La ONG por la conservación de la fauna marina, la Asociación Sea Shepherd Francia inició una nueva campaña frente a las costas gallegas dentro de su operación «Dalphin Bycatch Spain», que ya realizó en marzo, para combatir y denunciar las capturas accidentales de delfines en las redes de los barcos arrastreros, y que se ha saldado con una nueva denuncia contra la flota gallega, en este caso por las maniobras intimidatorias que realizó un arrastrero de Bueu, acercándose a la embarcación Walrus, desplegada por la organización ecologista, que lleva dos semanas frente a las costas gallegas.
El primer día de observación en la campaña de marzo, la ONG, que seguía a una pareja de arrastreros a 30 millas de la ría de Vigo, grabó cómo en las redes de pesca de dos de elloshabía una veintena de delfines comunes muertos, que fueron arrojados de nuevo por las tripulaciones al mar. Aquello fue definido por la organización como una «escena de las peores pesadillas», tal y como recuerda el francés Thomas le Coz, a bordo estos días en el Walrus.
Asegura que el viernes pasado estaban con la observación de los pesqueros a esa misma distancia de las Cíes, cuando el de Bueu realizó esas maniobras intimidatorias, a modo de intento de abordaje para que no les pudieran grabar. A bordo del barco ecologista viajan cinco personas, y ese mismo viernes iba con ellos un representante de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) muy implicada desde hace años en el seguimiento de los varamientos de delfines en Galicia y en las laboras de conservación de la especie.
La ONG francesa grabó un video que difunde dentro de su campaña para denunciar lo ocurrido, aunque descarta tomar acciones legales contra el pesquero, pero Thomas le Coz asegura que se trató una acción «irresponsable y peligrosa. Si tenemos un problema en el motor y no podemos movernos, podríamos sufrir una colisión que hundiría nuestro barco y pondría en peligro la vida de nuestra tripulación». Estamos hablando de un pesquero de 26, 5 metros que iba a bastante máquina contra un barco de 14 metros de eslora. Fue el segundo barco que observaban en esta campaña y ocurrió cuando estaban levantando la red y comenzaron a grabar imágenes: «Se pusieron nerviosos y empezaron a perseguirnos»
Añade que, en estos días de campaña, con 6 barcos observados, no detectaron, como en la primera en marzo, delfines muertos en sus redes. Ayer ya estaban camino hacia el norte de Galicia en donde van a seguir la observación.
Entienden que a las tripulaciones no les guste esta observación, pero el trabajo de la ONG es intentar luchar por la conservación de los delfines porque si se ven, como en marzo, veinte ejemplares muertos en las redes de un barco, como fue el caso de los pesqueros Samper y Boteira Primero, de Ribeira, «una tasa de mortandad como ésta es peligrosa para la supervivencia de esta especie protegida y seguro que no es un caso único».
Entienden que a las tripulaciones no les guste esta observación, pero el trabajo de la ONG es intentar luchar por la conservación de los delfines porque si se ven, como en marzo, veinte ejemplares muertos en las redes de un barco, como fue el caso de los pesqueros Samper y Boteira Primero, de Ribeira, «una tasa de mortandad como ésta es peligrosa para la supervivencia de esta especie protegida y seguro que no es un caso único».

El Walrus en la presente campaña.
Lo que quieren difundiendo imágenes como la de hace seis meses con los delfines muertos es que cese la indiferencia generalizada y el Gobierno español y los pescadores asuman su responsabilidad. Le Coz asegura que con estas campañas no hacen informes que trasladen a las autoridades, «nuestro papel es que salgan a la luz, mostrar las imágenes». Añade que las tripulaciones a bordo están obligadas a declarar en el Diario de Abordo (DEA) si aparecen delfines u otros mamíferos en sus redes y llevarlos tierra, aunque si no tienen capacidad, por falta de espacio a bordo, se les permite que coloquen unas bridas a los ejemplares muertos y los devuelvan al mar para que en el caso de si hay varamiento se pueda determinar la deriva del animal.
En la primera campaña, uno de los armadores denunciado por la muerte de delfines en sus redes, manifestaba a FARO DE VIGO que ellos llevan a bordo pingersque supuestamente ahuyenta a los delfines y defendían que no van a por los mamíferos, sino a por lirio y merluza y que cuando los pescaron sin querer cambiaron de caladero. «¿Qué más podemos hacer?», se quejaban.
La asociación ecologista francesa extendió este año su campaña a España, conscientes de que Francia no era la única responsable de la masacre de delfines en la pesca y que gracias a ella «aunque la situación está lejos de resolverse, se han logrado avances, sobre todo en la concienciación de la opinión pública y también de los pescadores».
Fuente:farodevigo.es
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