Los técnicos de instalación y reparación de los dispositivos denuncian retrasos y falta de precisión al indicar la posición del buque siniestrado en el equipo de 406 megahercios Kannad

Un modelo de radiobaliza presenta fallos en la emisión de las alertas por naufragio.

Las radiobalizas de 406 megahercios Kannad, de fabricación francesa y homologadas en España por la Dirección General de la Marina Mercante, registran fallos en la emisión de los naufragios que, según los expertos, son decisivos a la hora de localizar el lugar del siniestro y prestar auxilio a los tripulantes del buque hundido. Precisamente, este tipo de radiobaliza era el utilizado por el pesquero ribeirense Cordero, que naufragó en enero de 2008 a 30 millas de la costa de A Coruña con el saldo de cinco marineros muertos y tres supervivientes. La radiobaliza del buque comenzó a emitir y fijar su posición tiempo después de haberse liberado de su anclaje.

Los técnicos dedicados a la instalación y reparación de estos aparatos aseguran que han comunicado en varias ocasiones estas deficiencias a la empresa francesa que los fabrica pero que no ha adoptado medidas para corregir el fallo. El problema está en el software del GPS de la radiobaliza que impide que, una vez activada, «sea capaz de determinar la posición del buque siniestrado en un tiempo y con una precisión aceptables dentro de los márgenes de la homologación».

Por ello, los expertos consideran que las radiobalizas no son seguras y reclaman que se corrijan las deficiencias para que no se repitan casos como el del Cordero. Además, aseguran, el fallo por retardo en la emisión de la posición afecta a más modelos de radiobaliza.

A pesar de que la Dirección General de la Marina Mercante y el personal de Salvamento Marítimo reconocen la existencia de fallos, la homologación oficial de estas radiobalizas se mantiene, aunque caduca el próximo mes de junio.

Sin embargo, las deficiencias no son exclusivas de las radiobalizas de los buques sino que también afectan a las personales de hombre al agua. Los expertos destacan que estos sistemas de seguridad deben tener un alcance de dos millas y denuncian que a pesar de incumplir esta condición están homologados.

Las radiobalizas de 406 megahercios Kannad cuestan alrededor de 845 euros, utilizan el sistema de satélites Copas-Sarsat, pesan un kilo, disponen de una autonomía de 40 horas a temperaturas de 20 grados bajo cero y su fabricación se inició hace veinte años.

Los pesqueros obligados a utilizar la radiobaliza de 406 megahercios son los que tienen una eslora igual o superior a 24 metros y todos los equipos deben estar registrados en la Dirección General de la Marina Mercante, que está obligada a «mantener una base de datos actualizada de los mismos para facilitar la actividad de los servicios de salvamento» en caso de que se produzca un naufragio y haya que rescatar a la tripulación.

Fuente: laopinioncoruna.es