- Los marineros ucranianos y rusos suponían en 2022 el 15% de la fuerza laboral
- La guerra, los ataques al Mar Rojo y la falta de vocación tensionan el sector
- El sector prevé un déficit de 90.000 marineros capacitados para 2026
¿Qué relación hay entre la guerra de Ucrania y la escasez de marineros que está experimentando la industria naviera? A simple vista son dos temas con poca relación entre sí hasta que se conoce que los profesionales ucranianos y rusos suponían en 2022 el 15% de la fuerza laboral del transporte marítimo mundial. Pero el conflicto bélico mermó la aportación a la ‘plantilla’. No es el único contratiempo, la escasez de tripulantes también bebe de otros problemas, como el aumento de la peligrosidad antes situaciones como los ataques a navíos en el Mar Rojo o la pérdida del atractivo salarial que llevó a generaciones anteriores a trabajar lejos de la tierra firme.
La Cámara Naviera Internacional (ICS) prevé un déficit de 90.000 marineros capacitados para 2026 y advierte de que no poner solución al déficit situará a la industria -hasta ahora próspera- ante uno de los mayores desafíos del momento. Cabe recordar que el transporte marítimo es una parte fundamenteal de la cadena de suministro mundial. En datos de la Organización de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, más del 80% del volumen del comercio mundial se transporta por mar.
Ucrania, Mar Rojo y falta de vocación
El último informe sobre fuerza laboral marítima de la ICS y BIMCO, de 2021, señalaba a Filipinas, China, Rusia, Ucrania e Indonesia como los mayores proveedores de gente de mar del mundo. Sin embargo, la guerra iniciada por Rusia y los ataques hutíes en el Mar Rojo han mermado la disponibilidad de marineros cualificados; en el primer caso, por la escasez de mano de obra generalizada en ambos países y en el segundo, por la creciente inseguridad.
Rhett Harris, analista senior de dotación de personal en Drewry, indica a la CNBC que pese a que en los últimos años el número de buques ha aumentado «exponencialmente» en miles por año, el crecimiento de la mano de obra necesaria para esos barcos -sobre todo en los rangos superiores- no ha seguido el mismo ritmo.
A los problemas materiales se sumala falta de vocación, enterrada aún más ante la merma en los salarios. Ya no es una opción económicamente tan atractiva como antes, señala al mismo medio Henrik Jensen, director ejecutivo de Danica Crewing Specialists Group, especializada en servicios de personal marítimo: «Hoy en día los jóvenes priorizan el equilibrio entre el trabajo y la vida personal y no están tan dispuestos a comprometerse con una carrera que requiere pasar largos períodos fuera de casa». La generación de Internet está menos dispuesta a irse a un lugar donde la conectividad no está asegurada.
Precisamente para captar la atención de esta generación más joven, cada vez más compañías están tratando de atraer a la generación más joven con instalaciones de entretenimiento y gimnasios a bordo, viajes más cortos… Pero no es fácil.
CV falsos, más accidentes y un futuro ‘negro’
La situación de escasez constante de marineros ha llevado a las empresas a contratar a personal con menos experiencia y a ofrecer salarios más altos, lo que se traduce en un aumento de las tarifas de flete. De la otra parte, hay quienes aprovechan la coyuntura para ‘embellecer’ su currículum para acceder a vacantes para las que no están cualificados.
La falta de trabajadores también obliga a los marineros a estar en alta mar durante períodos más largos y consecutivos, lo que aumenta el cansancio y el estrés que pueden desembocar en problemas de salud (física o mental) e incluso provocar accidentes.
Esta mezcla de inexperiencia, falta de mantenimiento adecuado y cansancio compromete la seguridad de los barcos y de la tripulación. Una encuesta realizada este mismo año por la Universidad Marítima Mundial a 9214 marineros indica que más del 93% señalaron la fatiga como un problema de seguridad más común a bordo y el 78% afirma no tener un día libre completo durante todo el período de un contrato, que puede durar meses.
Que la escasez será un problema que se extenderá durante años es una opinión extendida entre los expertos. De momento, a principios de 2025 se espera que el comercio estadounidense y la cadena de suministro global sufran un doble golpe. La guerra comercial avanzada por Trump ha llevado a los importadores a aumentar los pedidos antes de que la cadena de suministro empiece a notar la nueva y restrictiva política de aranceles.
Fuente:eleconomista.es