A cada país que haya suscrito el tratado de la OMI le compete una zona de aguas donde debe ofrecer servicios de salvamento marítimo a las embarcaciones que tengan dificultades.
Una llamada de socorro en medio del mar tiene que atenderse, sin importar quién, cuándo y cómo. O al menos tienen que hacerlo todos aquellos países que hayan suscrito el Convenio internacional sobre búsqueda y salvamento marítimos de la Organización Marítima Internacional (OMI) y que da el nombre a las zonas Search and Rescue (SAR).
Estas zonas SAR están ahora en el punto de mira tras el último naufragio en la ruta canaria. El suceso ha hecho saltar las alarmas sobre cómo es la política migratoria en la Unión Europea, y, en consecuencia, también en España, ya que los servicios marítimos no acudieron al rescate de la embarcación y delegaron la acción en Marruecos.
Qué son las zonas SAR
Las zonas SAR son espacios del mar delimitados que están a cargo de un país en el caso de que haya que llevar a cabo una misión de rescate o ayuda a una embarcación. Estas están marcadas por la OMI, y solo afectan a aquellos Estados que hayan firmado el convenio SAR en 1979, como explica a Newtral.es Carlos Espaliú, catedrático de Derecho Internacional Público y de la Unión Europea de la Universidad Nebrija.
“La OMI elaboró este convenio para concretar las obligaciones de los Estados en sus zonas SAR. También, gracias al convenio, se obliga a los países a crear servicios específicos de salvamento marítimo para garantizar la seguridad en sus áreas”, asegura Espaliú.
Por ejemplo, tal y como explica el catedrático y como recoge Salvamento Marítimo, España tiene cuatro zonas SAR bajo su responsabilidad, que comprenden 1,5 millones de kilómetros cuadrados. Una en la zona del Atlántico, otra en el estrecho de Gibraltar, en el Mediterráneo y la última en Canarias, en la que se ha producido el naufragio.
Solapamientos, competencias y seguridad en las zonas SAR
Uno de los principales problemas que pueden enfrentar los Estados que hayan firmado este convenio y tengan zonas SAR es cuando los límites de sus áreas se solapan con las de otros países. Carlos Espaliú afirma que “los solapamientos se producen sobre todo en zonas en las que convergen varios Estados, como la zona de las Islas Canarias”.
En ese punto y como explica el catedrático, coinciden tres países: España, Marruecos y Portugal. “Esto puede generar problemas ya que según dónde esté la embarcación, que además se va moviendo, le corresponde a un país u otro intervenir”, asegura. Además, como también señala, las embarcaciones en las que suelen ir las personas migrantes, “suelen ser pequeñas y difíciles de ubicar”.
Existe una obligación de que los países se coordinen
Aun así, como recoge el convenio de la OMI en su capítulo 3, existe una obligación de las partes de coordinar sus organizaciones de búsqueda y salvamento y, siempre que sea necesario, de coordinar las operaciones con las de los Estados vecinos. De hecho, el propio tratado especifica que “toda parte puede autorizar la entrada inmediata en sus aguas territoriales o por encima de estas, o en su territorio, de unidades de salvamento de otras partes cuyo solo objeto sea la búsqueda y el salvamento”.
Tal y como están organizadas las operaciones de salvamento y las zonas SAR, “los países suelen comunicarse entre ellos, no deberían y no pueden desentenderse si hay una embarcación que requiere de ayuda”, expresa Espaliú. También, el experto señala que si un país quiere pasar a la zona SAR de otro, debe obtener permiso del otro Estado.
Un poco de contexto e historia sobre las zonas SAR
Las zonas SAR surgen de una norma no escrita por la cual todos los buques de todos los países debían acudir al rescate de otros si se lo pedían. “Era una norma consuetudinaria, es decir, que se aplicaba sin necesidad de estar escrita, que se consolidó en el siglo XX en estos tratados de la OMI”, explica el catedrático de Derecho Internacional Público y de la Unión Europea.
El experto recuerda que en la década de los 70 se hicieron multitud de convenios para, por ejemplo, obligar a los capitanes de los buques a detenerse y no desviarse si otra embarcación necesitaba ayuda.
Fuentes
Organización Marítima Internacional
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