Cómo fue el naufragio del ferry Sewol ocurrido hace 10 años en Corea del Sur que dejó más de 300 muertos.

Un ferry sobrecargado y un capitán cobarde contribuyeron a una de las peores tragedias que ha vivido Corea del Sur. Esta es la historia.

El 16 de abril del 2014 el ferry Sewol se hundió frente a las costas de Corea del Sur con 476 personas a bordo, de las cuales 304 murieron. La mayoría de víctimas eran estudiantes de secundaria. Este martes, 10 años después de la tragedia, familiares de los fallecidos y de los sobrevivientes conmemoraron la fecha con varios actos y la exigencia de justicia.

De acuerdo con la agencia EFE, el mayor de los eventos tuvo lugar en Ansan, en el centro del país de donde eran muchas de las 304 víctimas, de las cuales 250 eran estudiantes de bachillerato de la escuela de secundaria Danwon, situada en ese municipio, que se encontraban realizando un viaje de fin de curso.

Además de guardarse un minuto de silencio, se leyeron los nombres de las 304 víctimas mortales.

El presidente de la Fundación 16 de Abril, creada para dar apoyo a las víctimas, Kim Gwang-jun, reclamó que se implementen muchas de las lecciones que se extrajeron de la tragedia, indicó EFE.

“Diez años deberían haber sido suficientes para aplicar las lecciones del desastre del ferry Sewol, pero por desgracia parece que como sociedad hemos desperdiciado esa década”, afirmó.

Las familias de las víctimas volvieron a exigir que el Estado divulgue información del suceso que permanece archivada y que se disculpe oficialmente con ellos por su negligencia.

“El Estado debe admitir sus errores y pedir disculpas”, dijo hoy Park Seung-ryul, representante de la Coalición del Desastre del Sewol, en una rueda de prensa.

“Hemos vivido un infierno. Pero a su vez, en estos diez años hemos estado pensando también en que ningún ciudadano debería pasar por esto jamás”, dijo por su parte Kim Jong-ki, miembro de la asociación Familias para la Verdad sobre la Tragedia del Sewol y una Sociedad Más Segura y cuya hija Kim Soo-jin falleció a bordo del ferry con 18 años.

El presidente de Corea del Sur, Yoon Seok-yeol, no acudió a la ceremonia celebrada en Ansan, aunque expresó sus condolencias a los familiares.

El 16 de abril del 2014, el ferry Sewol, que cubría una ruta entre el puerto de Incheon, cerca de Seúl, y la isla meridional de Jeju, zozobró. Un total de 304 personas murieron, incluyendo 250 alumnos de secundaria que obedecieron a la orden de permanecer en sus camarotes.

¿Cómo fue la tragedia?

El 16 de abril del 2014, el ferry Sewol, que cubría una ruta entre el puerto de Incheon, cerca de Seúl, y la isla meridional de Jeju, zozobró. Un total de 304 personas murieron, incluyendo 250 alumnos de secundaria que obedecieron a la orden de permanecer en sus camarotes.

De acuerdo con los testigos, cuando el barco empezó a inclinarse nadie corrió ni gritó, pues las personas solo esperaban las instrucciones del intercomunicador. Minutos antes les habían dicho que se quedasen donde estaban.

“Súbitamente el ferry empezó a ladearse y a hundirse. Los contenedores empezaron a caer al mar. Fue cuando me di cuenta de que se iba a volcar”, contó a BBC Mundo el tripulante Choi Eun-su. “Estaba aferrado al pasamanos. Traté de ayudar a algunos de los estudiantes que se encontraban en la cafetería arrodillados cerca la caja registradora, pero se resbalaban. Intentamos sacarlos con la ayuda de una manguera para combatir incendios, pero era muy difícil rescatarlos”, agregó.

Contó que un amigo logró salvar a una niña de seis años después de que sus padres y un grupo de pasajeros la hicieron llegar a la cubierta, cerca de donde estaba Choi.

El testigo los describió como “los más valientes de todos”. Sin embargo, ninguno de ellos sobrevivió a la tragedia: Choi vio cómo el agua los arrastraba.

Mientras la situación empeoraba, el capitán Lee Jun-seok y el resto de miembros de la tripulación intentaban hacer llamadas de emergencia.

La revista estadounidense The New Yorker informó que a las 8:52 a. m., un operador le preguntó a un pasajero por la ubicación exacta del barco; sin embargo, e“Mientras el barco se volcaba sobre uno de sus costados, la mayoría de las víctimas quedó atrapada en sus camarotes porque el capitán les ordenó por megafonía que no se movieran y esperaran la llegada de las lanchas de salvamento”, de acuerdo con el diario españolABC.ste no supo dar respuesta.

Recién a las 9:20 a. m., un oficial de transporte instó al capitán a anunciar el inicio del plan de evacuación. Pero Lee Jun-seok no actuó de inmediato. Esperó otros diez minutos más para dar la orden que, según los sobrevivientes, nunca llegó a sus oídos.

Además, ya era tarde porque el barco estaba demasiado inclinado.

“Mientras el barco se volcaba sobre uno de sus costados, la mayoría de las víctimas quedó atrapada en sus camarotes porque el capitán les ordenó por megafonía que no se movieran y esperaran la llegada de las lanchas de salvamento”, de acuerdo con el diario español ABC.

Luego vinoEn medio de la desesperación, muchos de los pasajeros decidieron saltar al mar. lo peor. Cuando la situación estaba al límite y el volcamiento del ferry era inevitable, el capitán Lee Jun-seok y 14 miembros de la tripulación abandonaron el Sewol en el primer barco de guardacostas que llegó.

Entre la opinión pública quedó grabada la imagen del capitán saltando en calzoncillos hacia la Guardia Costera, mientras cientos de niños golpean las ventanas del ferry en un intento de llamar la atención de las autoridades para ser rescatados.

En medio de la desesperación, muchos de los pasajeros decidieron saltar al mar.

Tras ser detenido, el capitán Lee pidió disculpas al pueblo surcoreano, pero defendió su decisión de esperar media hora antes de ordenar la evacuación.

“La corriente era demasiado fuerte y el agua estaba muy fría y pensé que si la gente abandonaba el ferry insensatamente, aún con un chaleco salvavidas puesto, o hasta sin él, podían ser arrastradas por las olas y enfrentar muchas otras dificultades”, dijo el capitán.

“Los botes de rescate no habían llegado ni había otras embarcaciones comerciales cerca en ese momento”, agregó.

Un barco sobrecargado.

Posteriormente, las investigaciones arrojaron que el Sewol estaba sobrecargado, pues superó su capacidad máxima.

No era la primera vez que eso pasaba, durante 13 meses había superado el límite, pero el día de la tragedia iba más sobrecargado que nunca.

“En su último viaje, transportaba el doble del límite legal de carga, tras haber vertido la mayor parte del agua de lastre que habría ayudado a estabilizarlo”, de acuerdo conThe New York Times.

Según un reporte de la agencia AP, el desastre puso al descubierto las enormes lagunas de seguridad en la vigilancia de los barcos de pasajeros en Corea del Sur.

Incluso los organismos reguladores tuvieron suficiente información para concluir que el Sewol era sobrecargado de manera rutinaria, pero como no estaban obligados a compartir la información y no se hizo nada para evitarlo.

Solo se entregó información a la empresa propietaria de la nave, Chonghaejin Marine Co. Ltd. Ni la Guardia Costera ni la Asociación Marítima Coreana, que regula y supervisa la llegada y salida de los barcos nacionales de pasajeros, tuvieron conocimiento de los reportes.

Las condenas

Un año después de la tragedia, la justicia de Corea del Sur condenó al capitán a cadena perpetua.

El tribunal de apelación de Gwangju declaró a Lee Jun-seok culpable de homicidio.

En primera instancia, en noviembre del 2014, el capitán había sido absuelto del cargo de homicidio y recibió una pena de 36 años de prisión por incumplimientos graves de sus deberes de oficial. Las familias y la fiscalía apelaron.

Los fiscales habían exigido la pena de muerte para el capitán por abandonar a los pasajeros sabiendo que iban a morir.

“La actuación irresponsable del capitán Lee provocó la muerte de jóvenes estudiantes que perecieron sin realizar sus sueños (…) e infligió heridas irreparables a sus familias”, dijo el tribunal en sus considerandos, recogidos por la agencia Yonhap.

En junio del 2014, el director de la compañía propietaria del Sewol fue condenado a diez años de prisión.

Kim Han-Sik, director general de la empresa Chonghaejin Marine Co, fue hallado culpable de homicidio involuntario.

El tribunal de Gwangju lo consideró responsable de haber permitido que el barco navegase con sobrecarga de manera frecuente y de permitir trabajos de ampliación que debilitaron la flotabilidad de la nave.

Diez personas más, entre ellas seis empleados, fueron juzgadas junto al director general, de las cuales una fue absuelta y otras nueve fueron condenadas a penas de diverso grado, de prisión condicional a seis años de encierro.

Fuente: elcomercio.pe