https://www.lavozdegalicia.es/noticia/somosmar/2025/07/08/evacuacionin-extremis-oficialenfermo-palangrero-130-millas-vigo-llegaba-vivo/00031751993021269633313.htm

El rescatador del helicóptero Pesca I tuvo que bajar al barco Nunca es tarde entre olas de siete metros y fuertes vientos. Dedicaron un día a planificar la operación y lo consideran uno de los más difíciles de la historia del salvamento aéreo gallego.

El helicóptero de salvamento Pesca I de Gardacostas de Galicia ha rescatado este martes a un oficial del puente de mando del palangrero Nunca es Tarde, con base en Vigo, a 130 millas de la ría viguesa (240 kilómetros). «Jugábamos con un plazo de tiempo razonable, fue uno de los rescates más complicados que hemos tenido», dicen fuentes del operativo de salvamento, perteneciente a la Consellería do Mar.

La operación fue muy difícil y «de los más complicados» porque estaba en los límites de autonomía del helicóptero. Para empeorar el escenario, soplaba un fuerte viento, y el barco subía y bajaba con olas de siete metros, lo que hacía peligrosa el descenso del rescatador desde el helicóptero a la cubierta, donde debía recoger la camilla con el enfermo.

Además, en la zona de evacuación del barco había varias antenas y grúas, que dificultaban las maniobras, así como gasoil vertido sobre la cubierta. «El rescatador se la jugó, sin el entrenamiento diario no sería capaz de hacerlo. En Salvamento tenemos este lema: «Si es difícil está hecho, si es imposible, se hará».

Ya en el helicóptero, los rescatadores le practicaron primeros auxilios y le dieron oxígeno al tripulante enfermo, que rondaba los 30 años, y el cual iba aturdido. A bordo de la aeronave, lo monitorizaron y lo estabilizaron: «Empezaron a darle oxígeno. Un poco más y no llegaba vivo». Fue trasladado al Hospital Álvaro Cunqueiro. Se desconoce por el momento el diagnóstico de su enfermedad.

Todo empezó el lunes a la hora de comer, sobre las dos de la tarde de la tarde, cuando un oficial se puso mal. El barco había salido a primeros de mes de Vigo y navegaba a 300 millas de la costa gallega, hacia el oeste. Tenía mareos, desmayos, debilidad, dolores en todo el cuerpo y desvanecimientos. La tripulación consultó a los médicos por radio pero aunque no pudieron diagnosticar su dolencia sí determinaron que era muy grave. Desde el Instituto Social de la Marina (ISM) ordenaron la inmediata evacuación. 

Los comandantes del Pesca I se reunieron por la noche para planificar el rescate y que resultase un éxito. Averiguaron que la zona estaba azotada por fuerte oleaje y viento y que, además, a 240 millas había escasas posibilidades de éxito porque el helicóptero no tendría autonomía suficiente. Estaba demasiado lejos y se ordenó al barco que regresase a Vigo y se situase a 130 millas, punto medio donde el Pesca I se situaría a la una de la tarde del martes.

El complicado operativo resultó ser un éxito en parte gracias al entrenamiento diario de los rescatadores del Gardacostas, uno de los servicios de salvamento marítimo de España y que consideran este rescate como «uno de los más difíciles de la historia» del organismo.

«Fue un rescate con mucha tensión, con mucho ajetreo, muy complicado», relatan fuentes cercanas al operativo.

Fuente:lavozdegalicia.es