Corría el ano 2005.

Por iniciativa de Antón Salgado, Oficial Radio Eléctronico, se hizo una propuesta a Felipe Martínez Director General de la Marina Mercante y Presidente de Sasemar.

Martínez, envío una emotiva carta personal al Comandante del Helimer Galicia, Esteban de Diego y una Metopa, en reconocimiento a su gran profesionalidad.

El acto de entrega fue organizado por Axomaga.

El que los marinos mercantes se sumen a las críticas de distintas organizaciones aéreas respecto a la inseguridad de las tripulaciones de los helicópteros de salvamento y el rechazo de galardones concedidos por organismos oficiales, no significa que, en ningún modo, reconozcan su pericia y arriesgado trabajo.

La metodica manipulacion de agentes externos al SAR, llega a confundir a la opinión pública y en modo alguno puede tolerarse.

Merecido homenaje a un gran amigo.

Jubilado, por el momento

Prensa (Extracto 2005)

Los jefes de máquinas de la Marina Mercante homenajean a un comandante de helicópteros que dejó el trabajo por culpa de la diabetes pero confía en volver a volar.

Recuerdo el 9 de octubre del 2004.

Fuimos a buscar un velero en medio de un temporal de vientos de 140 kilómetros por hora.

No lo encontramos y cuando volvíamos para repostar se paró una turbina.

Pasé una agonía tremenda.

Tardamos más de hora y media en recorrer 45 millas.

Llegamos raspando», relata el comandante de helicópteros Esteban de Diego cuando le pregunto por la situación más comprometida que vivió en sus décadas como piloto.

Parece una película, pero es real.

La Asociación de Xefes e Oficiais de Máquinas da Mariña Mercante (Axomaga) celebró este fin de semana su fiesta del Carmen y en el transcurso de la misma homenajearon a este veterano profesional madrileño casado con una gallega.

«Al reconocimiento se sumó Salvamento Marítimo a través de la Dirección General de la Marina Mercante», comenta Tomás Rodríguez, uno de los promotores de la celebración.

Un adiós al helicóptero que puede no ser definitivo.

El problema de la diabetes

De Diego colgó la gorra de comandante por culpa de la diabetes.

«Llevo volando medicado tres años, pero ahora me tengo que inyectar insulina y a los pilotos españoles no se les permite volar en estas condiciones.

A los americanos, sí, gracias a un fármaco australiano», dice Esteban, que confía en que cambie la legislación a partir de una conferencia internacional que tendrá lugar en otoño en Estrasburgo.

«Iremos un comandante de Iberia y yo», informa.

Jubilado, por el momento, piensa disfrutar del verano.

«Me dedicaré a los recaditos de la mujer»