Capitanía Marítima y Salvamento Marítimo recuerdan a los patrones de embarcaciones de recreo su responsabilidad para cumplir las normas de seguridad al navegar en las Pitiusas. Estas advierten sobre el consumo de bebidas alcohólicas o la importancia de conocer el fondo marino.

Imagen de archivo de embarcaciones en Porroig el año pasado.

Igual que el mito de las sirenas que con su canto conducen a los marineros a un destino fatal, en materia de navegación hay muchas creencias sin fundamento que se siguen difundiendo, como la que indica que «dirigir una embarcación es más fácil que montar en bicicleta», según advierte la nueva campaña de seguridad en la náutica de recreo de la Dirección General de la Marina Mercante y Salvamento Marítimo. El mar tiene sus leyes pero hay menos concienciación que en tierra sobre su cumplimiento, como revelan algunas de las incidencias registradas en aguas de las Pitiusas el verano pasado: «En el sector de la náutica de recreo, como está vinculada al disfrute del medio marino y a un momento de relax, la gente baja la guardia y subestima temas de seguridad que son muy graves», advierte el capitán marítimo de Ibiza y Formentera, Luis Gascón.

Entre los temas que se subestiman, como se explica en el principal vídeo de la campaña, se encuentra el no revisar la gasolina antes de salir a navegar, no contar con los salvavidas necesarios para la cantidad de tripulantes que suben a la embarcación (un máximo de 12 en las de recreo) o no controlar el consumo de alcohol, bajo la idea de que «no afecta tanto en el mar», como susurra una voz de sirena en el vídeo mencionado.

En cuanto al consumo de alcohol en la náutica de recreo, se trata de una ilegalidad que se observa en las Pitiusas y en el resto de Balears pero, como proclama la campaña, si se bebe no hay que coger el timón. «Cuando hay una consecuencia negativa para las personas, el medio ambiente o los bienes, el consumo de alcohol es sancionable en la náutica privada», alerta el capitán marítimo.

Alcohol al timón

En este sentido, José Ramón Crespí, jefe de Salvamento Marítimo en Balears, indica que en Ibiza y Formentera no hay registro de incidencias en el mar debidas al consumo de alcohol o drogas porque la causa que provoca el incidente no se registra oficialmente, pero confirma que en algunos casos hubo «indicios» de que la persona que estaba al mando consumió alguna sustancia. Por esta razón, Gascón recuerda que el patrón de la embarcación tiene que ser «absolutamente responsable, consciente del peligro que conlleva pilotar un barco y actuar en consecuencia».

«Llevamos embarcaciones, familias a nuestro cargo… El patrón tiene la obligación inalienable de tutelar a sus pasajeros, ya sea si navega con fines privados o si se dedica al chárter», advierte Gascón, antes de diferenciar entre las circunstancias que se dan en ambas situaciones. En el chárter, los propios empresarios «saben que no pueden someter un barco, que es su propio negocio, a riesgos impensables», por lo que normalmente ponen «tripulación profesional para tutelar la seguridad de sus pasajeros». En la navegación privada, sin embargo, hay «grandes riesgos» porque en muchas ocasiones se trata de personas que están todo el año fuera y que, aunque tengan el patrón de embarcaciones de recreo (título náutico que permite gobernar embarcaciones de hasta 15 metros de eslora), hace tiempo que no navegan y por ello «subestiman unas conductas mínimas de seguridad». En este caso, como si el canto de sirena les hiciera pensar: «Yo controlo».

Según datos de Salvamento Marítimo, el año pasado se atendieron al menos 118 incidentes en las costas de Ibiza y Formentera. Estos datos tienen en cuenta algunas de las principales incidencias que se produjeron, pero no todas. Del mismo modo, la mayoría de ellas se dieron tanto en la náutica privada como en chárteres, pero también figura alguna atención a embarcaciones dedicadas a la pesca, apunta Crespí.

Incidentes en 2024

De este total, el principal motivo de intervención de Salvamento fue a barcos que iban a la deriva, que sumaron 78 casos en 2024: «Se quedan sin combustible, tienen una avería mecánica o las baterías se han descargado y el motor no arranca tras estar parado», comenta Crespí entre los fallos que se asocian a un «mal mantenimiento» y a una falta de atención. Por otro lado, también se asistieron 34 embarcaciones varadas o seis con vías de agua, casos que suelen deberse a que el caso de la embarcación ha tocado con un ‘bajo’, normalmente una roca, o que «un grifo de fondo o la bocina de la hélice empiece a hacer agua», comenta Crespí.

Precisamente en relación a los ‘bajos’ que salpican las costas de Ibiza y Formentera, el jefe de seguridad marítima señala que las Pitiusas, en comparación con Mallorca y Menorca, «tienen muchos más peligros». Así, advierte de zonas propensas a registrar embarrancamientos como un punto cercano a la isla de sa Barqueta, en dirección a ses Salines tras pasar es Freus; sa Torreta, en s’Espalmador, donde «muchas embarcaciones tocan bajos y acaban semisumergidas o varadas en la playa o en la costa», o «el archipiélago de sa Conillera», a la altura de Sant Antoni.

En estos casos, el error que cometen los patrones es salir a navegar sin revisar la carta de navegación de las islas porque, a pesar de que haya embarcaciones que cuentan con sondas náuticas que marcan la profundidad, «no todas las embarcaciones de recreo tienen por qué tenerlas», matiza Crespí.

Por este motivo, como coinciden las autoridades marítimas, quien pilota una embarcación tiene que «mantener una vigilancia adecuada en la navegación» y para insistir en ello, la campaña de este verano sugiere: ‘No escuches cantos de sirena y cumple con la ley del mar’.

Fuente:diariodeibiza.es