Clases de Idiomas para mejorar seguridad Marítima en España

Marzo 29, 2008

Pesca exigirá pruebas de estabilidad antes de pagar la reforma de un barco. Impartirá castellano, gallego e inglés a los inmigrantes y exigirá este último idioma a todos sus titulados

El sector pide que la comisión de seguridad se convoque con carácter automático en cuanto haya un naufragio

Han tenido que pasar 17 años y 472 víctimas mortales para que se convoque un foro autonómico dedicado exclusivamente a la seguridad marítima.

Y una de sus principales conclusiones es que sector, Administración y sindicatos tienen que verse más a menudo las caras.

Por eso uno de los primeros acuerdos adoptados en ella es la convocatoria de una reunión urgente con técnicos de los organismos con responsabilidad en materia de gestión de la seguridad marítima para revisar todo el protocolo de actuación en caso de accidente, pero también para mirarse al ombligo propio y ver los errores que pueden estar cometiéndose:

«Ver se realmente se está usando ben os canais de socorro, analizar o equipamento que levan as embarcacións, como se estiban as artes de pesca no barco, a situación da formación…», resumió Evaristo Lareo, presidente de la Federación Galega de Confrarías.

Un trabajo que, a su juicio, debería hacerse no ahora, sino inmediatamente después de cada accidente.

En este sentido, el presidente de las cofradías gallegas criticó que las conclusiones de la comisión de investigación de siniestros marítimos sigan siendo secretas:

«Nunca nos deron a máis mínima explicación sobre a razón dos accidentes, o que sabemos é pola prensa ou por fontes indirectas, pero non se nos informa e entendemos que sería bo coñecer as causas para non caer nos mesmos erros».

Modernización de buques

Pero antes de que arranque ese examen de conciencia al que alude Lareo, sí hay algunos denominadores comunes en los 184 siniestros marítimos -más de la mitad por vuelco o escora del buque- ocurridos entre el 91 y el 2007, que han llevado a la Consellería de Pesca a mover ficha.

Sin doblar la esquina del milenio, casos como los del O Bahía y el Siempre Casina evidencian que las modificaciones en los barcos pueden influir en la pérdida de estabilidad.

Y por eso la Xunta ha decidido endurecer los criterios para la concesión de ayudas a la modernización.

Así, todo proyecto que se presente tendrá que adjuntar una autorización de las capitanía marítimas de la obra que se pretenda realizar en la embarcación.

Y no se dará ni un euro sin que el armador incorpore al expediente un certificado de estabilidad, navegabilidad y flotabilidad una vez hechas las modificaciones.

También hay siniestros en los que la falta de familiaridad con los medios de salvamento se ha cobrado vidas.

De ahí que, según explicó en la reunión el secretario xeral de Pesca, Miguel López Sieiro, se estén preparando cursos prácticos para que los profesionales adquieran el hábito de emplear los equipos de seguridad.

Y sin dejar de lado las barreras idiomáticas, que han provocado más de un incidente. Como el caso del Sark , un pesquero de capital gallego que necesitó la intermediación de Salvamento Marítimo Español al no entenderse con los servicios de rescate irlandeses.

A eso responde la intención de incluir entre las materias de las titulaciones que expide la Consellería de Pesca las de radiocomunicaciones e inglés marítimo, curso este último que, junto a los de gallego y castellano, también se impartirán a los inmigrantes que trabajan en la flota gallega.

Medidas ya conocidas

Los oficiales radioelectrónicos han sido muy críticos sobre las decisiones adoptadas.

Primero porque, en palabras del experto Antón Salgado, «el problema de las comunicaciones inadecuadas en un siniestro, es generalizado y bien reconocido» y, sin embargo, no se está contando con estos profesionales.

Sí se va a dar cabida a «los infractores, a los que retrasan los tiempos de respuesta por el uso inadecuado de las comunicaciones».

Pero, además, todas esas medidas ya están contempladas y lo único que hace falta es «cumplirlas».

A juicio de estos profesionales, la solución es observar estrictamente los convenios y reglamentos internacionales y meter multas a aquellos que los incumplan.

  • Fuente: La Voz de Galicia (26 de marzo del 2008).