El buque, con destino Las Palmas, solicitó atracar en varios puertos europeos, pero le han denegado la entrada
La ruta que seguirá el Ruby, un barco dañado y cargado con 20.000 toneladas de nitrato de amonio, un producto de alto potencial explosivo, que tenía originalmente como destino Las Palmas y al que varios puertos han negado el atraque, ha creado incertidumbre en Dinamarca este fin de semana.
El carguero, bajo bandera maltesa pero propiedad de una empresa libanesa con conexiones sirias, zarpó a finales de agosto del puerto ruso de Kandalaksha, pero al partir sufrió daños en el casco y en la hélice, entre otros, según han informado los medios escandinavos, entre ellos la agencia danesa Ritzau.
No obstante siguió navegando y el 25 de agosto, a causa de una tormenta, el Ruby solicitó un atraque de emergencia en el puerto de Tromso (Noruega), de donde fue expulsado cuando las autoridades tuvieron conocimiento de la naturaleza del cargamento.
De allí estaba previsto que el carguero pusiera rumbo al mar Báltico para recalar en el puerto lituano de Klaipeda para ser reparado allí, pero la primera ministra lituana, Ingrida Simonyte, anunció que se le negaría la entrada.
Desde hace más de un día, el barco permanece a la espera, en aguas internacionales al oeste del estrecho de Skagerrak, que separa Noruega y Suecia de Dinamarca y que debía cruzar originalmente este sábado.
La Autoridad Marítima Danesa había decidido que debido a su condición el Ruby atravesase el estrecho remolcado por barcos daneses, pero estos planes cambiaron con la negativa de Klaipeda a acoger el barco, que entretanto tiene también problemas de motor.
Dicha autoridad informó a la cadena TV2 de que los propietarios del barco han ordenado que este se quede inmóvil por el momento «mientras investigan posibilidades de descargar el cargamento en un lugar con instalaciones autorizadas». Además, ha dado instrucciones a todas las embarcaciones para que extremen la cautela si pasan cerca del carguero.
El nitrato de amonio es la misma sustancia que se hallaba a bordo del barco que explotó en el 2020 en el puerto de Beirut, matando a centenares de personas y devastando buena parte de la capital libanesa.
Sin embargo varios expertos han señalado en medios daneses que en este caso el riesgo de detonación es mínimo porque hace falta un agente ignífugo o una explosión que la provoque, sin que baste para ello un golpe o una colisión.
El Ruby no es una «bomba flotante» recalcó también la Dirección Marítima Noruega en un comentario a TV2 y señaló que el carguero está aprobado para transportar este tipo de cargamento, sin que los daños sufridos por el buque impliquen un riesgo añadido.
Fuente:lavozdegalicia.es
Deja una respuesta