martes, septiembre 9, 2025

COSTA OESTE

08/09/2025

Redacción

La armadora del Villa de Pitanxo cobrará más de cinco millones, mientras las familias de los 21 marineros muertos en Terranova siguen esperando justicia.

Una sentencia que reabre heridas

El naufragio del Villa de Pitanxo en febrero de 2022, en aguas de Terranova, dejó 21 marineros fallecidos y una herida abierta en la flota gallega.

Tres años después, la justicia mercantil ha resuelto una parte del caso: la armadora Pesquerías Nores Marín recibirá 5,17 millones de euros de sus aseguradoras por la pérdida total del buque.

La decisión ha caído como un jarro de agua fría entre las familias de los tripulantes, que recuerdan que ellas siguen sin una compensación definitiva ni una respuesta clara sobre lo ocurrido aquella madrugada en el Atlántico norte.

El fallo: tres aseguradoras condenadas

El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra condena a tres compañías a pagar a la armadora:

  • Mapfre España: 3,1 millones de euros.
  • Sociedad de Seguros Mutuos Marítimos de Vigo: 1,03 millones.
  • Mutua de Seguros de Armadores de Buques de Pesca en España: 1,03 millones.

La jueza subraya que «los términos contractuales pactados son totalmente claros» y que las pólizas incluían la pérdida total del buque por naufragio.

¿Y las familias?

La gran incógnita

Mientras la armadora ya tiene garantizada la compensación por el barco, las familias de los fallecidos siguen en un limbo.

  • Proceso penal abierto: la Audiencia Nacional investiga las circunstancias del naufragio y las posibles responsabilidades.
  • Indemnizaciones laborales: cada marinero estaba cubierto por seguros obligatorios, pero las cuantías y plazos varían.
  • Reclamaciones: las familias, organizadas en asociaciones, reclaman justicia y transparencia, no solo dinero.

El contraste es evidente: el valor material del barco ya está resuelto en sede judicial, mientras que el valor humano de 21 vidas aún espera respuesta.

Un déjà vu: el fantasma del Prestige

La comparación con el caso Prestige resulta inevitable.

En aquel desastre, primero se resolvió la compensación por daños materiales y años después llegaron las resoluciones sobre las víctimas y la responsabilidad penal.

El Villa de Pitanxo revive ese dilema: el capital encuentra antes su cauce legal que las personas.

Para el sector, el mensaje es claro: los barcos están mejor protegidos que quienes los tripulan.

Contexto sectorial: seguridad y futuro de la altura

La tragedia también pone el foco en un debate de fondo: ¿qué nivel de seguridad y cobertura real tienen los marineros que trabajan en la pesca de altura?

La indemnización a la armadora subraya el papel crucial de los seguros marítimos en una actividad de altísimo riesgo, pero deja en evidencia que la prioridad no está en la tripulación.

En aguas tan duras como Terranova, la seguridad de los trabajadores debería ser el eje central, más allá de la compensación por pérdidas materiales.

El caso del Villa de Pitanxo sigue abierto. Y cada paso judicial recuerda que, en Galicia, el mar se cobra vidas, pero la justicia siempre parece llegar más rápido para los barcos que para sus gentes.

¿Qué cubre la indemnización de cinco millones?

¿Y las familias de los 21 fallecidos?

Solo la pérdida material del buque Villa de Pitanxo.

El dinero es para la armadora Pesquerías Nores Marín, no para las familias.

Siguen a la espera.

Cada tripulante tenía seguros obligatorios, pero las cuantías varían.

La compensación global dependerá de la causa penal abierta en la Audiencia Nacional.

¿Por qué se resolvió antes lo del barco que lo de las víctimas?

¿Qué se investiga aún?

Porque la póliza de seguro era un contrato mercantil con cláusulas claras.

En cambio, la situación de las familias depende de una investigación judicial más compleja, con responsabilidades por aclarar.

La Audiencia Nacional trata de determinar qué ocurrió la madrugada del 15 de febrero de 2022 en Terranova:

• Si se actuó conforme a los protocolos de seguridad.•

Si hubo negligencias en la gestión del naufragio.•

Quién debe asumir la responsabilidad penal.

¿Se parece al caso Prestige?

Sí.

En ambos casos, primero se resolvieron las compensaciones económicas ligadas al material y al capital, y después —años más tarde— llegaron las sentencias sobre responsabilidades humanas y ambientales.