del barco no es tan grave como en un principio podría parecer, el propietario del palangrero apuntó que «hai bastante desfeita» y que tras una inspección preliminar es posible que la reparación de los daños sufridos por el buque lo mantengan en el dique seco entre cuatro y cinco meses.

Pese al contratiempo, Sampedro se muestra aliviado porque todos los miembros de la tripulación están en perfecto estado: «Barcos hai máis». Los 11 marineros que iban a bordo del Ray Primero, entre ellos tres vecinos de Ribeira, uno del País Vasco y ocho indonesios, fueron rescatados por el Helimer 402 a las 4.09 horas del domingo. El barco emitió una hora antes una señal de socorro por una vía de agua que no podían controlar y de la que todavía se desconocen las causas: «A máquina está chea de aceite dos motores e non se ve nada», comentaba el armador.

Sobre el estado de la tripulación, que tuvo que abandonar el barco y refugiarse en la balsa salvavidas, todos se encuentran en perfecto estado, aunque con un buen susto en el cuerpo: «Foi todo moi rápido, en cuestión de minutos, quedaron sen luz ningunha e tiveron que abandonar o barco. De madrugada no medio do mar non vían nada, puxeron os traxes de supervivencia coa luz dunha lanterna».

Superado el shock inicial, toca pensar en la reparación del Ray Primero para que más pronto que tarde vuelva al mar.

Fuente:lavozdegalicia.es