No se puede predecir cuándo se producirá el reflote del velero y podría conllevar meses, dado que la nave se encuentra a 50 metros de profundidad

Un nuevo problema preocupa a las autoridades italianas en torno a la tragedia del velero Bayesian, que se hundió hace ocho días en aguas de Porticello, cerca de Palermo, donde perdieron la vida siete personas, entre ellas el magnate británico Mike Lynch, apodado el ‘Bill Gates británico’, y su hija Hannah.

Ya no nadie a quien rescatar, ni personas que identificar, pero podría haber otra víctima, la naturaleza. Y es que el barco estaba cargado de contaminante combustible, que ahora se encuentra en el fondo del mar.

La fiscalía de Termini Imerese investiga por naufragio y homicidio múltiple al capitán del navío, James Cutfield, y su adjunto, Tijs Koopmans, holandés de 33 años. Ambos tendrán que explicar las decisiones tomadas aquella trágica noche: ¿por qué el velero permaneció anclado en el puerto ante la tormenta que se avecinaba? ¿Estaban las escotillas abiertas? ¿Por qué no se notificó a los pasajeros a tiempo? En resumen, ¿por qué se hundió el insumergible Bayesian?

Pero mientras terminan los interrogatorios y las investigaciones, los buzos de la Guardia Costera han regresado al velero, donde el fiscal del caso los ha enviado a filmar cada detalle del barco y su estado, lo que podría ayudar a explicar el naufragio.

También vigilan la estanqueidad de los tanques, donde aún quedan 18.000 litros de combustible y aceites. «Es una bomba medioambiental en el fondo de nuestro mar», dicen los pescadores de la zona. «Estamos todos un poco preocupados», añade el alcalde de Santa Flavia, Giuseppe D’Agostino.

Sobre el futuro reflote del velero, el comandante de la Guardia Costera de Palermo, Raffaele Macauda, defendió que no se puede predecir cuándo se producirá y podría conllevar meses, dado que la nave se encuentra a 50 metros de profundidad.

Fuente:elmundo.es