Tras varias horas de alerta Javier Torviso logró remolcar con su barco al otro, en el que navegaban siete personas

Un yate de considerables dimensiones con bandera francesa en el que navegaba una familia joven con cinco niños de muy corta edad quedó a la deriva frente a la costa de Ribadeo. Un aparejo se enganchó a su hélice y le impidió desplazarse durante varias horas hasta que un vecino ribadense se decidió a lanzarse al rescate y los remolcó al puerto.

«Me estaba tomando un café y me alertaron de que una embarcación llevaba averiada desde las seis de la mañana sin poder volver a puerto», relató Javier Torviso, navegante ribadense que decidió coger su barco e ir en su búsqueda. El yate, que se encontraba inmovilizado por una ruptura en una de las hélices, estaba en Cabo Blanco, en Viavélez.

Siete personas, cinco de ellas menores y la más pequeña de nueve meses, navegaban en la embarcación varada. Torviso la remolcó con su nave hasta las instalaciones del puerto, donde desde las cinco de la tarde estaba a la espera de ser reparada.

Los rescatados trataron de contactar primero con el Club Náutico y el Club de Buceo Illa Pancha, aunque problemas idiomáticos y la falta de recursos dificultaban el dispositivo de auxilio. Tras transportar el yate a la ensenada de Arnao, los buceadores se sumergieron para desenganchar los aparejos que ocasionaron el percance.

Fuente:lavozdegalicia.es