Las radiocomunicaciones marítimas pasaron en abril a manos de Abertis-Telecom y los oficiales radioelectrónicos aseguran que se ha desvirtuado un servicio vital en el mar.

Justo un mes después del cierre de las estaciones radiocosteras de Telefónica, que fueron sustituidas el 27 de abril por las de Abertis-Telecom (Retevisión), internet ha sido la vía elegida por los oficiales radioelectrónicos del Centro Diana (Madrid Radio), para emitir su último y definitivo mensaje radial en morse, sistema relevado también por la incorporación de las nuevas tecnologías.

Distribuido como mp3 a la Red, la emisión de Diana Radio señala, tras llamada general, lo siguiente: «con el cierre de Madrid Diana se culmina la liquidación del servicio marítimo de Telefónica. O, mejor, del Servicio Marítimo Español tal y como lo hemos conocido, puesto que la nueva operadora no da servicio de correspondencia pública ni va a actuar como ente independiente sino como mero apéndice de Sasemar. A todos cuantos hemos trabajado en las estaciones costeras nos duele ver su triste final. Sírvanos de consuelo saber que ya formamos parte de la Historia. Hasta siempre».

A este escueto mensaje de despedida, el Grupo de Expertos no Gubernamentales del Sistema Mundial de Socorro, que integran capitanes, jefes de máquinas y oficiales radio, añade que ese formar parte de la Historia se ha logrado «habiéndonos dejado la piel en defensa de nuestra histórica profesión y de los intereses relativos a la seguridad de la vida humana en la mar».

El grupo de expertos del Sistema Mundial de Socorro (GMDSS) recuerda que este mecanismo nació «como un sistema infalible», para añadir que «los iluminados que así lo creyeron olvidaron que los oficiales radioelectrónicos de la Marina Mercante eran y son el factor humano imprescindible para su correcto manejo y entendimiento».

Se refieren a la Organización Marítima Internacional (OMI) -a la que responsabilizan de «tanta confusión y muertes en la mar»- como la encargada de reconducir «de una vez por todas la dramática evolución del GMDSS y aplicar las medidas correctoras oportunas para evitar no sólo muertes y contaminación en la mar, sino también la imputación de delitos a capitanes de la Marina Mercante que, lejos de haber defendido la permanencia de los oficiales radioelectrónicos a bordo de los buques, hoy son víctimas de su insolidaridad y falta de responsabilidad».

Estos profesionales citan al capitán del Prestige, Apostolos Mangouras, como «el mejor ejemplo, entre muchos, de la imputación de un delito de desatención a las radiocomunicaciones en una situación extrema de emergencia», y agradecen y felicitan, a la vez, «a todos cuantos desarrollaron su carrera profesional en las radiocosteras españolas y que tan extraordinarios servicios prestaron a la gente de la mar».

Además, consideran que la mejor muestra del grado de insensibilidad y desconocimiento de tan histórico servicio por parte de las autoridades marítimas, que olvidaron «un reconocimiento público a tan laureado servicio y sus profesionales», es el silencio que han mantenido ante el cambio en las estaciones radiocosteras propiciado desde las instancias de la Dirección General de la Marina Mercante.

Fuente:laopinioncoruna.es