Moscú transporta más de la mitad de su crudo por este punto en buques que tienen una media de antigüedad de 17 años, lo que aumenta el riesgo de accidentes y vertidos.
Algeciras/Más de la mitad del petróleo ruso transportado por mar ha pasado por el estrecho de Gibraltar entre enero y junio de este año en buques de la llamada flota fantasma de petroleros rusos, que tienen una media de 17 años de antigüedad, lo que supone un riesgo de que se pueda producir algún accidente que cause un vertido de crudo. De hecho, la mayoría de las compañías petroleras occidentales se plantean desguazar sus petroleros a los 15 años debido al desgaste de los buques y al aumento del coste de su mantenimiento.
Un informe de la Escuela de Economía de Kiev (KSE) estima que por el Estrecho pasan al día tres petroleros de la flota fantasma, con 56 millones de barriles de crudo -el 51,3% del petróleo ruso transportado por mar- en los seis primeros meses de 2024. Además, otros 29,4 millones de barriles de productos petrolíferos fueron transportados en petroleros vinculados a Moscú con una antigüedad de 19 años.
La flota fantasma nació a raíz de la invasión a Ucrania para romper el bloqueo al comercio de los hidrocarburos rusos. Está formada por decenas de buques obsoletos con bandera de conveniencia -Liberia, Camerún o Islas Marshall, entre otros países-, que llevan el crudo ruso desde el Báltico y el Ártico hasta distintos puntos, como Brasil, China, India y África. Al realizar rutas muy largas, necesitan relevos, pero como las exportaciones rusas están vetadas en buena parte de los puertos de estas rutas se traspasan su cargamento entre ellos en alta mar, con graves riesgos de accidentes y vertidos. Muchas de estas tareas se han llevado a cabo al este de Ceuta, en aguas internacionales, sin que el Gobierno de España pueda regularlas. En julio de 2023, tras los intentos europeos de sancionar este tipo de operaciones en el Mediterráneo y por la inseguridad en el mar Rojo, muchas de estas operaciones se movieron hacia las inmediaciones de las Islas Canarias.
El diario británico The Times señala que uno de estos accidentes tuvo lugar en la bahía de Algeciras en febrero del año pasado, cuando dos petroleros de la flota en la sombra tuvieron que ser socorridos por remolcadores y un buque de salvamento. Ambos petroleros habían cambiado recientemente de nombre y pabellón, uno a Palaos y el otro a Gabón. Otro ejemplo: a finales de octubre de 2022, las autoridades marítimas españolas ordenaron remolcar hasta la Bahía de Algeciras, frente a Campamento, al tanquero Linda I, con bandera de Panamá y una antigüedad de 20 años que sufrió un problema mecánico y quedó a la deriva. Los inspectores detectaron otras deficiencias, por lo que se le impuso una multa de 80.000 euros. Y en marzo de 2023, el petrolero Blue Sun , botado en 2004, con bandera de Panamá, dio aviso a Salvamento Marítimo por una avería en pleno estrecho de Gibraltar. Su destino era Primorsk, uno de los mayores puntos de exportación de petróleo ruso. Este buque ahora se llama Katran y navega bajo pabellón de Sierra Leona.
Desde la invasión rusa a Ucrania, se han producido al menos una docena de accidentes relacionados con la flota fantasma en otros lugares del mundo. El Instituto KSE asegura que 28 de los 45 petroleros de la flota principal que transportan crudo están gestionados por Emiratos Árabes Unidos y originalmente provenían de la mayor compañía naviera rusa, Sovcomflot, que en octubre de 2023 había transferido 45 petroleros a una compañía con sede en Dubai. Estos informes apuntan a que Rusia ha invertido como mínimo 10.000 millones de dólares en su flota desde 2022. El KSE considera que la flota fantasma es responsable del 70 % de las exportaciones de crudo por vía marítima, que se mantienen en pie gracias a la continua demanda de países como China, India o Turquía, mientras que los estados occidentales no endurecen sus medidas por miedo a que unas menores ventas de crudo ruso hagan subir los precios a nivel mundial, según estiman los analistas.
Movimiento de la flota
Otro estudio, en este caso del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio, un grupo de reflexión sin ánimo de lucro con sede en Finlandia, apunta que el número de petroleros fantasma que atravesaron el paso de Calais entre enero y agosto de este año aumentó un 355% en comparación con el mismo periodo de 2022. Debido a este incremento, las autoridades han expresado su preocupación por la posibilidad de que se produzca un vertido relacionado con la flota fantasma en aguas europeas. David O’Sullivan, enviado especial internacional para la aplicación de las sanciones de la UE, ha advertido de que la flota puede provocar «un desastre ecológico en poco tiempo» y añadió que es un asunto «por el que la comunidad internacional debe preocuparse».
El pasado julio, junto con otros países, Reino Unido encabezó un llamamiento a la acción para hacer frente a los riesgos que la flota fantasma supone para el medio ambiente, la seguridad marítima y la seguridad en Europa. Además, un portavoz del gobierno de Gibraltar ha declarado que cualquier vertido importante en el Estrecho «podría matar potencialmente a miles de aves marinas si se produce en determinadas épocas del año».
El temor a una catástrofe ecológica se ve agravado por el hecho de que son pocos los petroleros que parecen disponer del seguro necesario para pagar la limpieza en caso de que se produjera un vertido. State Capture, una fundación neerlandesa sin ánimo de lucro, y el Instituto KSE señalaron en un informe al Parlamento de Reino Unido que la limpieza de un vertido de petróleo en el canal de la Mancha podría costar unos 1.050 millones de libras.
Sin embargo, hay muy poca información sobre la cobertura de seguro que llevan los petroleros en la sombra, ya que solo está disponible para el país del pabellón del barco. Incluso en ese caso, el sector asegurador ruso -que se entiende que cubre al menos parte de la flota fantasma- carece de un historial favorable de pagos en reclamaciones de responsabilidad por vertidos. Tampoco está claro que se puedan efectuar algunos pagos debido a las sanciones impuestas a Rusia.
En el informe, el Instituto KSE reclama una serie de medidas para combatir la flota fantasma y sugiere que se sancione automáticamente a los petroleros que no cumplan los requisitos de divulgación de información sobre seguros, o cuyos seguros no cumplan las normas básicas, en lugar de hacerlo caso por caso, como se hace actualmente en la mayoría de los países.
En septiembre, el Reino Unido sancionó a otros diez buques relacionados con la flota fantasma, lo que eleva a 25 el número total de buques sancionados por el Reino Unido. De todos los métodos empleados para detener la flota fantasma, las sanciones específicas han resultado ser las más eficaces. Se calcula que los 74 buques que han sido multados por Estados Unidos, Gran Bretaña y la UE han costado a Rusia al menos 2.500 millones de dólares y solo cinco de ellos han podido completar sus rutas desde que fueron sancionados.
Fuente: europasur.es
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