«Los hundimientos son hechos felizmente excepcionales.»

«La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) aludió a una concatenación de múltiples negligencias.»

Estas «apreciaciones» fueron publicadas hoy mismo en un medio de comunicación.

Es acojonante.

Villa de Pitanxo.

Son más de 8.000 las embarcaciones que conforman la flota de bandera española en la actualidad, de las que más de 375 operan en aguas de altura y gran altura.

Por complejas que se presenten las condiciones de la mar, y por vetusta que sea la edad media en el sector —que lo es, con 36 años, según los datos oficiales—, los hundimientos son hechos felizmente excepcionales.

Los barcos están diseñados para soportar condiciones extremas; no son fáciles de hundir.

Por esto mismo, el informe final de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) aludió a una concatenación de múltiples negligencias para explicar por qué el ‘Villa de Pitanxo’ sucumbió al envite del Atlántico aquella noche del 15 de febrero de 2022 tras haber realizado decenas de mareas, con viradas y recogidas de aparejo, en el mismo caladero.