Mossos y Guardia Civil piden reducir las velocidades y alejar los barcos de ocio
“Nos hace sufrir la velocidad de algunas embarcaciones en áreas de baño o en zonas de fondeo; las embarcaciones que no respetan las líneas de boya de las zonas para los bañistas; las motos de agua, sobre todo por la velocidad a la que pueden ir; se necesitaría una regulación específica del uso de las motos. Nos hace sufrir también que se puedan alquilar embarcaciones con motores de hasta veinticinco caballos sin ninguna experiencia en el mar”, explica el inspector Jordi Ollé, jefe del Área Marítima de los Mossos d’Esquadra.
El creciente incivismo en el mar, cerca de la costa, está creciendo en paralelo al auge de la actividad náutica, concentrada en agosto. Cada verano son más quienes se animan a alquilar una pequeña embarcación sin la necesidad de disponer de ninguna experiencia, formación ni titulación. No ha ayudado la moda de las motos de agua, peligrosas cuando son conducidas junto a playas y calas por pilotos inexpertos y temerarios.
La normativa fija que a partir de 50 metros del litoral, si no hay boyas, no hay límite de velocidad
Se trata, en general, de una minoría, como corroboran los Mossos d’Esquadra y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, pero muy peligrosa porque causan accidentes en el mar, muchas veces cerca de la costa. Ponen en riesgo a la parte más vulnerable: bañistas, nadadores, aficionados al esnórquel o al buceo y a quienes disfrutan de los cayacs o del paddle surf.
También son una grave amenaza para quienes disfrutan de la náutica de forma responsable, navegando con sus embarcaciones y disfrutando del mar.
Varios accidentes este agosto han encendido las alarmas, con un bañista fallecido frente a una playa de Salou al ser arrollado por una embarcación recreativa, pero el problema es de fondo. Los siniestros son la punta del iceberg de un conflicto que, según coinciden los Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil, exige un cambio de la normativa actual, en manos del Ministerio de Transportes.
“Echamos en falta a nivel de seguridad una mayor regulación en el uso de las embarcaciones de recreo, lo que nos daría mayor seguridad jurídica, por ejemplo cuando vemos una moto acuática que va muy deprisa cerca de una zona de baño. La regulación marítima no está pensada para el fenómeno actual, con muchos más barcos pequeños y el uso recreativo del mar, con un gran movimiento en verano de embarcaciones de ocio que conviven con bañistas o gente que sale con cayacs o paddle surf”, razona el inspector Ollé.
Las multas se disparan
El número de expedientes sancionadores abiertos en el último año por los dos cuerpos policiales con competencias en el mar muestran parte del problema de incivismo en el mar. Los Mossos d’Esquadra han abierto en lo que va de año 150 expedientes sancionadores en la costa catalana, en una cifra que se ha mantenido estable en los últimos veranos. “La voluntad es pedagógica”, destaca el inspector Jordi Ollé. El cambio llegó después de la pandemia, cuando se disparó la actividad náutica de recreo. La Guardia Civil ha visto un incremento notable de denuncias en las inspecciones de actividades recreativas en el último verano en la Costa Brava, pasando de 69 (2023) a 147 denuncias, y en la Costa Daurada, de 82 a 178 expedientes sancionadores.
El número de inspecciones se ha reforzado, pero no explica que las sanciones prácticamente se hayan duplicado.
La Guardia Civil, con muchos más años de experiencia en el mar, coincide con los Mossos. “La normativa marítima está pensada para los grandes barcos, no tiene en cuenta las embarcaciones pequeñas”, corrobora Juan José Sánchez García, capitán del Servicio Marítimo de Tarragona.
Entre los cambios que se deberían introducir, destaca la policía catalana, que cerca de la costa los límites de velocidad fuesen mucho más concisos, o que el fondeo esté muy regulado y que esté prohibido cerca de la costa. “Falta orden en el litoral, está desordenado. Buscamos seguridad, que no haya accidentes, que todo el mundo tenga claro donde puede correr y donde no con su embarcación de recreo”, destaca el jefe del área marítima de los Mossos d’Esquadra.
También piden una mejor señalización de las zonas de baño en las playas y las calas, así como las áreas destinadas al fondeo. La normativa de navegación establece que a partir de cincuenta metros de la costa “puedes ir a la velocidad que quieras, y esto es muy cerca del litoral, se debería de ampliar a 300 o 500 metros”, añade el inspector Ollé.
Dentro de la zona protegida para el baño y actividades náuticas sin motor, proponen desde los Mossos d’Esquadra que no se pueda pasar de los cinco nudos de velocidad, como pasa en los puertos. “Te puedes encontrar gente nadando o en cayacs, hay que evitar los accidentes”, insiste el inspector.
“Conducir bebido está penado en las normas de circulación por carretera, pero en cambio en el mar no puedes obligar a realizar una prueba de alcoholemia o drogas”, destaca el capitán de la Guardia Civil. “La normativa en cuanto a las distancias es antigua y está poco estructurada”, añade.
Los cuerpos policiales no son los únicos en pedir un cambio de la normativa. “La legislación actual es insuficiente. Embarcaciones de poca potencia se pueden llevar sin ninguna titulación y te puede partir igual en dos si te pasa por encima. Y hay gente muy joven conduciendo motos de agua, algunos bajo los efectos del alcohol y las drogas”, alerta Albert Giralt, vicepresidente del AES Neptuno. Uno de los socios de este club de actividades subacuáticas, con sede en l’Hospitalet de Llobregat, sufrió un accidente en Salou hace dos semanas cuando practicaba pesca submarina. La víctima, un joven buceador, fue arrollada por una embarcación y sufrió la fractura de dos costillas. No sirvió de nada su boya, que señalizaba su presencia, lo que marca una distancia mínima legal de 50 metros a la que no se pueden acercar las embarcaciones.
“Pedimos más información, sensibilización y más sanciones. La distancia mínima de seguridad a las boyas se debería de ampliar hasta los 100-200 metros, como en otros países europeos. Hace falta que mueran más personas en el mar?”, advierte Giralt.
Fuente:lavanguardia.com
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