La madrileñofobia, al igual que la turismofobia, es una enfermedad mental que se llama socialismo, cuya aplicación siempre termina igual, en miseria y represión. Buena parte de la riqueza y empleo de los gallegos depende del resto de España y, en especial, de Madrid, que es la región más rica del país al representar el 20% del PIB nacional.


Madrid es uno de los principales clientes de la economía gallega, por así decirlo. Y el sector turístico gallego depende en buena medida de los visitantes madrileños. Y eso beneficia a miles de hoteles, restaurantes, bares, comercios…

Un buen ejemplo es Sanxenxo, que multiplica su población en verano gracias a los turistas madrileños y con lo que facturan en tres meses viven el resto del año. Pero es que, además, muchos gallegos viven y trabajan en Madrid porque aquí hay muchas y mejores oportunidades laborales que en Galicia.

Hay muchos más gallegos viviendo en Madrid que madrileños viviendo en Galicia. Y no he visto aún a ningún madrileño hablar de gallegofobia… Al revés. En Madrid, todo el mundo es bienvenido y es bien acogido. Es más, los gallegos que viven en Madrid se sienten también madrileños. Y todo ello sin contar que Madrid y, por tanto, los madrileños, son los que más aportan a la caja común de la financiación autonómica, de modo que contribuyen a financiar los servicios públicos que disfrutan los gallegos.

La madrileñofobia que profesan algunos gallegos, los menos, es una sinrazón, un tiro en el pie, un suicidio porque, en el fondo, supone atacar el bienestar y el bolsillo de los propios gallegos. Odiar a los madrileños también es odiar a Galicia.

Fuente:libertaddigital.com