Hoy continuará la búsqueda, en un radio más amplio, pero con ninguna esperanza ya de encontrar con vida a los dos desaparecidos.

Los cuerpos de rescate portugueses mantuvieron ayer, por segundo día consecutivo, la búsqueda de los dos desaparecidos tras el naufragio ocurrido el domingo a tres kilómetros de la costa de la península de Troia (Setúbal). El propio domingo se confirmó la muerte de dos de los tripulantes, un menor y un adulto, cuyos cuerpos fueron encontrados a mediodía. El capitán, de 62 años, fue rescatado con vida, pero todavía permanecen desaparecidos otros dos pasajeros, a quienes las autoridades descartan encontrar vivos.

Este lunes, las autoridades prolongaron los trabajos durante doce horas, desde las siete de la mañana hasta el anochecer, con dos embarcaciones, varios drones y dos vehículos que registraron la costa. Ya el domingo, los buceadores forenses de la Policía Marítima habían descendido hasta el pecio, donde tampoco encontraron los cuerpos.

En la tarde de ayer, en rueda de prensa, el capitán del puerto de Setúbal, el comandante Serrano Augusto, dijo que se han abierto una investigación criminal en la Fiscalía y otra en el propio puerto de Setúbal para aclarar las causas de lo ocurrido: «Hay una investigación del accidente marítimo a cargo de las competencias del capitán del puerto para evaluar las condiciones en que ocurrió el accidente».

Augusto también explicó que la búsqueda se retomará hoy martes al amanecer, con el perímetro extendido: «Vamos a ampliar un poco más las búsquedas hasta las ocho millas náuticas, cerca de 15 kilómetros, hacia el norte y hacia el oeste» del punto del naufragio. Los medios empleados «serán los mismos del lunes». Confirmó, asimismo, que, hasta el momento, «no ha habido ningún avistamiento, ni por el personal implicado en las búsquedas, ni por otras embarcaciones que navegan en la zona».

El suceso se produjo a las siete de la mañana del domingo, a casi tres kilómetros de Troia, cuando un golpe de mar volteó una embarcación de recreo en la que viajaban cinco personas, que se disponían a practicar pesca deportiva. La Policía Marítima no recibiría la alerta hasta las 10.05, iniciando un dispositivo que entra ya en su tercer día.

Al contrario de lo que se había informado en primera instancia, los cuerpos encontrados son de un menor de 11 años y de un joven de 23, que fueron hallados en distintos puntos a mediodía del domingo. Permanecen desaparecidos el hermano de este último, de 21 años, y el padre del niño, de unos 45 años. Todos ellos, de origen portugués, son naturales de la región.

Según el propio capitán y propietario del barco explicó, el accidente se debió a un «golpe de mar» durante unas maniobras de viraje para regresar a la costa. Es también la hipótesis más factible para las autoridades.