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Cayetano, tinerfeño superviviente del petrolero María Alejandra hace 45 años: “El ascensor me salvó la vida, pero con la succión pensé: hasta aquí llegué”

Cayetano García sobrevivió a la cadena de explosiones y al naufragio del ‘superpetrolero’ al sur de Canarias, en el que fallecieron 36 de los 43 tripulantes, 12 de ellos isleños.

Cayetano García García tenía 23 años cuando se embarcó, en 1980, en el María Alejandra, un petrolero español de última generación que apenas llevaba un lustro de navegación. El joven maquinista tinerfeño nunca imaginó que dos semanas después de que un helicóptero lo dejara por primera vez sobre su cubierta, en una de sus escalas en Las Palmas de Gran Canaria, el coloso de la empresa Mar Oil S.A. acabaría, días después, en el fondo del mar junto a los cuerpos de la mayoría de sus compañeros.

La mole, de 327 metros de eslora y 122.600 toneladas brutas, cubría habitualmente la ruta entre Ras Tanura, provincia oriental de Arabia Saudita, en el Golfo Pérsico, donde llenaba sus tanques de crudo, y Algeciras, con escalas en Canarias. El 11 de marzo de 1980, tras la parada técnica en el Archipiélago, el barco se dirigía al Cabo de Buena Esperanza. Cayetano había terminado, a las 12, sus cuatro horas de guardia. Por la mañana participó en la limpieza de los tanques después de que, durante la descarga en Algeciras, se detectaran algunos problemas con los ventiladores del gas inerte, fluido que ocupa los espacios que quedan vacíos en los tanques a medida que desciende la carga.

“Empezamos la limpieza y trabajamos con una bomba de lastre, las calderas no generaban gas suficiente de buena calidad y estuvimos toda la mañana luchando con este tema, aunque se revisó la instalación y no se encontró ninguna anomalía. El problema es que, prácticamente, no había consumo, la caldera trabajaba al 10% de su producción”, recuerda Cayetano, en una entrevista concedida esta semana a DIARIO DE AVISOS con motivo del 45 aniversario del naufragio.

Una vez finalizado su turno de guardia, almorzó, y a las 13.00 horas regresó a las máquinas. El barco navegaba a 490 millas al sur de Canarias y a 67 del faro de Cabo Blanco (Mauritania). Comentó con el compañero al frente de la vigilancia la conveniencia de revisar la instalación por si se detectaba alguna incidencia con el oxígeno. Y en ese momento se dirigió al ascensor para acceder a la parte superior de la sala de máquinas y chequear los ventiladores.

A las 13.30 horas, Cayetano se introdujo en el ascensor junto a un compañero engrasador, también tinerfeño, que le doblaba en edad. De repente, cuando la cabina había ascendido un par de plantas, sintieron una fuerte explosión. “Aquello no fue rápido, sino instantáneo. Sin terminar de sacudirse el barco, llegó la segunda, aún más potente, que bloqueó el ascensor y nos dejó sin luz. Por un pequeño hueco veíamos el reflejo del fuego y, en ese momento, llegaron otras dos explosiones más. Le dije al compañero que había que salir rápido de allí, pero él se quedó en el ascensor. Nunca más lo vi. Salí por la trampilla que estaba en la parte alta de la cabina y fui derecho para arriba por el hueco del ascensor a través de la escalera de emergencia. Empezaba a notar que el barco se escoraba, pero no sabía realmente lo que estaba pasando fuera”.

El maquinista tinerfeño recuerda que vio claridad en la parte alta, por lo que dedujo que la puerta de emergencia, en la parte trasera del puente, se hallaba abierta. “Subí entre resbalones por la grasa y, cuando llegué arriba y pisé la cubierta, el agua ya estaba ahí. El barco se hundía y eso que yo me encontraba en una de las partes más altas de la superestructura”.

Su mente, entonces, comenzó a procesar a toda velocidad una opción para escapar de aquel infierno. “Iba con la intención de tirarme al agua para evitar quedarme trabado en alguna barandilla, pero no hizo falta porque el mar me vino a buscar y me arrastró. Saqué la cabeza como pude, pero después vino la succión por el hundimiento parcial, que fue el momento más crítico, y ahí pensé: hasta aquí llegué. Pero, no sé cómo, conseguí subir a la superficie extenuado; vi entonces el fuego en el mar, escuché pequeñas explosiones, resoplidos de gases y vapores, y me fijé en que había objetos sueltos flotando. Miré a qué me podía agarrar en medio de olas de dos y tres metros que me llevaban contra la mole, que no se hundió del todo hasta que se hizo de noche”.

Pudo acercarse a una pequeña balsa “rígida”, en desuso, a la que obligaba la normativa italiana cuando el barco se construyó, aunque su destino final no sería una empresa de ese país. “Con las explosiones, salió despedida la balsa, dividida en tres partes. Logré alcanzar el trozo central y ahí aguanté. Con la ayuda de un pequeño remo que llevaba la balsa empecé a alejarme, esa era mi prioridad”.

Después de sobrevivir a las explosiones y a la succión, el náufrago del Porís de Abona empezó a asumir su nueva realidad a merced de las olas y las corrientes. “Pensé que tenía que pasar toda la noche, recuperarme del agotamiento y ya vería por la mañana, aunque tenía claro que sin bebida ni comida no podía mantenerme con vida mucho tiempo. Las reducidas dimensiones del trozo de bote le obligaban a encogerse, manteniendo las piernas recogidas para evitar el contacto con el agua: “Acondicioné como pude la balsa con un toldo que había y una barra, para descansar un poco con la cabeza levantada y tratar de abrigarme para pasar la noche. Procuraba evitar la ansiedad estando lo más tranquilo posible y muy atento a cualquier cosa; a veces me parecía ver alguna sombra, pero no quería ni pensarlo porque me podía volver loco”.

“PENSÉ QUE ESTABA SOLO”

A última hora de la tarde, sintió una angustia que agravó su maltrecho estado anímico: “Reparé en que me encontraba solo en medio del océano, estaba convencido de que no había más compañeros supervivientes porque no había visto ni escuchado a ninguno”.

Horas más tarde, ya de noche cerrada, experimentó una sensación de alivio al descubrir que no todos sus compañeros habían muerto en el accidente: “Serían las 10 o las 11 de la noche cuando vi que alguien estaba intentando lanzar una bengala. Las primeras fallaron, pero hubo una que se encendió e iluminó el cielo un par de minutos. Ahí supe que había algún superviviente más, me llevé una alegría. Seguidamente, vi luces de linterna en un bote”.

La alegría se multiplicó al comprobar que la bengala lanzada al cielo del Atlántico –y que provocaría quemaduras en las manos al náufrago que la lanzó- surtió efecto. La tripulación del buque liberiano Sequoia captó la señal de alerta y puso rumbo a la zona cero de la catástrofe: “Tuvimos la gran suerte de que vieron esa bengala, esa fue nuestra salvación. Cuando me di cuenta de que unas luces muy lejanas se empezaban a acercar, sentí una alegría terrible”.

EL MOMENTO DEL RESCATE

El rescate fue otra odisea. Cuando el buque salvador se dirigía a la otra balsa, en la que flotaban cinco tripulantes del María Alejandra, casi se lleva por delante a Cayetano. “El barco me vio, porque iba despacio, con las luces encendidas y gente en cubierta. No navegaba, sino que empujaba el agua, que iba separando, por lo que en vez de acercarme, me alejaba. Yo me ponía de pie y me caía; si no me cogía el foco en una cresta de la ola, era imposible que me vieran”.

Para colmo de males, cuando le apuntó el cañón de luz se fundió la bombilla y, además, el barco llevaba tanta inercia que siguió de largo. “En ese momento quise pensar: ya me vieron, ya saben que estoy aquí, pero pasaron más de dos horas hasta que acudieron al rescate en plena madrugada. Para mí aquello fue una eternidad”.

Finalmente, Cayetano pudo abandonar el trozo de balsa con el que se mantuvo a flote durante más de 10 horas. Se agarró a un aro salvavidas sujeto a una cuerda que le lanzaron desde el buque y fue arrastrado hasta la zona de popa, donde pudo acceder a través de dos escalas, una de gato y otra real.

“Cuando subí al barco ni veía, tenía mucha sed después de haber vomitado y tragar agua de mar, pero no me dieron líquido sino una especie de compota. Poco a poco me fui aclarando y vi entonces a cinco de mis compañeros, todos estábamos en shock, zumbados, en una nube, como si no hubiéramos asimilado lo que nos había pasado. Entonces, empezamos a preguntarnos si había más supervivientes, si no había, qué más sabíamos, qué fue lo que pasó…”.

Cayetano fue el encargado de comunicar el naufragio a través de una conexión telefónica con un inspector de máquinas, el único contacto que consiguieron los supervivientes tras conectar previamente con una central de comunicaciones en Holanda: “Le expliqué lo que nos había pasado, eran casi las 5 de la mañana”. A partir de ahí se dio la alerta y se activó el operativo de búsqueda y salvamento.

“Nos quedamos en la zona hasta el anochecer del día siguiente. A eso de las 11 ya habían medios suficientes y salimos hacia Las Palmas, donde llegamos en helicóptero”. Allí recibió un regalo que conserva como un tesoro: la bombilla del foco que le apuntó en alta mar desde el Sequoia y que, minutos después, se fundió.

Un petrolero noruego, el Thorshavet, localizó y salvó al séptimo de los trabajadores que salieron con vida del siniestro. Se recuperaron siete cadáveres (tres tripulantes tinerfeños, un grancanario, dos gallegos y un melillense) y 29 personas se dieron por desaparecidas, entre ellas el capitán, Alfredo Videa Ansoleaga, de 45 años, vizcaíno residente en Santa Cruz de Tenerife. En la relación de trabajadores que nunca se encontraron figuraban cinco tinerfeños, un gomero y un lanzaroteño.

ASCENSOR SALVADOR

A la pregunta de por qué cree que se salvó, Cayetano, hoy padre de un varón y dos mujeres (una de ellas lleva el nombre del barco) no duda ni un instante en responder: “Porque estaba dentro del ascensor, que es una estructura reforzada, eso me protegió de la explosión, y porque después salí derecho hacia arriba sin coger una escalera y otra, ya que no habría llegado a tiempo desde donde me encontraba, en las máquinas. Fui el único que escapó de allí”.
El ascensor, un trozo de balsa, una bengala, la única que no falló, un buque que vio el resplandor en medio de la noche y un foco que le apuntó a tiempo se alinearon aquel fatídico 11 de marzo de 1980 para que Cayetano le hiciera una pirueta a la muerte, que, en cambio, resultó implacable para 36 compañeros suyos. 45 años después, confiesa: “Nunca le tuve miedo al mar, aquello fue un accidente”.

Fuente:elespanol.com

Pesca ilegal: ¿cómo controla Prefectura Naval el mar argentino y de qué se trata el Sistema Guardacostas?

DEF visitó la sede de la Prefectura para dialogar con el equipo interdisciplinario creado para el control de los espacios marítimos y sus recursos. Allí manejan un moderno sistema que monitorea, en tiempo real, el Atlántico sur: una de las zonas productivas más importantes del mundo.

DEF se reunió con el equipo interdisciplinario de la Prefectura Naval encargado de controlar los espacios marítimos jurisdiccionales.

El mar argentino, la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y la plataforma continental son de las zonas más productivas del mundo. En estos lugares, año a año, se concentran grandes flotas pesqueras y es, además, en este punto del planeta donde funciona una ruta vital para el comercio global.

Los buques pesqueros se mueven, desde países alejados, para capturar el calamar Illex argentinus, una de las especies más codiciadas internacionalmente. Pero, como se trata de un molusco de naturaleza migratoria, muchas veces se encuentra dentro de la ZEE y , en otras ocasiones, sobrepasa su límite.

Antes de continuar, cabe preguntarse de qué hablamos cuando nos referimos a las 200 millas y a la Zona Económica Exclusiva: en los espacios marítimos, la ZEE se refiere a la columna de agua, el lecho y subsuelo adyacentes a las costas continentales e insulares sobre los que un Estado tiene soberanía. Y, de acuerdo a los lineamientos establecidos por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, la ZEE se extiende más allá del mar territorial (desde las 12 millas marinas contadas desde la línea de base hasta las 200 millas marinas): allí, un país tiene derecho de exploración, explotación, conservación y administración sobre sus recursos.

En definitiva, la Prefectura Naval Argentina está en alerta para detectar, en tiempo real, cualquier buque que ingrese en aguas jurisdiccionales de manera ilegal y, para encarar la complejidad de este escenario, conformó el EICEMAR: un equipo de trabajo interdisciplinario para el Control de los Espacios Marítimos y sus Recursos. DEF pudo dialogar con el equipo sobre un tema que preocupa por su impacto sobre nuestra economía y soberanía.

Desde el edificio Guardacostas, sede de la Prefectura, y un ambiente repleto de pantallas, el prefecto Mario Herlein, responsable de la División que tiene a cargo el moderno Sistema Guardacostas –una plataforma tecnológica que integra fuentes de información y posicionamiento sobre los buques– contó a DEF que llevan un registro de la ubicación de todos los barcos, tanto de los nacionales como de los de bandera extranjera.

“Somos la parte técnica, no la operativa. Nosotros suministramos los datos necesarios y facilitamos la información”, comentó, al tiempo que explicó que los datos que proporcionan son empleados por un área operativa que, luego, brindará las directrices sobre cómo actuar a cada una de las dependencias de la Fuerza en todo el país. O sea, si un buque de Prefectura debe trasladarse a la zona del suceso, previamente recibirá la orden de la autoridad de su jurisdicción. Además, para patrullar, la Fuerza cuenta con aviones Beechcraft que pueden obtener información precisa sobre la ubicación de un barco.

“Básicamente, nos encargamos de la principal herramienta, que es el Sistema Guardacostas”, dijo Herlein a DEF. En ese sentido, cabe aclarar que hay información que determinados buques deben compartir de forma obligatoria, como la posición AIS (un sistema de identificación automática que brinda información sobre la ubicación). Un detalle: los pesqueros, al no estar alcanzados por esta obligación, pueden apagarlo. Otro inconveniente al que la Fuerza debe estar atenta es que se pueden crear posiciones falsas o que un buque de bandera nacional tenga un propietario extranjero.

En cuanto a los buques nacionales, estos tienen que informar su posición con otros métodos cifrados. ¿Por qué no usan el sistema AIS? Porque, de esa manera, otras empresas sabrían el lugar donde se encuentran pescando y acudirían al mismo punto.

“Además, recibimos información y control satelital a través de radares. Hacemos una correlación entre la información AIS y las que nos da el SAR (búsqueda y rescate). Así, podemos verificar si el buque está en posición o si ingresó a las 200 millas”, contó.

El Sistema también cuenta con información sobre la tripulación de los buques, la clorofila y su impacto en la zona de pesca.

Cuestión de límites

En el equipo, contaron que, desde que el Instituto Geográfico Nacional publicó oficialmente la línea de las 200 millas, los buques poseen información precisa sobre ese límite. Al dejar de depender de cartas que contenían errores, en el presente “es poco común que entren y, si lo hacen, es por alguna situación excepcional. Además, no ingresan porque básicamente la pesca es transzonal”.

El recurso está fuera del límite, con lo cual no necesitan entrar”, detalló la abogada y subprefecta Luciana De Santis, miembro del EICEMAR.

Por su parte, la bióloga y oficial principal Nadia Cerino (integrante del equipo) explicó que el calamar, por su ciclo de vida, se mueve y sobrepasa el límite. “Hay mucha desinformación al respecto”, comentó, y agregó: “En Argentina, el recurso está monitoreado. Dentro, la flota nacional tiene cuotas de captura y zonas donde puede hacerlo y otras en las que no. Hay un manejo de la especie. Y, si el recurso sale, se pueden realizar estimaciones”.

De todas maneras, la subprefecta De Santis es contundente: “En el Sistema, se puede observar la cantidad de buques que hay fuera del límite. Supongamos que pudiera haber un ingreso de una hora. El problema no es esa entrada, sino los 500 o 400 buques que están durante cinco meses haciendo captura más allá de la ZEE. Es decir, sin ilegalidad, pero están capturando el recurso que es transzonal”.

En palabras de De Santis, los pesqueros no siempre están obligados a proporcionar información sobre la posición, ya que eso lo determina el Estado de bandera. China, por ejemplo, no los obliga. Aun así, aunque apaguen el sistema AIS, no son invisibles para el Sistema.

De hecho, un fenómeno al que también deben estar atentos tiene que ver con buques con bandera de Estados –como Camerún– que no tienen antecedente de pesca por fuera de la milla 200. Estos buques son de “bandera de conveniencia” y pueden pertenecer a empresarios chinos, por ejemplo.

Cabe señalar que Prefectura Naval también lleva un control de las áreas marinas protegidas ubicadas en la ZEE, como Namuncurá Banco Burwood. “Es una zona con determinadas condiciones y un hábitat específico, con especies únicas. Allí, en algunos puntos, también se pueden hacer investigaciones. Es todo un ecosistema y se protege para asegurar la dinámica de la fauna”, dijo Nadia Cerino, no sin antes aclarar que, incluso, hay áreas donde ni siquiera se puede navegar. Por eso, el Sistema Guardacostas también ejerce control sobre este tipo de área.

¿De dónde saca la información el Sistema Guardacostas?

Herlein, quien entiende que el desarrollo del Sistema Guardacostas se traduce en mayor eficiencia y en ahorro de recursos para el Estado, detalló que, para el seguimiento de la flota, toman la información proporcionada por el AIS e imágenes SAR. Y, si un buque llega a apagar el sistema, recurren a imágenes satelitales. “Cada una de ellas cuesta entre 3000 y 4000 dólares. Pero, por un acuerdo con la CONAE, las obtienen de manera gratuita”, contó.

Un dato brindado por Herlein: para llevar adelante el trabajo, cuentan con el apoyo de una constelación de siete satélites (uno de ellos, el SAOCOM, es argentino). “A nivel internacional, somos muy reconocidos por esta tarea”, resumió.

¿Qué hace el Sistema con esos datos? Una correlación. Y, si un buque no informó su posición, lo marca en color rojo.

Además, si bien la presencia de los buques pesqueros extranjeros fuera de la ZEE es legal, la Prefectura intenta obtener información vinculada a los transbordos, ya que, en varias ocasiones, es pesca no registrada.

“Hay una aplicación en la que podemos ver los registros de los encuentros que hubo en alta mar entre los diferentes buques. Esta información se genera públicamente. La mayoría de estos buques hacen recalada en Uruguay, así que ellos sí pueden ir a bordo y controlar cuándo llegan a puerto. Además, cada barco debería registrar todos los encuentros y trasbordos. La idea es generar colaboración a nivel internacional, que es la única forma de contrarrestar este tipo de pesca”, resumieron desde la sede de Prefectura Naval.

“Es decir, no se puede accionar contra esos buques porque están en alta mar y no están cometiendo una ilegalidad. Pero sí podemos dar cuenta de por qué esos buques están ahí y qué incentivos tienen. Uno de ellos es que pueden permanecer durante meses con la posibilidad de hacer captura continua, gracias a las operaciones de transbordo. Y, si bien eso tampoco es ilegal, se pueden tener controles para hacer una trazabilidad de la pesca”, agregó De Santis.

Modus operandi del equipo interdisciplinario de Prefectura

El prefecto mayor Sergio Almada es la persona que coordina al Equipo Interdisciplinario para el Control de los Espacios Marítimos y sus Recursos. “Llevamos casi cinco años con este grupo que nació cuando notamos que el control de los espacios marítimos giraba en torno a una problemática ambiental muy compleja y con multiplicidad de actores e intereses. Entonces, consideramos que había que abordarla de forma integral, desde el punto de vista jurídico, operativo, judicial, biológico, ambiental, político, económico y geopolítico. Para eso, conformamos un grupo interdisciplinario. Hoy somos cerca de 30 profesionales, de distintas áreas de la institución, que trabajamos con el objetivo de investigar, estudiar, asesorar y generar herramientas. Somos conscientes de que la Prefectura es un eslabón más dentro de los organismos competentes, entonces proponemos la interagencialidad”, comentó.

Por ejemplo, Nadia Cerino, bióloga y miembro de Prefectura, pudo explicar el ciclo de vida del calamar, profundizar lo vinculado a sus procesos migratorios y el modo en que impactan las condiciones ambientales en la especie.

En esa línea, Almada profundizó: “Nos enseñaron que, por las variables ambientales, hay años en los que el calamar va a estar más adentro, o afuera, de la ZEE. Por eso, un buque extranjero no tiene la necesidad imperiosa de ingresar, porque puede esperar el recurso detrás del límite”.

Esa información sobre el calamar fue la que permitió que la Fuerza abordara el tema desde todas sus aristas y comprendiera por qué hay centenares de buques detrás de la milla 200 (y no dentro).

Justamente, una de las mayores luchas que la Prefectura lleva adelante es contra la desinformación, mucha de ella proveniente de distintas ONG. “Estas organizaciones llevan adelante investigaciones utilizando el límite de la ZEE de, por ejemplo, una plataforma denominada Marine Regions. Así realizan los cálculos. Pero esos límites están mal y, al correr la línea, parecería que están todos pescando dentro”, detallaron y afirmaron: “En base a esto, hablan de pérdidas y estiman lo que robaron a la Argentina”.

Al respecto, desde el Equipo, aclararon que ese accionar fue transmitido oportunamente a Cancillería y que, si bien Marine Regions ya corrigió los límites, hay otras plataformas que no.

¿Qué sucede con la flota nacional?

Prefectura también ejerce el control y monitoreo de la flota pesquera argentina. Para ello, los buques nacionales cuentan con un sistema satelital de control que opera durante las 24 horas, los 365 días del año. De esa manera, no solo se puede saber si están o no pescando en zonas habilitadas o si cuentan con permiso, sino que también se obtiene otro tipo de información. De hecho, si el buque deja de emitir, se lo obliga a que regrese a puerto o se inicia una operación de búsqueda y rescate. Según el prefecto mayor José Cristian Abel Vigano, de Tráfico Marítimo, para este tipo de circunstancias cuentan con las embarcaciones operativas, como los patrulleros, que controlan la milla 200. Y, si se activan los protocolos, llevan adelante las operaciones de salvamento.

Por su parte, el prefecto mayor Carlos Apablaza, del Departamento Policía Auxiliar Pesquera y miembro del Equipo, añadió que ellos operan cada vez que surge uno de estos problemas en el mar, pero también lo hacen si sucede en otros ambientes, como en un río o lago.

“Es un trabajo interdisciplinario que también promueve la interagencialidad”, añade Luciana De Santis, quien detalla que, si obtienen información importante, la transmiten a los organismos a los que les puede ser útil.

“Pescan sin parar. Y de ahí se desprenden otras formas de delito”

En síntesis, la flota extranjera puede permanecer durante meses en el límite de las 200 millas, pues posee incentivos para pescar en una zona extremadamente rica en especies de valor internacional. En muchos casos, los buques son subsidiados por sus Estados de bandera. De hecho, en el caso de China, la mayoría de ellos pertenece al país. “Sin ese incentivo, a esa flota le sería costoso permanecer ahí”, resumió el personal de Prefectura.

A ello, se suman los trasbordos en alta mar, tema en el que la Fuerza se encuentra trabajando para entender su dinámica: “No es una actividad ilegal, pero pescan sin parar. Y de ahí se desprenden otras formas de delito, como el trabajo forzado”.

Una posible solución: avanzar en convenios o tratados, como de biodiversidad. Pero, como explicaron desde la Fuerza, si bien estas no son herramientas perfectas, son espacios de generación de gobernanza.

Además, y en relación con la disputa de soberanía sobre las islas Malvinas, desde Prefectura aclararon que ellos no están enfocados en ese tema, pero que, al determinar los límites de la plataforma continental, se presentaron las fórmulas ante un organismo técnico que evaluó las mediciones y emitió recomendaciones.

Por eso, la CONVEMAR, una vez que se aprobaron las mediciones realizadas por Argentina, trabaja sobre dos límites fijados convencionalmente, uno de 350 millas y otro de 200. Sin embargo, existe una salvedad, el organismo es técnico y no jurídico. Es decir, no emite recomendaciones en caso de disputa de soberanía, como sucede con las islas Malvinas y la Antártida. “Por supuesto que Argentina lo pone en sus cartas”, contó De Santis.

“Hay que tener en cuenta que Argentina fue uno de los países pioneros en la delimitación del borde exterior de la plataforma continental. Son temas nuevos e internacionalmente complejos en cuanto a la aplicación del derecho”, resumió.

Fuente:infobae.com

Se dictó un nuevo Curso sobre Búsqueda y Rescate Marítimo

Fue desarrollado de manera simultánea en distintos Centros Coordinadores de Búsqueda y Rescate Marítimos del país, bajo las modalidades virtual y presencial.

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Puerto Belgrano – Durante tres semanas se desarrolló un nuevo curso para personal que cumple guardias SAR en los Centros Coordinadores de Búsqueda y Rescate Marítimos (MRCC) de la Armada Argentina, y en los Subcentros Coordinadores de la Prefectura Naval Argentina.

Además de instructores navales, para esta edición se contó con instructores del Centro de Control de Misión Argentina (ARMCC) desde El Palomar, participando más de 40 miembros de la Armada y Prefectura que lo realizaron como requisito mínimo y obligatorio para cubrir guardias en los distintos centros y subcentros.

El personal se instruyó a partir del abordaje de un caso de emergencia, que implica el cálculo del área de búsqueda y la coordinación de las acciones posteriores, abarcando aspectos referentes a reglamentación, procedimientos, normativas legales internacionales, y conocimiento de servicios y sistemas de alerta y socorro, entre otras temáticas.

El objetivo central es que los cursantes adquieran un lenguaje común, indispensable para dar una respuesta rápida ante emergencias marítimas. El Capitán de Fragata Sebastián Pablo Viora, Jefe del SISM, manifestó que “es muy importante formar al personal que apoya y recibe alertas de socorro en el mar, para seguir cumpliendo eficientemente con la misión encomendada”.

Cabe destacar que son más de 500 las alarmas promedio en el año, por lo que la estructura de respuesta debe estar permanentemente alerta y capacitada. Para reforzar esa estructura de respuesta, en febrero se sumó un nuevo Centro Coordinador de Búsqueda y Rescate Marítimo a los existentes en Buenos Aires, Mar del Plata y Ushuaia. Se trata del MRCC “Petrel”, ubicado en la Base Antártica Conjunta homónima, conformándose en el primero de su tipo en ser instalado en la Antártida, contando allí con un servicio de guardia permanente para garantizar la acorde respuesta ante la emergencia, de acuerdo a los lineamientos del Plan Nacional SAR.

Fuente:argentina.gob.ar

En complejo operativo, Prefectura aeroevacuó a un tripulante del BP Don Gaetano: Fue la operación aérea de rescate exitosa número 200 de PNA

Un tripulante del BP Don Gaetano tuvo un ACV y necesitaba asistencia médica urgente. Se trata del evacuado número 200 de la Estación Aérea Mar del Plata. En un operativo de alto nivel profesional a 300 km de la costa argentina.

La cara visible de quienes preservan la vida del hombre de mar arriesgando la propia.

En una exitosa operación, que causó emoción en los tripulantes del BP Don Gaetano al ver la llegada del helicóptero de la Prefectura Naval Argentina a una distancia cercana a 300 km de la costa continental argentina con vientos firmes de 45km/h y rachas de hasta 60km/h se realizó una aeroevacuación de emergencia de un tripulante que sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) mientras realizaban operaciones de pesca en zona de captura de merluza.

El incidente tomó un cariz de extrema gravedad cuando el capitán del buque pesquero Don Gaetano, insignia de la flota y propiedad del legendario Francisco Saverio Romano, emitió un llamado de auxilio a la Autoridad Marítima Nacional. A bordo, un tripulante de 55 años comenzó a manifestar un cuadro clínico alarmante, caracterizado por una parálisis súbita en su extremidad superior e inferior izquierda, acompañada de episodios de emesis y otros signos inequívocos de una afección neurológica de alta complejidad.

La naturaleza de los síntomas evidenciaba la urgencia de una intervención médica inmediata, requiriendo, sin margen de demora, su traslado a un centro de excelencia en neurociencias para una evaluación y tratamiento especializados. La situación, cargada de dramatismo, puso a prueba los protocolos de emergencia marítima y la capacidad de respuesta de las autoridades, en un contexto donde cada minuto podía marcar la diferencia entre la vida y la fatalidad.

Ante esta durísima situación, el equipo médico de la Fuerza realizó una evaluación remota mediante radio consulta. Aunque el hombre había recibido atención médica inicial a bordo, los síntomas no cesaron y continuaron las intensas náuseas. Los profesionales decidieron entonces ordenar la evacuación aérea para brindarle atención especializada.

Ante la angustiante situación, de inmediato, se activó el protocolo de emergencia, bajo las órdenes del propio Jefe de la delegación Mar del Plata de la Prefectura Naval Argentina PM José Cristian Abel Viganó, quien suspendió toda la agenda de la mañana para adentrarse a esta delicada operación por las condiciones y complejidad del tripulante.

Un helicóptero con un médico a bordo despegó desde la Estación Aérea Mar del Plata. La aeronave voló hasta el buque pesquero, donde realizó una maniobra precisa para descender una canasta sanitaria e izar al tripulante en un entorno hostil que propinaba una dinámica compleja.

Una vez a bordo, el hombre recibió las primeras atenciones médicas mientras el helicóptero lo trasladaba hacia la costa, donde una ambulancia aguardaba para llevarlo a un centro médico especializado.

Con esta evacuación la Estación Aérea Mar del Plata completó su número 200 de rescates exitosos, consolidándose como referentes en operaciones de rescate y asistencia médica aérea en el ámbito marítimo.

En el devenir de la historia marítima, los rescates en alta mar, tras innumerables gestas y conquistas técnicas, podrían parecer un hábito rutinario, desprovisto de la épica que realmente los define. No obstante, cada operación encierra un entramado de desafíos únicos, donde la destreza, la entrega y la inquebrantable vocación de servicio de quienes la ejecutan se conjugan en una sinfonía de precisión y coraje. La excelencia profesional de los pilotos y el personal de a bordo de la unidad aérea, sumada al trabajo meticuloso de quienes operan incansablemente desde el Control de Tráfico Marítimo de Mar del Plata y el Edificio Guardacostas, forjan la posibilidad de que estas misiones alcancen el éxito. Sin embargo, paradójicamente, su trascendencia suele diluirse en el anonimato, sin la resonancia mediática que, sin duda, merecerían.

A veces, la heroicidad no se manifiesta en la imagen romántica de figuras envueltas en capas y blandiendo espadas en pos de la justicia. Hay un heroísmo más silencioso, más profundo, que se encarna en aquellos hombres y mujeres de la Prefectura Naval Argentina, cuya entrega sobrepasa cualquier atributo convencional de valentía. Ellos, en la conjunción de disciplina, preparación y un temple inquebrantable, transforman lo que para muchos sería un episodio desesperado en un acto de sublime humanidad.

La emoción contenida en la espera angustiosa de los marinos a bordo del Don Gaetano, aguardando la llegada de la unidad aérea, no es más que el reflejo de una certeza: la vida humana en el mar es un principio sagrado, no solo proclamado por la Institución, sino honrado con cada uno de estos gestos que, aunque escasamente documentados en la prensa, resuenan con profunda gratitud en la comunidad pesquera quienes conocen lo que es estar lejos de casa en eventos desafortunados como el descripto.

Así lo expresó, con una emoción palpable, el propio Saverio Romano en la noche de ayer, cuando, en comunicación con nuestra redacción, transmitió su más profundo reconocimiento y gratitud a todo el personal de la Prefectura Naval Argentina, Delegación Mar del Plata. Su testimonio, más que un simple agradecimiento, es la confirmación de que en el corazón de esta institución late un compromiso inquebrantable con la vida y el deber, elevado a su máxima expresión en cada misión de rescate.

Fuente:pescare.com.ar

Video: en un cinematográfico rescate, Prefectura salvó a un tripulante de un pesquero que sufrió un ACV en alta mar

Un hombre de 55 años se descompuso a bordo del buque «Don Gaetano» y tuvo que ser trasladado de urgencia.Fue el rescate aéreo exitoso número 200 de la fuerza de seguridad.

La alarma llegó desde alta mar a la base de Prefectura. Desde un barco pesquero avisaban que uno de sus tripulantes presentaba un cuadro clínico alarmante, que adelantaba un diagnóstico de ACV. Inmediatamente, desde tierra se dispuso un operativo aéreo urgente. Ariesgado por las condiciones climáticas que había en el lugar, a 300 kilómetros de la costa de Mar del Plata, pero que por la presteza y la profesionalidad de los hombres de la fuerza resultó exitoso.

Personal de la Prefectura Naval Argentina llevó a cabo el jueves una exitosa aeroevacuación de emergencia de un tripulante que había sufrido un accidente cerebrovascular (ACV) mientras navegaba en alta mar a la altura de Mar del Plata.

Tras observar que uno de sus tripulantes, de 55 años, comenzó a presentar parálisis en la pierna y el brazo izquierdos, a la vez que vomitaba con sangre y coágulos, el capitán del buque “Don Gaetano” -de bandera argentina y que realizaba operaciones de pesca en zona de captura de merluza- solicitó ayuda a la Autoridad Marítima nacional.

De inmediato, se activó el protocolo de emergencia, y un helicóptero con un médico a bordo despegó desde la Estación Aérea Mar del Plata.

Mientras tanto, a pesar de que el hombre recibió atención médica inicial a bordo, continuó presentando náuseas intensas, por lo que los profesionales recomendaron su evacuación aérea para una mejor atención debido a la gravedad del cuadro.

La aeronave voló hasta el buque pesquero, donde, tras una maniobra precisa en medio de vientos firmes de 45km/h y rachas de hasta 60km/h, descendió una canasta sanitaria e izó al tripulante. Una vez a bordo del helicóptero, se le continuó brindando atención médica y se lo trasladó hasta tierra firme.

Ya aterrizado, el tripulante del pesquero fue conducido en ambulancia hasta un centro médico de la zona, donde permanece internado en observación y reposo.

Por otro lado, el del jueves fue un operativo de evacuación especial para la Estación Aérea Mar del Plata, ya que se trató del rescate aéreo exitoso número 200.

Fuente:clarin.com

Naufragio pesquero Pico Tresmares en el Pacífico

Se hizo el silencio

Bueno, como de costumbre.

No hay morbo, no hay noticias.

Han transcurrido doce días desde el incendio y posterior naufragio del pesquero.

Se dijo, así se público, que los supervivientes llegarían a tierra en ese plazo de días.

Nada se sabe.

Lo preocupante, es que, tras la monumental chapuza del salvamento provocada por el patrón, nadie haya tomado medidas para el estudio de rigurosas sanciones sino también para el estudio de medidas correctoras y medidas correctivas en el uso y gestión de la Llamada Selectiva Digital y las obligadas escuchas de los buques en la mar.

La CIAIM, que se sepa, jamás recomendó la activación de la preceptiva Alerta Rápida a la OMI y DGMM para emitir y alertar a los buques en la mar de la buena praxis del GMDSS.

Jamás.

En su Informe Preliminar sobre el Villa de Pitanxo, dejó muy claro que los buques en la zona tenían les escuchas DSC cerradas a pesar de que el patrón activo el Distress Alert.

Se ralentizó el salvamento y hubo denegación de auxilio.

Por el contrario el Pico Tresmares, no activo la DSC y tampoco la Epirb.

Un caos.

Hay expectación ante el, dicen, inminente Informe Técnico del Villa de Pitanxo.

Se infiere, por lo recogido en los medios, que lo «mollar», es el «estudio matemático y científico» de los investigadores y la «brutal maniobra» del patrón para recuperar el copo.

Lo importante es culpar al patrón dejando para el próximo naufragio la negligencia en la gestión del GMDSS.

Volvemos a repetirlo.

Desde el año 2001, distintos Congresos y Seminarios, además de los informes CIAIM, demuestran que el sector pesquero desprecia la cultura de la seguridad.

Habrá que escuchar a los mandos del Pico Tresmares para que, como siempre ocurre, los medios vuelvan a incurrir en sus recurrentes errores con las versiones de unos y otros.

Al tiempo

Ponen en entredicho el Sistema Mundial de Socorro en el hundimiento del «Senefand Uno» frente a Senegal

En el naufragio sobrevivieron ocho de los once tripulantes, tras tres días a la deriva en una balsa

Imagen de archivo del «Senefand Uno» hundido en 2017.

El Grupo de Expertos No Gubernamentales, del que es portavoz Antonio Salgado, muestra su disconformidad con el informe técnico de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), del Ministerio de Fomento, que se acaba de publicar, sobre las causas del hundimiento del pesquero de capital vigués, Senefand Uno, frente a las costas de Senegal en 2017. Lo atribuye a un exceso de carga y señala que las consecuencias del naufragio fueron fatales debido, entre otras, a que la radiobaliza no se activó. En el naufragio se salvaron ocho de los once tripulantes, uno de ellos el marinero moañés, Fernando Argibay, después de estar todos tres días a la deriva en una balsa salvavidas, mientras que los otros tres , uno de ellos el marinense Vicente Pazos, de 52, nunca fueron localizados.

Este Grupo asegura que el factor causal determinante de la desaparición de los tres tripulantes del buque pesquero y la deriva de la balsa salvavidas fue, nuevamente, el Sistema Mundial de Socorro, que pone en entredicho y asegura que hay decenas de casos en los que la colaboración entre países fue inexistente y las denegaciones de auxilio más que evidentes.

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Es noticia:

Ponen en entredicho el Sistema Mundial de Socorro en el hundimiento del «Senefand Uno» frente a Senegal

En el naufragio sobrevivieron ocho de los once tripulantes, tras tres días a la deriva en una balsa

Imagen de archivo del «Senefand Uno» hundido en 2017. /G.P.

Redacción | Moaña

26 MAY 2019 4:44

El Grupo de Expertos No Gubernamentales, del que es portavoz Antonio Salgado, muestra su disconformidad con el informe técnico de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), del Ministerio de Fomento, que se acaba de publicar, sobre las causas del hundimiento del pesquero de capital vigués, Senefand Uno, frente a las costas de Senegal en 2017. Lo atribuye a un exceso de carga y señala que las consecuencias del naufragio fueron fatales debido, entre otras, a que la radiobaliza no se activó. En el naufragio se salvaron ocho de los once tripulantes, uno de ellos el marinero moañés, Fernando Argibay, después de estar todos tres días a la deriva en una balsa salvavidas, mientras que los otros tres , uno de ellos el marinense Vicente Pazos, de 52, nunca fueron localizados.https://3a9f27b03a5f44bdd93156bfed2ec095.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-41/html/container.html?n=0

Este Grupo asegura que el factor causal determinante de la desaparición de los tres tripulantes del buque pesquero y la deriva de la balsa salvavidas fue, nuevamente, el Sistema Mundial de Socorro, que pone en entredicho y asegura que hay decenas de casos en los que la colaboración entre países fue inexistente y las denegaciones de auxilio más que evidentes.https://d-263692882632681894.ampproject.net/2502242315000/frame.html

Dicen que un abandono está sujeto a un protocolo, aprobado en el Subcomité de Radiocomunicaciones, Búsqueda y Salvamento de la OMI/COMSAR y que es de obligado cumplimiento activar el Distress Call/DSC, una llamada Selectiva Digital, que en tiempo real alerta a los buques en la mar y centros de salvamento. También se ñala que hay que recuperar la radio baliza, activarla manualmente y meterla en la balsa. De igual forma, el Transpondedor Resart, en caso de que no estuviera instalado en la balsa. Recuerda que en caso de no autozafar la Epirb/Radio baliza, ésta se activa por presión una vez alcanzados los 3/4 metros de profundidad, pero siempre produciendo una ralentización de la alerta de socorro, pues no se activa hasta que se hunde el barco.

Queda entonces perfectamente claro, señala este Grupo de Expertos No Gubernamentales, que debió activarse la llamada Selectiva Digital desde el barco, como prioridad ante la Epirb/radio baliza.

Critican el informe técnico de la Comisión de Investigación porque hace referencia a la radiobaliza, pero en ningún momento cita la Llamada Selectiva Digital. De ahí que para este grupo «resulta alarmante que ocho hombres permanecieran a la deriva en una balsa perdidos en el mar» y exigen la comparencia del director general de la Marina Mercante y la conselleira de Mar. Piden que justifiquen con los registros digitales del centro Aeroespacial de Maspalomas, Centro de Salvamento de las Palmas y Radio Costera, las posibles alertas de socorro. y en caso de que no existieran, explicar las causas.

Añade que en el protocolo también aparecen la utilización de bengalas, «que no está mal emplearlas, pero conviene recordar que la balsa salvavidas debe ir dotada de un Transpondedor Radar y un equipo bidereccional de VHF portátil, para poder alertar a los buques que naveguen entre 5 y 50 millas náuticas».

Tres marineros huyen de un pesquero extranjero aprovechando que estaba atracado en Vigo.

Tres marineros de un barco con bandera de Guinea-Bisáu y atracado en Vigo para ser reparado, han abandonado la embarcación tras denunciar las malas condiciones de esta, que se encuentra «en un estado de conservación precario».

En concreto, se trata de varios tripulantes del ‘Dux’, un pesquero que recaló en el puerto gallego procedente de Guinea para ser reparado y que actualmente está atracado en la dársena de Bouzas a la espera de solucionar las perceptivas autorizaciones.

Fuentes conocedoras del caso consultadas por Europa Press han detallado que el buque «navegaba sin consignatario», por lo que Autoridad Portuaria le denegó el atraque en un primer momento y quedó fondeado en la zona de Cíes.

A renglón seguido, han confirmado que la Guardia Civil inspeccionó el barco porque «había informaciones de que transportaba sustancias ilegales», pero este registro resultó negativo y finalmente se autorizó su atraque «porque los agentes lo solicitaron por seguridad» –coincidiendo con la borrasca Martinho–.

En este contexto, parte de la tripulación –compuesta por 11 personas procedentes de Senegal y Guinea-Bisáu– denunció las condiciones a bordo del buque, por lo que Capitanía Marítima procedió a su inspección.

Sin embargo, fuentes portuarias han confirmado a Europa Press que se demostró que no existían riesgos a la navegación y que todos los certificados estaban en regla. Asimismo, han destacado que la tripulación dispone de comida y víveres, y que algunos tripulantes han solicitado la repatriación y, ahora mismo, están arreglando los visados.

En estos momentos, las actuaciones y gestiones están en manos de la Policía Nacional, que ha expedientado al armador, de Guinea-Bisáu, por no tener vigilancia privada, «como es su obligación durante el atraque durante un día, posibilitando que se escaparan tres marineros senegaleses«, a los que, según han asegurado fuentes conocedoras «les prometieron traerlos a Europa».

Fuente:metropolitano.gal

Año 2006

«Predicar y dar trigo»

ORGANIZACIÓN MARÍTIMA INTERNACIONAL
OMI

SUBCOMITÉ DE NORMAS DE
FORMACIÓN Y GUARDIA

37º periodo de sesiones

Punto 18 del orden del día

STW 37/18

7 febrero 2006

INFORME PARA EL COMITÉ DE SEGURIDAD MARÍTIMA

12 REVALIDACIÓN DEL TÍTULO DE OPERADOR DEL SMSSM

12.1 El Subcomité recordó que el MSC 78 había tomado nota de la inquietud del COMSAR 8 con respecto al desempeño de los titulares de certificados de operadores del SMSSM a bordo de los buques, y había pedido al Subcomité que examinara más detalladamente los aspectos de revalidación, con arreglo a lo dispuesto actualmente en el Código de Formación (MSC 78/26,
párrafo 16.30).

12.2 El Subcomité también recordó que el STW 36 había observado que la solicitud del COMSAR 8, así como las estadísticas facilitadas por Noruega y la información sobre casos concretos aportada por Alemania y el Reino Unido, hacen pensar que la actuación de los titulares de certificados de operadores del SMSSM se considera un problema, y había invitado a los Gobiernos Miembros y a las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales a presentar los resultados de los estudios disponibles y sus propuestas para abordar esta cuestión, y en particular comprobar si la metodología de revalidación utilizada por los Estados Miembros es eficaz.

12.3 El Subcomité recordó además que el STW 36 había invitado al Comité a añadir un nuevo punto a su programa de trabajo, sobre «Actuación de las personas en posesión del título de operador de radio del SMSSM» e incluirlo en el orden del día del STW 37.

12.4 El Subcomité observó que el COMSAR 9 había tomado nota de esta solicitud del STW 36 y había invitado al Comité a cambiar el título por «Revalidación del título de operador del SMSSM».

El MSC 80 había sancionado las recomendaciones tanto del STW 36 como del
COMSAR 9, había añadido el correspondiente nuevo punto del programa de trabajo, cuyo plazo de ultimación es 2007, y lo había incluido en el orden del día del STW 37.

12.5 La ISF (STW 37/12) opinó que no era necesario cambiar el procedimiento de revalidación del certificado del SMSSM, y que la formación continua a través de la utilización normal del equipo y de los ejercicios a bordo era la forma más acertada de garantizar que se mantiene la competencia.

12.6 La India (STW 37/12/1) opinó que, habida cuenta de las deliberaciones del STW 33 y del STW 36, no convenía proponer que se vuelva a someter a nuevo examen a los titulares de certificados del SMSSM en el ámbito del Convenio de Formación, ya que tales certificados se expiden en virtud del Reglamento de Radiocomunicaciones.

Para abordar el problema, teniendo presente que las Administraciones marítimas expiden refrendos en virtud del Convenio de Formación de los certificados del SMSSM, la India propone impartir un breve curso de repaso
como condición para revalidar el refrendo en virtud del Convenio de Formación, que abarcaría los aspectos operacionales del equipo del SMSSM utilizado a bordo, y en particular el uso de nuevas tecnologías, tales como Fleet 77, Mini-M, SIA, SIA a larga distancia, SSA, RDT, etc.

12.7 Noruega (STW 37/12/2) informó al Subcomité de que sus estudios sobre las radiocomunicaciones habían puesto de manifiesto que los titulares de certificados de radiooperador del SMSSM no estaba lo suficientemente familiarizados con los aspectos técnicos y operacionales de los procedimientos de socorro y seguridad del equipo radioeléctrico instalado a bordo del buque en que prestan servicio.

De estos estudios se desprendía que el mantenimiento de las fuentes de energía de reserva no se había realizado correctamente, lo que había dado lugar
a un funcionamiento defectuoso de la instalación radioeléctrica.

Además, muchos operadores carecían de los conocimientos necesarios para evitar que se transmitan falsos alertas de socorro.

Noruega señaló que en el cuadro A-IV/2 del Código de Formación se establecen las distintas competencias que deben reunir los operadores del SMSSM, incluidas las comunicaciones de búsqueda y salvamento y en situaciones de emergencia.

Durante el periodo de validez del certificado, que es de cinco años, la mayor parte de los radiooperadores adquieren una experiencia mínima o muy limitada sobre comunicaciones de búsqueda y salvamento y de emergencia.

Por ello, Noruega opina que las opciones numeradas en la sección A-I/11 del
Código de Formación no bastan para adquirir suficiente competencia en las comunicaciones de búsqueda y salvamento y de emergencia.

Noruega considera que la manera más sencilla y eficaz de determinar si un radiooperador sigue teniendo las competencias necesarias en todos los tipos
de radiocomunicaciones es efectuar un pequeño examen cada cinco años.

12.8 La delegación del Reino Unido opinó que un examen limitado no era una respuesta adecuada a los problemas identificados por Noruega. A su juicio, era esencial que los radiooperadores estén completamente familiarizados con el equipo instalado a bordo según una exigencia establecida con arreglo al sistema de gestión de la seguridad del buque, e impuesto por una rigurosa supervisión ejercida por el Estado rector del puerto.

12.9 La delegación de Ucrania informó al Subcomité que, su país ya estaba impartiendo cursos de repaso y de actualización a los radiooperadores antes de revalidar los certificados y propuso que tal revalidación fuera obligatoria cada cinco años.

12.10 La delegación de los Estados Unidos se mostró de acuerdo con el planteamiento de Noruega y apoyó la propuesta de elaborar cursos de repaso, tras opinar que sería necesario estudiar más detalladamente el contenido de tales cursos.

12.11 Muchas delegaciones apoyaron el punto de vista del Reino Unido y señalaron que la carencia de competencias básicas identificada por Noruega podría subsanarse si la gente de mar estuviera adecuadamente familiarizada con el equipo instalado a bordo, de conformidad con lo dispuesto en el Código IGS y si se llevara a cabo una rigurosa supervisión por el Estado rector
del puerto.

También señalaron que, en consecuencia, no era necesario enmendar el Convenio de Formación.

En este contexto, propusieron publicar una circular MSC sobre la familiarización de la gente de mar con el equipo instalado a bordo.

12.12 La delegación de la República de Corea, tras manifestar su acuerdo con la propuesta sobre un breve curso de repaso presentada por la India, manifestó su preocupación por cuanto las medidas propuestas por Noruega exigirían que los radiooperadores también se sometan a un examen cada cinco años, lo que les impondría de una carga innecesaria.

Como alternativa, propuso que se elaborara una circular MSC en la que se inste a cada Administración a revisar su sistema actual de formación y titulación en el marco del SMSSM, a fin de garantizar su eficacia y para que durante los próximos cinco años los inspectores del estado de abanderamiento y del
Estado rector del puerto lleven a cabo una intensa campaña respecto de los radiooperadores del SMSSM y que únicamente aquellos respecto de los cuales se determine que carecen de las necesarias competencias estén obligados a seguir un cursillo de repaso o a someterse a un nuevo examen aprobado, con arreglo a lo que decida la Administración.

12.13 La delegación de Alemania, con el apoyo de muchas otras, opinó que, para garantizar que la gente de mar está familiarizada con el equipo de a bordo, resultaba urgente normalizar el equipo del SMSSM instalado a bordo de los buques, junto con los procedimientos operacionales.

En este contexto, también señaló que convendría informar de estas cuestiones a la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR) prevista para 2007.

12.14 El observador de la CIOSL declaró que el curso de formación propuesto supondría una carga para la gente de mar, ya que tendría que realizarlo durante los periodos de vacaciones normales.

Por ello apoyó la propuesta de que la familiarización con el equipo se haga a bordo.

12.15 La delegación del Japón no apoyó la propuesta de Noruega, pues el STW 33 ya había acordado que no era necesario enmendar el Convenio, y porque se crearía una discrepancia con respecto a los requisitos aplicables al personal de las secciones de puente y de máquinas.

Además, en su opinión, no era necesaria ninguna prescripción obligatoria respecto de la renovación de certificados.

12.16 El Subcomité estuvo de acuerdo en que había un problema real de carencia de competencias entre los operadores del SMSSM, y que la solución a largo plazo sería la normalización del equipo y los procedimientos operacionales.

En este contexto, el Subcomité acordó invitar al COMSAR 10 a que refleje esta opinión en una declaración de coordinación de la OMI a la CMR 2007.

Como solución inmediata, el Subcomité optó por preparar una circular
MSC sobre el fomento y la verificación de la familiarización permanente de los operadores del SMSSM a bordo de los buques, que figura en el anexo 4, e invitó al Comité a que la apruebe.

12.17 El Subcomité acordó pedir al Comité que suprima este punto de su programa de trabajo (véase el punto 15 del orden del día), ya que la labor a este respecto había concluido.

ANEXO 4

PROYECTO DE CIRCULAR MSC

FOMENTO Y VERIFICACIÓN DE LA FAMILIARIZACIÓN PERMANENTE DE LOS OPERADORES DEL SMSSM QUE PRESTAN SERVICIO A BORDO

1 En su [81º periodo de sesiones (10 a 19 de mayo de 2006)], el Comité de Seguridad Marítima, atendiendo a las propuestas formuladas por el Subcomité de Normas de Formación y Guardia en su 37º periodo de sesiones, aprobó las recomendaciones sobre el fomento y la verificación de la familiarización permanente de los operadores del SMSSM que prestan servicio a bordo, que figuran en el anexo.

2 Se invita a los Gobiernos Miembros a poner las recomendaciones adjuntas en
conocimiento de todas las partes interesadas, a fin de que las tengan en cuenta y tomen las medidas que estimen oportunas.

ANEXO 4
Página 2

ANEXO
FOMENTO Y VERIFICACIÓN DE LA FAMILIARIZACIÓN PERMANENTE DE LOS OPERADORES DEL SMSSM QUE PRESTAN SERVICIO A BORDO

1 Se ha manifestado preocupación por el hecho de que muchos operadores del SMSSM a bordo de los buques carecen de familiarización respecto del funcionamiento operacional en cuanto a las comunicaciones de socorro, urgencia y seguridad, así como sobre elementos técnicos básicos, esenciales para la seguridad de la vida humana en el mar.

2 Teniendo presente esta inquietud, se formulan las siguientes recomendaciones:

.1 el sistema de gestión de la seguridad del buque debe garantizar que todo el
personal al cual se pueda pedir que haga funcionar el equipo del SMSSM se
familiarice y reciba formación específica sobre el buque al incorporarse al mismo, y posteriormente a intervalos adecuados;

.2 la familiarización, ejercicios y formación a bordo respecto del equipo del SMSSM deben permitir que los operadores del SMSSM demuestren su familiarización en todo momento;

.3 esta familiarización debe verificarse durante las inspecciones en ejercicio de la supervisión por el Estado de abanderamiento o por el Estado rector del puerto; y

.4 si tales verificaciones arrojan resultados negativos, la Compañía debe adoptar las medidas oportunas con arreglo a las prescripciones de la Administración del Estado de abanderamiento.

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