El equipo de historiadores y arqueólogos colombianos que investiga en el pecio más grande del Caribe publica su primer estudio: los restos del barco están juntos, lo que hace pensar en un colapso estructural. El yacimiento sigue siendo un secreto, inaccesible para los españoles.
Hace una década desde que la Armada de la República de Colombia tomó posesión de los restos del galeón San José, el buque de la Monarquía Hispánica.
La historia de Galicia está profundamente ligada al mar. Entre los hechos más relevantes, sobresale un trágico naufragio, el mayor de la región, que ocurrió en el año 1810.
La historia de Galicia está profundamente ligada al mar. Entre los hechos más relevantes, sobresale un trágico naufragio, el mayor de la región, que ocurrió en el año 1810.
El 2 de noviembre de ese mismo año, la playa de Covas, en Viveiro (Lugo), amaneció con centenares de cadáveres sobre su arena. La fragata Santa María Magdalena y el bergantín Palomo se hundieron en un trágico naufragio que costó la vida a 800 personas.
La historia de Galicia está profundamente ligada al mar. Entre los hechos más relevantes, sobresale un trágico naufragio, el mayor de la región, que ocurrió en el año 1810.
El 2 de noviembre de ese mismo año, la playa de Covas, en Viveiro (Lugo), amaneció con centenares de cadáveres sobre su arena. La fragata Santa María Magdalena y el bergantín Palomo se hundieron en un trágico naufragio que costó la vida a 800 personas.
Josep Cister: «Mi madre movía el mundo sin que se notara»
El mayor naufragio de Galicia ocurrió frente a esta playa
Los integrantes de una Armada de guerra compuesta por navíos españoles e ingleses, que se encontraba fondeada en la ría de Viveiro, en plena Guerra de la Independencia contra Francia, fueron sorprendidos por un fuerte temporal.
Dos de los fallecidos permanecían fundidos en un abrazo. Eran padre e hijo, y su muerte sirvió para que la Armada prohibiese el embarque de familiares directos en la misma unidad.
El Palomo se estrelló contra los acantilados en Sacido, mientras que la Magdalena se hundió a unos 8 metros de profundidad en la playa de Covas.
Uno de los arenales más populares de la costa lucense aún guarda la memoria de aquel trágico naufragio, pero hoy en día es una zona de baño muy frecuentada por visitantes que buscan tranquilidad.
Así es la playa de Covas
En forma de concha, la playa de Covas es una playa urbana de arena blanca y aguas sumamente tranquilas. Se extiende a lo largo del núcleo urbano viveirense, con una longitud aproximada de 1,5 kilómetros.
La historia de Galicia está profundamente ligada al mar. Entre los hechos más relevantes, sobresale un trágico naufragio, el mayor de la región, que ocurrió en el año 1810.
El 2 de noviembre de ese mismo año, la playa de Covas, en Viveiro (Lugo), amaneció con centenares de cadáveres sobre su arena. La fragata Santa María Magdalena y el bergantín Palomo se hundieron en un trágico naufragio que costó la vida a 800 personas.
Josep Cister: «Mi madre movía el mundo sin que se notara»
El mayor naufragio de Galicia ocurrió frente a esta playa
Los integrantes de una Armada de guerra compuesta por navíos españoles e ingleses, que se encontraba fondeada en la ría de Viveiro, en plena Guerra de la Independencia contra Francia, fueron sorprendidos por un fuerte temporal.
Dos de los fallecidos permanecían fundidos en un abrazo. Eran padre e hijo, y su muerte sirvió para que la Armada prohibiese el embarque de familiares directos en la misma unidad.
El Palomo se estrelló contra los acantilados en Sacido, mientras que la Magdalena se hundió a unos 8 metros de profundidad en la playa de Covas.
Uno de los arenales más populares de la costa lucense aún guarda la memoria de aquel trágico naufragio, pero hoy en día es una zona de baño muy frecuentada por visitantes que buscan tranquilidad.
Así es la playa de Covas
En forma de concha, la playa de Covas es una playa urbana de arena blanca y aguas sumamente tranquilas. Se extiende a lo largo del núcleo urbano viveirense, con una longitud aproximada de 1,5 kilómetros.
En el extremo oeste de la misma presenta curiosas formaciones de tipo pizarroso, que son conocidas por los lugareños como Castelos.
Es precisamente en esta zona donde se encuentra el monumento dedicado en recuerdo de los náufragos de la escuadra cántabra, en especial del bergantín Palomo y la fragata Magdalena, hundidos en la ría, por el temporal, el 2 de noviembre de 1810.
La playa de Covas está dotada con todas las comodidades (aseos, duchas, lavapiés, papeleras, servicio de limpieza…) y complementada por un vistoso paseo marítimo, que delimita la playa y separa el arenal y las dunas de un amplio parque.
El parque en cuestión es el José Antonio Pernas Peón, que cuenta con una zona de pícnic, área de camping y otros servicios.
La historia de Galicia está profundamente ligada al mar. Entre los hechos más relevantes, sobresale un trágico naufragio, el mayor de la región, que ocurrió en el año 1810.
El 2 de noviembre de ese mismo año, la playa de Covas, en Viveiro (Lugo), amaneció con centenares de cadáveres sobre su arena. La fragata Santa María Magdalena y el bergantín Palomo se hundieron en un trágico naufragio que costó la vida a 800 personas.
Josep Cister: «Mi madre movía el mundo sin que se notara»
El mayor naufragio de Galicia ocurrió frente a esta playa
Los integrantes de una Armada de guerra compuesta por navíos españoles e ingleses, que se encontraba fondeada en la ría de Viveiro, en plena Guerra de la Independencia contra Francia, fueron sorprendidos por un fuerte temporal.
Dos de los fallecidos permanecían fundidos en un abrazo. Eran padre e hijo, y su muerte sirvió para que la Armada prohibiese el embarque de familiares directos en la misma unidad.
El Palomo se estrelló contra los acantilados en Sacido, mientras que la Magdalena se hundió a unos 8 metros de profundidad en la playa de Covas.
Uno de los arenales más populares de la costa lucense aún guarda la memoria de aquel trágico naufragio, pero hoy en día es una zona de baño muy frecuentada por visitantes que buscan tranquilidad.
Así es la playa de Covas
En forma de concha, la playa de Covas es una playa urbana de arena blanca y aguas sumamente tranquilas. Se extiende a lo largo del núcleo urbano viveirense, con una longitud aproximada de 1,5 kilómetros.
En el extremo oeste de la misma presenta curiosas formaciones de tipo pizarroso, que son conocidas por los lugareños como Castelos.
Es precisamente en esta zona donde se encuentra el monumento dedicado en recuerdo de los náufragos de la escuadra cántabra, en especial del bergantín Palomo y la fragata Magdalena, hundidos en la ría, por el temporal, el 2 de noviembre de 1810.
La playa de Covas está dotada con todas las comodidades (aseos, duchas, lavapiés, papeleras, servicio de limpieza…) y complementada por un vistoso paseo marítimo, que delimita la playa y separa el arenal y las dunas de un amplio parque.
El parque en cuestión es el José Antonio Pernas Peón, que cuenta con una zona de pícnic, área de camping y otros servicios.
Playa de Covas
Usuarios de la playa de Covas destacan la belleza natural del arenal, perfecto para pasear, practicar un poco de ejercicio o simplemente pasear el día y relajarse. «Su paisaje es una maravilla», dice Vanesa.
En este rincón de la costa lucense, «las mareas vivas son espectaculares». Este fenómeno natural ocurre cuando la Tierra, el Sol y la Luna se encuentran alineados, resultando en mareas más altas de lo normal durante la pleamar y más bajas durante la bajamar.
Según fuentes municipales, la superficie de la playa de Covas alcanza aproximadamente 280.000 metros cuadrados (m²) en bajamar, reduciéndose a unos 150.000 m² en pleamar.
La historia de Galicia está profundamente ligada al mar. Entre los hechos más relevantes, sobresale un trágico naufragio, el mayor de la región, que ocurrió en el año 1810.
El 2 de noviembre de ese mismo año, la playa de Covas, en Viveiro (Lugo), amaneció con centenares de cadáveres sobre su arena. La fragata Santa María Magdalena y el bergantín Palomo se hundieron en un trágico naufragio que costó la vida a 800 personas.
Josep Cister: «Mi madre movía el mundo sin que se notara»
El mayor naufragio de Galicia ocurrió frente a esta playa
Los integrantes de una Armada de guerra compuesta por navíos españoles e ingleses, que se encontraba fondeada en la ría de Viveiro, en plena Guerra de la Independencia contra Francia, fueron sorprendidos por un fuerte temporal.
Dos de los fallecidos permanecían fundidos en un abrazo. Eran padre e hijo, y su muerte sirvió para que la Armada prohibiese el embarque de familiares directos en la misma unidad.
El Palomo se estrelló contra los acantilados en Sacido, mientras que la Magdalena se hundió a unos 8 metros de profundidad en la playa de Covas.
Uno de los arenales más populares de la costa lucense aún guarda la memoria de aquel trágico naufragio, pero hoy en día es una zona de baño muy frecuentada por visitantes que buscan tranquilidad.
Así es la playa de Covas
En forma de concha, la playa de Covas es una playa urbana de arena blanca y aguas sumamente tranquilas. Se extiende a lo largo del núcleo urbano viveirense, con una longitud aproximada de 1,5 kilómetros.
En el extremo oeste de la misma presenta curiosas formaciones de tipo pizarroso, que son conocidas por los lugareños como Castelos.
Es precisamente en esta zona donde se encuentra el monumento dedicado en recuerdo de los náufragos de la escuadra cántabra, en especial del bergantín Palomo y la fragata Magdalena, hundidos en la ría, por el temporal, el 2 de noviembre de 1810.
La playa de Covas está dotada con todas las comodidades (aseos, duchas, lavapiés, papeleras, servicio de limpieza…) y complementada por un vistoso paseo marítimo, que delimita la playa y separa el arenal y las dunas de un amplio parque.
El parque en cuestión es el José Antonio Pernas Peón, que cuenta con una zona de pícnic, área de camping y otros servicios.
Playa de Covas Shutterstock
Usuarios de la playa de Covas destacan la belleza natural del arenal, perfecto para pasear, practicar un poco de ejercicio o simplemente pasear el día y relajarse. «Su paisaje es una maravilla», dice Vanesa.
En este rincón de la costa lucense, «las mareas vivas son espectaculares». Este fenómeno natural ocurre cuando la Tierra, el Sol y la Luna se encuentran alineados, resultando en mareas más altas de lo normal durante la pleamar y más bajas durante la bajamar.
Según fuentes municipales, la superficie de la playa de Covas alcanza aproximadamente 280.000 metros cuadrados (m²) en bajamar, reduciéndose a unos 150.000 m² en pleamar.
En definitiva, la playa de Covas es el mejor refugio climático para los días de calor intenso en Viveiro. La villa dispone de otras zonas de baño, como la playa de Area, de arena blanca, aguas cristalinas y tranquilas.
En el límite de los ayuntamientos de Viveiro y Xove, se encuentra una pequeña cala situada en un entorno virgen. Portonovo era muy frecuentada por turistas alemanes y franceses, pero hoy en día tiene un grado de ocupación bajo.
Por otro lado, la playa de Sacido cuenta con abundantes acantilados y una rica vegetación marítima, mientras que Seiramar se considera la prolongación de Covas, con arena fina y rocas.
La desaparición de la pequeña lancha ‘Endless Coccoo2’, de diez metros de eslora, había causado una gran inquietud en Ibiza. La embarcación zarpó de es Figueral, en el municipio ibicenco de Santa Eulària, con la intención de llegar a Andratx. El tiempo estimado para afrontar esta travesía con buena mar era de menos de tres horas. Pero la tardanza y la completa ausencia de noticias causaron una gran alarma.
Tras denunciar su desaparición, la Guardia Civil movilizó el helicóptero y una patrullera del Servicio Marítimo. También se activó una embarcación de Salvamento Marítimo. Asimismo se dio aviso a navegantes por radio ante la posibilidad de que pudieran toparse con esta lancha en el mar.
En buen estado
Sin embargo, a medida que la ausencia de noticias se prolongaba en el tiempo, la preocupación por el paradero y el estado de los dos ocupantes de la pequeña lancha era creciente. No obstante las condiciones de navegación eran óptimas.
Finalmente, desde un helicóptero particular han dado la buena noticia tras avistar la ·Endless Coccoo2′ en las inmediaciones de la pequeña isla de Dragonera, con sus dos ocupantes en aparente buen estado. Tras comunicar la incidencia a los servicios de rescate, la Guardia Civil y Salvamento Marítimo han concluido sus misiones de búsqueda de la lancha desaparecida.
La tripulación del buque mercante atacado cerca de la costa de Yemen este domingo se prepara para abandonar la nave, que está haciendo agua, según la Oficina de Operaciones de Tráfico Marítimo del Reino Unido (UKMTO), una agencia británica de rastreo marítimo.
“La UKMTO ha recibido confirmación del Oficial de Seguridad de la Compañía de que el buque está haciendo agua y la tripulación se prepara para abandonar el barco”, declaró la agencia.
La UKMTO, administrada por la Marina Real Británica, actúa como punto de enlace para la información sobre seguridad marítima entre entidades militares y privadas.
El buque fue atacado por un proyectil, así como por cuatro vehículos no tripulados de superficie (USV), este domingo, según informes de la firma de seguridad marítima Ambrey. La mitad de los USV fueron interceptados por el equipo de seguridad armado del buque, informó Ambrey, pero los otros dos “impactaron en el costado de babor del buque, dañando su carga”, añadió.
Según Ambrey, el proyectil también impactó en el buque, lo que provocó un incendio.
La UKMTO había reportado el incidente, el primer de este tipo en varios meses, más temprano este domingo.
La Oficina dijo que el hecho se produjo a unos 80 kilómetros al suroeste del puerto de Al Hudaydah, en Yemen, el cual está bajo control de los rebeldes hutíes.
No está claro quién fue responsable del ataque al barco, cuya identidad no fue revelada por la UKMTO.
Los hutíes acordaron a principios de mayo dejar de atacar buques navales estadounidenses en el mar Rojo después de más de un mes de bombardeos por parte de Estados Unidos.
En ese momento, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, dijo: “Esto siempre fue un asunto de libertad de navegación. Son un grupo de individuos con armamento avanzado que estaban amenazando el comercio global, y el objetivo era poner fin a eso”.
Sin embargo, los hutíes no se comprometieron específicamente a detener los ataques contra otros buques en la zona.
También han seguido atacando a Israel con misiles en apoyo a la población palestina en Gaza.
La masificación del turismo ha provocado ya problemas de convivencia este año en el que la DGT espera récord de desplazamientos con más de 100 millones de traslados por carretera.
Uno de los coches de un turista cubierto por la marea.
Hace un año por estas fechas que estallaba la polémica de los fodechinchos en Galicia, un término despectivo acuñado en Galicia en los años 70 y con el que se hace referencia a los madrileños que viajan de vacaciones a Galicia en verano.
Un término que hace referencia a un pescado barato, muy abundante y de calidad normalita que era el que solían comer los turistas que llegaban a Galicia, estaríamos hablando de los chinchos o los jureles en español.
Chincho o jurel
La polémica del año pasado empezaba en Muros, con un turista madrileño que aparcaba su coche en una rampa del puerto de las que se usan para meter y sacar los barcos del mar, una zona en la que no es que esté prohibido estacionar, es que está prohibido circular por motivos obvios tal y como indica toda la señalización.
Los turistas, desconocedores de los ciclos del mar y las mareas, dejan sus coches en la rampa con la marea baja y cuando sube se los encuentran cubiertos por el agua, un verdadero desastre que arruina las vacaciones de cualquiera, sobre todo cuando se entera de que no hay seguro que valga.
Los problemas de la masificación
La situación fue a mayores el año pasado, cuando unas semanas después el propietario de un bar de Mera, en Oleiros, cerraba en pleno mes de agosto y dejaba un polémico cartel en el que podía leerse: «Dos roncolas y cuatro vasos, unas olivas pa acompañar, ¿qué tienes de pincho? Está entrando en un sector libre de fodechinchos».
El dueño decía que cerraba agobiado por la presión de los turistas madrileños que le dificultaban su trabajo, aunque el cartel sobre la bandera de la Comunidad Madrileña era lo suficientemente gráfico.
Los turistas, desconocedores de los ciclos del mar y las mareas, dejan sus coches en la rampa con la marea baja y cuando sube se los encuentran cubiertos por el agua, un verdadero desastre que arruina las vacaciones de cualquiera, sobre todo cuando se entera de que no hay seguro que valga.
Imagen de la rampa de Muros el año pasado.
Esta misma semana en las fiestas de Muros, uno de los vecinos muestra fotos de los coches aparcados masivamente en la rampa de Muros, justo donde hace un año la marea se llevaba un coche.
Al final es un problema de conciliar la presión de los miles de turistas que cada año se mueven por España, la riqueza que generan en sus puntos de destino es comparable a la saturación que provocan en servicios, hoteles, bares y restaurantes en lugares que no están preparados para esta masificación.
Por primera vez la ampliación de la temporada de verano en materia climatológica, pues las buenas temperaturas ahora duran de junio a septiembre, deberían hacer pensar en conciliar las fechas para escalonar las vacaciones y que agosto no se convierta en el infierno de los fodechinchos.
Recibieron el aviso cuando se encontraba en la desembocadura de la ría de Punta Umbría.
Huelva/Salvamento Marítimo ha rescatado este sábado una embarcación de recreo que se había quedado a la deriva frente a la costa de Huelva por una avería, por lo que se ha tenido que organizar un dispositivo de rescate.
Fuentes de Salvamento Marítimo han informado a EFE de que esta mañana se recibía el aviso de que una embarcación de recreo había sufrido una avería cuando se encontraba en la desembocadura de la Ría de Punta Umbría, sin que les fuese posible a sus tripulantes volver a puerto.
Para realizar el rescate se movilizó a la Salvamar Alkaid, que llegó al lugar desde donde recibió el aviso, para remolcar el barco a las instalaciones del Real Club Marítimo de Huelva, sin que ninguna persona sufriese daño alguno.