Pueden crecer 100 veces más bajo el mar que en tierra, poniendo en jaque a la conectividad global

Las avalanchas submarinas son poderosos eventos naturales que ocurren todo el tiempo bajo la superficie del océano: un nuevo estudio comprueba que estos fenómenos representan un peligro para nuestras comunicaciones globales, ya que la proliferación de Internet ha requerido una red cada vez mayor de cables de fibra óptica ubicados en el fondo marino, que llevan prácticamente todo el tráfico global de Internet.

Una nueva investigación liderada por la Universidad de Liverpool, en el Reino Unido, ha revelado cómo una avalancha submarina creció más de 100 veces en tamaño, causando un enorme rastro de destrucción a medida que viajaba 2.000 kilómetros a través del fondo marino del Océano Atlántico, frente a la costa noroeste de África.

Este tipo de eventos extremos puede poner en riesgo la compleja red de cables submarinos que hacen viable la comunicación global a través de Internet.

Fenómenos extremos

Según una nota de prensa, el nuevo estudio publicado recientemente en la revista Science Advances proporciona una visión sin precedentes de la escala, la fuerza y el impacto de las avalanchas submarinas, uno de los fenómenos más misteriosos de la naturaleza y que aún no es comprendido en su totalidad por los especialistas.

Analizando los sedimentos bajo el mar, el equipo dirigido por el Dr. Chris Stevenson logró por primera vez mapear con precisión una gigantesca avalancha submarina, que tuvo lugar hace casi 60.000 años en el Cañón de Agadir. Los hallazgos revelan que el evento, que comenzó como un pequeño deslizamiento de tierra en el fondo marino, creció más de 100 veces en tamaño, recogiendo rocas, grava, arena y barro mientras viajaba 400 kilómetros a lo largo de uno de los cañones submarinos más grandes del planeta, trasladándose luego otros 1.600 kilómetros a través del fondo del Océano Atlántico.

De acuerdo a un artículo publicado por el propio Stevenson en The Conversation, se estima que actualmente existen más de 550 cables activos de fibra óptica en el fondo marino en todo el mundo, con una longitud combinada de 1,4 millones de kilómetros, una extensión que sería suficiente para envolver 35 veces la circunferencia de la Tierra.

Graves consecuencias para Internet

En el momento en que una avalancha submarina rompe los cables del fondo marino, los efectos pueden ser generalizados y costosos. Por ejemplo, el terremoto de Pingtung de 2006 en Taiwán desencadenó avalanchas submarinas que inutilizaron muchos cables submarinos que conectan el sureste de Asia con el resto del planeta.

En función de este evento, el mayor operador de Internet en China informó un 90% de pérdida de tráfico a los Estados Unidos, mientras que Taiwán experimentó entre un 74 y un 100% de pérdida en el tráfico de Internet a las islas vecinas. El estudio británico marca una nueva oportunidad para profundizar en el conocimiento de estos fenómenos, arrojando luz sobre la forma de proteger mejor la infraestructura comunicional submarina.

Fuente:farodevigo.es