Una patrullera de la Benemérita conduce a Gijón el barco, del País Vasco, al denunciar el capitán y el armador, que iba a bordo, amenazas de varios marineros senegaleses
M. C. / P. P.
Gijón28 SEPT 2025 17:07
Un pesquero vasco arribó en la tarde de ayer a El Musel, pero no al muelle pesquero de Rendiello sino a la quinta alineación del puerto gijonés, donde le esperaban efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Portuaria.
La embarcación llegó escoltado por una patrullera de la Benemérita, que acudió a interceptarlo en alta mar tras haberse recibido en los servicios de emergencia una llamada alertando de que supuestamente se habían producido amenazas de miembros de la tripulación hacia el capitán y hacia el armador del barco, que también iba a bordo.
Uno de los supuestos amenazados apuntó ayer a este diario que lo que se presuntamente se produjo fue «un intento de motín a bordo» por parte de 12 de los 16 miembros de la tripulación.
Al parecer los tripulantes que supuestamente amenazaron al capitán y al armador son de origen senegalés.
El aviso se recibió en la Guardia Civil poco antes de las tres de la tarde, cuando el pesquero se encontraba faenando doce millas mar adentro sobre la perpendicular de Ribadesella.
Según la Guardia Civil, fue entonces cuando se recibió el aviso de que la tripulación «pudiera haber amenazado al capitán y al armador del barco, el cual también se encontraba a bordo» y de que «ante el temor que pudieran causar algún daño al barco, han puesto rumbo al puerto de El Musel».
800 kilos de bonito
La Guardia Civil envió al encuentro del pesquero a la patrullera «Rio Tormes» del Servicio Marítimo Provincial de Asturias. Ambas embarcaciones establecieron contacto a la altura de Villaviciosa y tras contactar con el capitán, no fue necesario «ningún tipo de intervención en el mar» ya que en ese momento «la situación se encontraba normalizada», agregan desde la Guardia Civil.
El pesquero fue escoltado por la patrullera hasta la quinta alineación del puerto de El Musel, atracando en la misma cerca del segundo espigón. Allí esperaban efectivos de la Sección Fiscal de la Guardia Civil en el puerto de El Musel y también de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Zona de Asturias «quienes han abierto una investigación sobre los hechos ocurridos».
El pesquero ya descargó en El Musel los 800 kilos de bonito del norte que llevaba en sus bodegas cuando llegó al puerto gijonés escoltado por la patrullera. El pescado se va a subastar en la lonja de El Musel, una de las canchas en las que este pesquero suele subastar durante la costera del bonito. A principios de la próxima semana, el lunes o el martes, es previsible que el barco vuelva a echarse a la mar, con la tripulación necesaria para ello.
La Guardia Civil procedió ayer a tomar declaraciones a los distintos implicados en este inusual suceso frente a las costas asturianas. El incidente previsiblemente se va a judicializar y el armador ya ha solicitado el apoyo de la cofradía a la que pertenece y va a poner el asunto en manos de abogados.
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